Si bien la población argentina tiene un poco más de confianza en las vacunas respecto al año anterior, aún no llega a los niveles del 2019, antes de eso que atravesó al mundo, llamado Pandemia.

La Fundación Bunge y Born presentó este martes los resultados del Índice de Confianza y Acceso a las Vacunas 2022, el cuarto año que realiza desde 2019, el cual permite analizar cómo varía el nivel de confianza de la población respecto a la importancia, seguridad y eficacia de las vacunas en general, y la eventual presencia de barreras en el acceso a las vacunas. 

«El objetivo del trabajo es generar conocimiento que posibilite mejoras en el diseño de programas y estrategias de inmunización, y orientar de manera más eficiente recursos humanos y financieros en el marco de las políticas de salud pública», remarcaron desde la Fundación.

Ahora bien, ¿qué dicen los números? Que la confianza de la población en las vacunas presentó una tendencia a la baja a partir de 2020, y que aún no recuperó los valores de 2019. El nivel de confianza en 2022 fue de 85.9 puntos. Aumentó un 0.5% respecto de 2021, cuando el índice fue de 85,5 puntos, pero representa un 8.3% menos que en 2019, cuando fue de 93,7 puntos. Además, uno de cada seis cuidadores afirma que alguna vez un profesional de la salud le recomendó no vacunar a su menor a cargo. En un país donde el acceso a vacunas esenciales y obligatorias está garantizado por el Estado (se vio con el Covid y también con la triple viral, contra la polio, rubeola, paperas y sarampión), se vuelve fundamental que la mayoría de la gente crea en ellas, para lograr inmunización colectiva.

“Es imperioso que sigamos hablando de la importancia de las vacunas, en las distintas edades y etapas de la vida. Por eso, a través del ICAV, trabajamos para determinar la confianza de las personas y, al mismo tiempo, para visualizar cómo es el acceso a ellas en las distintas regiones. Utilizamos evidencia empírica y una metodología científica probada internacionalmente. Los datos que arroja el ICAV se vuelven fundamentales para la planificación de estrategias de inmunización en salud pública”, sostuvo el Director Ejecutivo de la Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera, e hizo una aclaración: cada índice es un valor, no es un porcentaje.

Edades

El índice de confianza está formado por tres componentes: la efectividad, su importancia para los niños y si son seguras. Ahora los resultados demostraron que un 88% de las personas piensa que las vacunas son efectivas e importantes para los niños, lo que representa una leve baja respecto al año pasado; y un 90.4% cree que son seguras. «En este último componente se detecta un leve aumento respecto a los dos últimos años, aunque sin alcanzar las cifras de 2019 (95,9%)», sostiene el informe. 

Las tendencias en el nivel de confianza de acuerdo a la edad son disímiles. Quienes están entre los 21 y los 30 años aumentaron su confianza en un 3,59% (3 puntos), quienes están entre los 31 y 40 lo hicieron en 5,98% (4,9 puntos), mientras que el grupo entre 41 y 50 se mantiene estable (87,7 puntos).

Ya se sabe: el grupo más difícil de convencer es el joven, sobre todo porque no percibe riesgos en no vacunarse. Pero no solo ellos. Los grupos etarios en los que bajó la confianza son los mayores de 65, que pasaron de 91,2 puntos a 83,9, (-8%). Y también efectivamente lo hicieron quienes tienen entre 15 y 20 años, en los que se presenta una tendencia a la baja constante desde 2019. «Quienes integran esta franja, a futuro, son quienes podrán tener menores o adultos a cargo, y tomarán decisiones relacionadas a su vacunación», remarcan en la Fundación.

Índice de acceso

El estudio se realizó en diciembre de 2022, mediante un cuestionario estructurado con sistema IVR a celulares; con un diseño muestral aleatorio, estratificado por provincia y región. Relevaron a 2799 personas de todo el país.

Este año incorporaron preguntas específicas para detectar problemas de acceso en cuidadores (aquellas personas que brindan cuidados a menores de 14 años). El índice de acceso en 2022 es de 66.9 puntos para quienes cuidan de menores. 

Las mujeres tienen más acceso a la vacunación, «lo cual es importante ya que existe evidencia que demuestra que son ellas quienes están más involucradas en las tareas de cuidado de los menores».

En tanto, las regiones del país con mayor acceso a las vacunas en 2022 fueron: Cuyo (73.1); Patagonia (72.3) y región Centro (70.2). Y las regiones con menos acceso fueron GBA (62); NEA (63.5); CABA (64.8) y NOA (67.3). Habrá que analizar en otro momento el rol de los grandes medios en ayudar o empeorar la confianza de la población en las vacunas.

Uno de cada seis cuidadores afirma que alguna vez un profesional de la salud le recomendó no vacunar a su menor a cargo. A partir de esta afirmación, detectaron una “asociación” entre aquellos que recibieron la recomendación de “no vacunar” y niveles más bajos de confianza y acceso.