Desde octubre del año pasado que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires viene anunciando mediáticamente el inicio de clases para el 21 de febrero pasado, y el retorno de docentes a las escuelas para el 7. En todo ese tiempo, la cartera de Educación que dirige Soledad Acuña, no puso a punto a toda la maquinaria escolar que necesita el inicio de cualquier ciclo lectivo. Desde diferentes sectores de la comunidad educativa, vuelven a resaltar la improvisación que hubo respecto al adelantamiento de clases, dado que el ejecutivo porteño no garantizó las condiciones para que haya maestros y maestras en las aulas.
La raíz de este “inconveniente”, se basa en una serie de irregularidades del sistema de asignación de cargos. Los trabajadores y trabajadoras de la educación, se inscriben a través de la plataforma de “Clasificación Docente” para ingresar al listado de cargos correspondientes. Una vez inscriptos, se validan los títulos y los puntajes, se expiden los listados provisorios para que los docentes verifiquen que los datos son correctos, y luego el ministerio de educación expide los listados definitivos. Más tarde se convoca a acto público y el sistema le asigna a cada postulante un cargo de acuerdo al puntaje.
“Desde el 11 de febrero que se iniciaron los actos, el proceso tuvo varias irregularidades que retrasaron mucho la asignación de cargos, y que se suma a la falta de información brindada, y a lo poco expeditivo de los actos”, cuenta a Tiempo Lorena Di Vita, referente del nivel Inicial de UTE. Esta situación provocó que en la primera semana de clases en escuelas porteñas, cientos de chicos y chicas de inicial y primaria, no tuvieran actividad escolar por falta de maestros, debido a que el sistema de actos públicos no pudo asignar los cargos correspondientes. Hasta hace poco tiempo, los Actos públicos para la asignación de docentes eran presenciales, con el advenimiento de la pandemia, el ejecutivo porteño decidió virtualizar todo el proceso bajo la promesa que, la situación iba a volver a la presencialidad cuando mejorara el contexto sanitario. Promesa que nunca cumplió y, la virtualidad, en este caso, llegó para quedarse.
“Este es uno de los problemas principales dado que algunas de las situaciones que se presentan en los actos públicos, si fueran presenciales, se resolverían rápidamente. Al ser digitales ahora hay que esperar que finalice el acto público para conocer si hubo algún error, pero una vez que salen a la luz esos errores los cargos están asignados, entonces hay que dar de baja todo y volver a comenzar el proceso; lo que genera mucha demora en la asignación de docentes”, agrega Di Vita.
Estas irregularidades no solo provocaron la falta de docentes en las aulas, también afectó gravemente la designación de supervisores y supervisoras distritales, y la carencia de equipos de conducción conformados, falta de directoras, vicedirectoras y secretarias, en Escuelas de Música y Centros Complementarios.
“A punto de cumplirse una semana del comienzo de clases yo no pude ocupar mi cargo. El sistema me había designado dentro del equipo de conducción de una escuela del Distrito Escolar 6”, señala a Tiempo Verónica, que obtuvo por error el cargo de secretaria en una escuela primaria de jornada completa que ya tenía ocupado ese lugar. “Es realmente desesperante la situación porque somos cientos de trabajadores y trabajadoras de la educación que no pudimos comenzar las clases y que en este momento estamos desempleados, luego de haber dado de baja nuestro cargo anterior para asumir el nuevo compromiso”, agrega.
Tiempo se puso en contacto con el ministerio de Educación porteño y no reconocen ningún error en la asignación de cargos docentes: “No tenemos reporte de ninguna de esas cuestiones”, afirmaron. “Nos resulta difícil además que siendo un sistema que hace más justa la asignación de cargos digan que es mala”.
Desde los gremios docentes exigen volver a los actos presenciales para evitar estas demoras, y la regularización urgente de la asignación de cargos vacantes, tanto en los de ascenso como de base, para poder llevar adelante el proyecto pedagógico institucional con todos sus actores presentes.
Un inicio de clases improvisado y a las apuradas
Los actos públicos comenzaron recién el 11 de febrero de este año, a solo diez días del inicio del ciclo lectivo; pero inmediatamente se suspendieron hasta el 14 de febrero porque se “cayó el sistema”. Esta falta de tiempo, sumado a los errores técnicos de la interface digital y a la falta de información precisa, fueron las situaciones principales del retraso en la asignación de cargos docentes, hecho que provocó que entre 40 y 50 grados no tuvieran clases esta semana, aunque se estima que esa cifra pueda ser superior.
El adelantamiento de clases en CABA, era una idea que complementaba con el inicio anticipado del ciclo lectivo del 2021 que, según la versión oficial, suma apenas 12 días más de actividad escolar en el año. Pero si se tiene en cuenta lo ocurrido en 2021, el último día de clases fue el 17 de diciembre pasado, más allá que la ministra Soledad Acuña había anunciado que iba a agregar cuatro días más al calendario escolar con fecha de cierre al 22 de diciembre.
Designaciones a dedo
Desde la Asociación de Docentes Ademys, denuncian que, sumado a las irregularidades técnicas y ejecutivas por parte del gobierno en la designación de cargos docentes, muchas de ellas son hechas a dedo. «Como hemos denunciado, se profundiza un sistema que promueve las designaciones a dedo. Esto ha llegado a tal punto que en el área curricular se realizó una designación sin que figure el apellido de la persona. Solo figura «el profesor de guitarra Emiliano». ¿Será amigo de algún funcionario este profesor?», detallan en un comunicado. «¿Cómo es que el sistema que el gobierno promete infalible -a pesar de que se cae todos los días y deben suspenderse los concursos- designa a alguien que no sabemos si es docente y no podríamos chequearlo porque no figura una información tan básica como el apellido? Esto es absolutamente inaceptable», termina.