Autoridades del Gobierno de la provincia de Buenos Aires analizarán con los gremios docentes bonaerenses el impacto de la segunda ola del coronavirus en las clases presenciales, informaron fuentes oficiales. En la tarde de este lunes, los ministros de Salud, Daniel Gollan, y de Educación, Agustina Vila, se reunirán con representantes del Frente de Unidad Docente bonaerense (FUDB) para analizar la marcha del «Plan Jurisdiccional para el regreso seguro a las clases presenciales» vigente.
Por el momento, el Gobierno provincial apuesta a lo que denomina la «presencialidad cuidada» y al cumplimiento de las medidas restrictivas que mitigan la circulación comunitaria del virus. En el Poder Ejecutivo bonaerense afirman que «las escuelas con protocolos son seguras» y remarcan que «se prioriza la presencialidad», pero ponen de relieve que «para sostenerla se tienen que cumplir las medidas que mitigan la propagación del virus a nivel de la comunidad».
Provincia prepara el terreno para más restricciones si no bajan los casos
La semana pasada, la secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, pidió «medidas de resguardo de docentes y alumnos de acuerdo con la realidad sanitaria de cada localidad ante el preocupante incremento de los casos positivos de Covid-19» y reclamó que, de ser necesario «se suspendan temporalmente las clases presenciales». En ese tono, el secretario general de la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (Udocba), Miguel Ángel Díaz, pidió días atrás la «inmediata suspensión de las clases presenciales» en los 27 distritos bonaerenses que experimentan un mayor incremento de contagios en los últimos días.
El Plan vigente dispone medidas y protocolos para los más de 4 millones alumnos bonaerenses que asisten a 16 mil establecimientos de gestión pública y privada, bajo una modalidad que combina jornadas dentro de las aulas y otras de forma remota para evitar la concentración de personas. Los protocolos fueron acordados en octubre pasado entre la Nación, la provincia, los gremios del sector y autoridades escolares establecen normas obligatorias y orientativas para la organización institucional y pedagógica de los establecimientos educativos de todos los niveles y modalidades de enseñanza.
Pero abril de 2021 trajo records de contagios desde que comenzó la pandemia. Por eso el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, advirtió que si aumenta la circulación viral de coronavirus, podría incrementarse la «carga virtual en las escuelas y reducir la presencialidad» en los centros educativos de la provincia. «Venimos en una velocidad de crecimiento muy rápida y ya estamos en los niveles de ocupación de camas de lo que fue el pico del año pasado, pero con otra dinámica», dijo el funcionario en radio La Red.
Al ser consultado sobre las clases presenciales, Kreplak dijo que en el sistema de fases con el que se maneja la provincia está contemplada la posibilidad de que en caso de mayor circulación viral de un distrito, se reduzca la presencialidad. «Tenemos sistema mixto de virtualidad y presencialidad», recordó y apuntó a que si bien en las escuelas no se registraron brotes, «los docentes y estudiantes se contagian al mismo porcentaje de su grupo etario en la comunidad».
Por su parte, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, dijo hoy al ser consultado por Télam que «si tiene que haber una disminución de presencialidad en las escuelas» por la segunda ola de coronavirus, «no implicará la suspensión absoluta» de esta modalidad, señaló que «si hay que restringir, que sean las demás actividades», y afirmó que «no se van a cerrar» las instituciones educativas. El funcionario expresó que «primero, hay que dejar en claro que estamos frente a una presencialidad reducida» ya que «en ninguna jurisdicción argentina hay un regreso pleno» a las escuelas que solo admiten, como máximo, «la mitad de los chicos y las chicas en forma simultánea».
Aunque reconoció que en el marco sanitario «se plantea disminuir la circulación en términos generales, lo que puede impactar en la escuela, por supuesto», el titular de la cartera educativa aclaró que este escenario «debe incluir otras restricciones, vinculadas a la socialización» y sostuvo que «los lugares cuidados hay que fortalecerlos fuera de la escuela, no es que (los chicos) puedan retomar todas las actividades» extracurriculares.
Trotta remarcó que «en las escuelas, como en aquellos lugares donde se logra cumplir con los protocolos, hay bajo riesgo de contagio, lo demuestra la evidencia». «No se van a cerrar las escuelas», reafirmó, a la vez que consideró que «sí pueden ser afectadas en la mínima unidad geográfica posible» por restricciones de circulación.
En relación a los dichos de Kreplak, Trotta sostuvo que «todos los ministros de Educación sostienen esta misma mirada; si hay que restringir, que sean las demás actividades», y recordó que «a partir de los consensos construidos en el marco del Consejo Federal de Educación, la administración de la presencialidad corresponde a cada gobierno provincial».