Lo llaman desafío, pero es una peligrosa plaga que tomó por asalto por las redes sociales, se viralizó y rápidamente encendió la alarma global. «La Ballena Azul», un reto online surgido en Rusia, se relaciona con casos de suicidio de adolescentes inducidos a participar del macabro juego. En la Argentina, un fallo inédito de Rodrigo Marabito, titular del Juzgado de Menores N°1 de Catamarca, tomó el toro por las astas e instó al gobierno provincial a asegurar «la atención biopsicosocial, la investigación científica y epidemiológica, la capacitación profesional en la detección y atención de las personas en riesgo de suicidio», en cumplimiento de la Ley Nacional de Prevención del Suicidio, sancionada en abril de 2015, y a los medios de comunicación, a que «publiquen de manera urgente las pautas de detección y prevención del desafío llamado ‘La Ballena Azul'» en pos de «promover el bienestar social, espiritual y moral y la salud física y mental» de los niños.
A miles de kilómetros de allí, en Río Gallegos, UTN TV, el primer canal universitario de la Patagonia, se hizo cargo de la sentencia del juez catamarqueño y puso en marcha un proyecto de televisión responsable. Se trata de una serie de tres spots el central con la voz en off que ofreció la locutora Elizabeth Vernaci que van al nudo del problema. «Chequeamos la información con la Defensoría del Público, que tiene un muy buen trabajo sobre prevención en el tema, y elaboramos un guión pensando en una campaña propia, que ahora ponemos a disposición para los canales locales que quieran difundirla», explica Pablo García, director de la emisora.
«La adolescencia es una etapa de transición en la que se experimentan cambios a nivel fisiológico, psicológico y social que ponen a los jóvenes en situación de vulnerabilidad, y es frecuente que surjan conductas de riesgo, autolesivas», explica Vanesa Bistritsky, licenciada en Psicología y miembro del Gabinete de Suicidiología del Hospital Público de la ciudad de Río Gallegos, único en el país. La profesional explica que los adolescentes captados en redes por esta «secta» se autoinfligen lesiones y dicen que así «drenan el dolor».
La campaña apunta a identificar factores de riesgo en jóvenes que utilizan redes como Facebook o servicios de mensajería como WhatsApp, donde el desafío de «La Ballena Azul» comienza con un simple pedido de amistad, y trabajar en el refuerzo de los lazos familiares y comunitarios de esos chicos. «Usar perfiles privados, seleccionar solo a personas conocidas como amigos virtuales, son las mejores medidas preventivas», dice la voz de Vernaci, que alerta, sin demonizar el uso de Internet, adonde «vamos a informarnos, a buscar lo que nos gusta», respecto de los «engaños, agresiones e inducción a las adicciones» con los que allí pueden toparse, y en especial, supuestos desafíos con los que «se intenta captar la voluntad de niños y adolescentes y, en algunos casos, llevarlos a la muerte». «