“Estamos consternados después de haber visto plasmado por primera vez el proyecto de Larreta y en lo que quiere transformar el Palacio Ceci”, dijo a Tiempo Lilia Sánchez, mamá de Manuela, una joven sorda ex alumna de la Escuela N° 28 Bartolomé Ayrolo del barrio de Devoto. En las últimas horas la administración de Rodríguez Larreta publicó un llamado a licitación para definir el proceso de remodelación del histórico Palacio Ceci de Villa Devoto, edificio que hace 84 años pertenece a la escuela de sordos. Desde finales de febrero de este año, la comunidad educativa se movilizó, organizó jornadas solidarias y eventos musicales; y recibió el apoyo de todas las organizaciones barriales y vinculadas a la comunidad sorda.
La Licitación Pública Nº 10179-0066-LPU22, difundida en el Boletín Oficial bajo el título ‘Puesta en valor y adecuación tecnológica del Palacio Ceci’, tiene por objetivo avanzar con “la restauración de la envolvente exterior – fachadas y cubiertas – del Palacio Ceci, de sus recintos interiores y la adecuación tecnológica del conjunto”, señala el documento oficial. El plazo de ejecución es de 10 meses “contados a partir de la fecha de comienzo de los trabajos fijada en el Acta de Inicio (…) y el presupuesto oficial se ha establecido en la suma de $ 277.696.812,45 con un anticipo financiero del veinte por ciento (20%)”.
“Es tristísimo y la verdad que no tiene perdón. Se llevan las dos terceras partes de todo el predio y tiene pensado transformar el lugar para hacer negocios, con una cafetería dentro del edificio, con salas de exposición, oficinas y guardarropas y a eso le suma una línea de maceteros”, detalla Sánchez.
Paso a paso: la quita del Palacio Ceci a la comunidad sorda
Desde la comunidad educativa de la Escuela Ayrolo aseguran que el gobierno de la Ciudad avanzó con la quita del Palacio Ceci con engaños y ocultando sus verdaderas intenciones. En diciembre del año pasado comunicó a las autoridades escolares el cierre del espacio para iniciar obras de mantenimiento en todo el edificio, algo que la comunidad educativa había reclamado desde hace décadas ya que el ejecutivo local jamás realizó obras en el predio. A las pocas semanas, la comunidad sorda descubrió las verdaderas intenciones de la gestión de Rodríguez Larreta tras un posteo de la Ministra de Cultura y Turismo de Mendoza, Nora Vicario: “Visité el Palacio Ceci, futura Casa del Vino en el Distrito del Vino en CABA”, posteó la funcionaria. “Un espacio y vidriera para mostrar las bodegas y experiencias ecoturísticas de Mendoza”, agregó. Inmediatamente la comunidad educativa se organizó, repudió este hecho, y la funcionaria mendocina tuvo borró su publicación.
Sobre finales de febrero de este año, la comunidad sorda empezó a organizarse, el 2 de marzo se manifestó en la puertas del Palacio Ceci y, dentro de la Escuela N° 28, organizaron un encuentro con las autoridades del gobierno porteño referentes de la comunidad educativa y el equipo de conducción de la escuela. En esa reunión acordaron iniciar una «mesa de trabajo con el Ministerio de Educación local» para evaluar el proyecto de remodelación del Palacio. A los pocos días la gestión de Rodríguez Larreta rompió esa mesa de diálogo al levantar un muro de hierro y retomó las obras y el vaciamiento del Palacio.
La comunidad educativa realizó varios eventos para visibilizar la situación: reuniones y asambleas en plazas públicas, manifestaciones en el barrio de Devoto, y eventos musicales. Durante todo este tiempo lograron reunir el apoyo de organizaciones sociales, políticas y de personas con discapacidad.
El vínculo de la comunidad sorda con el Palacio
El edificio fue donado en 1938 para que en ese lugar funcione el Instituto de Sordomudos. Fue alquilado al Ministerio de Educación de la Nación para que funcionara la escuela y en 1967 el presidente de facto, Juan Carlos Onganía, expropió el Palacio Ceci y pasó al Estado Nacional. Dado su valor, el edificio fue catalogado como “Bien de interés arquitectónico” por el Gobierno de la Ciudad, tal como figura en el Boletín Oficial del año 2001.
La escuela para negocios inmobiliarios
No es la primera vez que el gobierno porteño se apropia de edificios escolares para introducir el inmueble en el negocio inmobiliario. Solo por mencionar algunos ejemplos: en Pringles 344 se encuentra el Centro de Desarrollo Infantil –CeDI N° 5-, que brinda contención para niñas y niños de 45 días de vida a 3 años de edad, ubicado en el barrio de Almagro, dentro de la Comuna 5. Allí existe una demanda de más de 500 familias que no consiguen vacante en la educación inicial de gestión pública para sus hijas e hijos. Un CeDI no es un jardín de infantes, pero el gobierno de la Ciudad durante años instaló estos estos centros en todo el distrito, que dependen del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, ante la negativa de construir escuelas infantiles bajo el ala del Ministerio de Educación porteño. El inmueble lindero a este CeDI, ubicado en Pringles 340/42, es propiedad del gobierno de la Ciudad y hace años la comunidad educativa y el barrio exigen, que en ese lugar, se construya la ampliación del maternal. Sin embargo, Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña pretenden vender ambos inmuebles a pesar de varias subastas desiertas.
Otro ejemplo es lo que ocurre con la Escuela Indira Gandhi ubicada en Costanera Norte. La administración de Larreta pretende trasladarla al Barrio Carlos Mugica y utilizar esas hectáreas situadas en una de las zonas de la Ciudad de Buenos Aires más opulentas. En su lugar instalará el autodenominado “Distrito Joven”: un polo de entretenimiento y gastronomía para el público juvenil. El ejecutivo porteño plantea re concesionar los espacios que dan de cara al río en el tramo que va desde Punta Salguero hacia el norte, pasando Aeroparque. Fueron privatizados en los ’90 durante los gobiernos de Carlos Menem en Nación y Carlos Grosso en Capital pero con una condición: tanto el Puerto Pibes como la Escuela Indira Gandhi debían permanecer en el lugar.
Sabrina
22 July 2022 - 00:41
Los vecinos de Devoto no queremos ninguna casa del vino. El palacio pertenece a la comunidad de sordos que tanto lo cuido por años. También necesitan espacios las escuelas de la zona, para educación, no para fomentar el consumo de gastronomía. Ya es demasiado.