A mediados de agosto de este año, la comunidad educativa sufrió un duro golpe cuando una estudiante de cuarto grado, de la escuela 11 del distrito escolar 5, falleció. ¿Mala alimentación? ¿Alta vulneración familiar? ¿Falta de atención médica? Fueron algunas de las cuestiones que, con el correr de los días, lanzaban los profesionales que tratan estas problemáticas en la Ciudad de Buenos Aires.
Desde la comunidad educativa del distrito escolar 11, aseguraron que en los primeros días del ingreso de la menor a la escuela en 2017, “se pidió la intervención del EOE (Equipo de Orientación Escolar) debido a la clara vulnerabilidad de derechos que atravesaba la niña y su familia. Durante los años 2018 y 2019 se presentó un certificado médico que indicaba la necesidad de un refuerzo hipercalórico de vianda. Dicho refuerzo, que era insuficiente, no se le otorgó”. El documento asegura que recién en el año 2020 el EOE “deriva su situación y solicita la intervención a la Defensoría zonal. Esta solicitud se reiteró en el 2021 y se actualizó en el 2022, pero al momento del fallecimiento de la menor, a la escuela nunca se le informó si hubo alguna intervención de dicho organismo”. Tras esta situación, especialistas en la materia, volvieron a instalar la necesidad de nutrir a los EOE de mayor cantidad de profesionales ya que están desbordados ante las diferentes problemáticas que aparecen en las escuelas. Actualmente se calcula que hay un profesional cada 900 estudiantes en la Ciudad de Buenos Aires. Esto provoca que las problemáticas no sean atendidas a tiempo y que, situaciones que tienen solución, desencadenen en escenarios mucho más complejos, en algunos casos irrecuperables.

“Es evidente que la pandemia ha dejado secuelas que impactaron en la comunidad estudiantil y sus familias. Además, en los últimos años han surgido nuevas normativas que avanzan hacia una mayor inclusión y hacia una mayor protección de los derechos de las infancias. Las cuales requieren para su implementación de apoyos que puedan ser brindados, entre otros, por estos equipos”, explica a Tiempo Esther Grinberg, una de las profesionales que integran los EOE en la Ciudad. “Si bien es difícil estimar una cantidad acorde a las necesidades de la comunidad educativa, estamos convencidos que deberíamos ser muchísimos más de los que somos”, agrega.

Este mediodía, los tres gremios mayoritarios, UTE, ADEMYS y CAMYP; realizaron una radio abierta en las puertas del ministerio de Educación que conduce Soledad Acuña, para exigir la ampliación de la planta de profesionales, recategorización salarial, viáticos y concursos de ascenso; entre otras reivindicaciones.

Foto: Gentileza Radio Abierta

Aquí en la Ciudad de Buenos Aires, en nivel inicial, primario y superior, hay equipos de orientación escolar (EOE) por distritos y no hay gabinetes psicopedagógicos dentro de las escuelas como sí existen en otras jurisdicciones. En el nivel medio hay departamentos de orientación al estudiante en las escuelas, equipos de asistencia y orientación socioeducativa y también EOE por distritos escolares. Estos, son interdisciplinarios y están conformados por docentes que poseen título profesional de psicopedagogos, Licenciados en ciencias de la educación, psicólogos y trabajadores y trabajadoras sociales. Los EOE recorren todas las escuelas y trabajan desde una perspectiva institucional, para abordar las problemáticas de infancias y adolescencias acompañando a las familias, orientando a docentes y conducciones. Articulan con instituciones de salud, barriales, de protección de derechos de niñas, niños y adolescentes, etc. Las problemáticas que se presentan principalmente son las vinculadas con el ausentismo, la vulneración de derechos, las problemáticas emocionales, de convivencia, aprendizaje, consumos problemáticos, autolesiones, entre otros. Además se abordan cuestiones institucionales y de vínculo con la comunidad.

Foto: Gentileza Radio Abierta

Para Jorge Godoy, secretario de Educación Especial de UTE, una cifra acorde para poder trabajar en tiempo y forma debería cuadriplicar la proporción de profesionales por estudiantes. “Hay estudios que aseguran que debería haber 1 profesional cada 200 alumnos y alumnas. Esto se debe a que la población en las escuelas va creciendo, las necesidades se van complejizando, los abordajes pedagógicos también”, señala a este medio. El docente y sindicalistas advierte que “todas estas situaciones que no fueron atendidas por la cartera educativa, provocaron que los EOE queden diezmados. Necesitamos mayor cantidad de profesionales en estos equipos”.  

Los especialistas aseguran que incrementar la cantidad de psicopedagogos, psicólogos y trabajadores y trabajadoras sociales en los EOE, permitiría una mayor presencia en las escuelas para acompañar las diferentes necesidades. “Nuestra tarea es itinerante, es decir, cada profesional asiste a varias escuelas del distrito. Se realizan encuentros con supervisiones, conducciones de las escuelas, entrevistas con padres y madres, observaciones en el aula, encuentros con docentes e integrantes de otros equipos del gobierno de la ciudad”, Yael Casella trabajadora de los EOE e integrante de Ademys.

Resolución y prevención

Además de solucionar las diferentes problemáticas, la actividad de quienes integran los EOE, tiene un componente importante vinculado a la prevención: Evitar que las problemáticas aparezcan. “Nuestras profesiones requieren de elaboración de estrategias, tiempo de escucha, de acompañamiento. No siempre es factible rápidamente encontrar una solución a problemas complejos”, explica Diego Coppo, trabajador de los EOE. “Quiero aclarar que cuando hablamos de vulneración de derechos nos referimos a las diferentes situaciones de violencia y abuso en las que intervenimos, pero además muchas familias son vulneradas en sus derechos a la vivienda, alimento, acceso a la salud”, agrega el especialista.