De los 38 volcanes activos que hay en Argentina, el Copahue de Neuquén es considerado el de mayor riesgo para la población, según un ranking elaborado por el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin). En las últimas horas, ese volcán registró una actividad más intensa de lo normal. Aunque por el momento descartan actividad eruptiva mayor y sigue en alerta técnica verde.
El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) a través de su Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) informó que a partir del martes 15 de noviembre, las cámaras de monitoreo instaladas en las inmediaciones del Volcán Copahue «comenzaron a registrar un aumento en la actividad superficial, caracterizado por un aumento en la emisión gaseosa que acompaña a un aumento en la energía de la señal del tremor volcánico continuo».
El Monitoreo Sismológico que realiza el Observatorio en todos los volcanes activos del país dio esta descripción sobre el Copahue, que aparentemente fue afectado por un sismo tectónico ocurrido a más de 200 kilómetros de él, y a 10 kilómetros de profundidad: «a partir del domingo 13 de noviembre de este año se observa un progresivo aumento de la energía de la señal sísmica relacionada con el tremor volcánico valorada a través de la medición de la Amplitud Sísmica en Tiempo Real (RSAM). Si bien este valor ha permanecido relativamente estable a lo largo del 2022, mostrando solo oscilaciones menores y puntuales, el sismo tectónico de magnitud Mw 6.2 ocurrido el domingo 13 de noviembre a las 02:24:59 UTC, con foco a 225 km al oeste del volcán y 10 km de profundidad, pudo haber ocasionado alguna perturbación en el sistema magmático que se ha hecho evidente horas después con el alza de la actividad volcánica».
En realidad la actividad puede haber comenzado antes, porque debido a las condiciones meteorológicas no pudieron analizar imágenes los últimos días, recién a partir del martes «las cámaras fijas de monitoreo y reportes de la población permitieron visualizar un aumento en la densidad de desgasificación principalmente blanquecina con moderada presencia de material particulado y alturas que alcanzaron los 200 metros sobre el cráter».
De acuerdo al análisis realizado sobre imágenes satelitales de alta resolución Planet Scope durante las ultimas semanas, captaron la presencia de la laguna cratérica del volcán, «cuya ausencia en otros períodos ha indicado la cercanía de material magmático a niveles someros. Otros parámetros de monitoreo han permanecido estables en los últimos meses».
Antes de que alguien entre en pánico frente a la terminología volcánica que siempre asusta, el organismo aclara: «de acuerdo a los antecedentes expuestos y aunque se observa un leve aumento en la actividad sísmica y superficial, particularmente asociadas al tremor volcánico y desgasificación, no existen antecedentes que permitan inferir una desestabilización del sistema, por lo tanto se mantiene el nivel de alerta actual. No obstante, de acuerdo con lo observado en los últimos años, en este estado de actividad podrían ocurrir eventos explosivos menores y reactivaciones repentinas sin mayores precursores instrumentales y con un impacto acotado al entorno del cráter. Se descarta cualquier tipo de actividad eruptiva mayor, encontrándose el volcán dentro de los parámetros esperables para el nivel de actividad actual del volcán Copahue».
Así entonces, se mantiene el nivel de alerta técnica y se continuará con el monitoreo del volcán «en constante comunicación con el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS) de Chile».
Un volcán paradigmático
El volcán Copahue forma parte del Complejo Volcánico Caviahue-Copahue, cuya historia eruptiva se remonta a 125.000 años atrás. Según relata el Observatorio de SEGEMAR, está emplazado en el borde occidental de una depresión volcano-tectónica que aloja al lago Caviahue y está compuesto mayormente «por coladas de lava de composición andesítica y basáltico-andesítica, y depósitos piroclásticos subordinados. En su cima se reconocen nueve cráteres alineados en sentido noreste, de los cuáles el único activo es el cráter más oriental que contiene un lago ácido y presenta actividad fumarólica permanente».
Los productos relacionados a la actividad post glacial (hace14.000 años) incluyen coladas de lava, oleadas piroclásticas, lahares y depósitos de caída asociados con explosiones freatomagmáticas.
En los últimos 250 años registró 12 erupciones, la mayoría de tipo freático. De ellas se destacan las de 1992 y 2000. El último ciclo eruptivo se inició el 22 de diciembre de 2012, con la generación de una columna eruptiva que alcanzó los 1500 metros sobre el cráter y se dispersó hacia el este-sudeste. Llegó a producir caída de tefra en territorio argentino.
«Desde entonces –enfatizan–, el volcán Copahue ha presentado manifestaciones casi de forma permanente, con emisión esporádica de ceniza, ocurrencia de explosiones freático-freatomagmáticas en el interior del cráter y actividad sísmica de magnitud variable. Además, el lago cratérico ha experimentado vaciamiento y recuperación posterior, evidenciando un sistema altamente dinámico».
¿Por qué es el de mayor riesgo del país? No tanto (o no solo) por su actividad interna, sino por lo que tiene alrededor: en su caso, la existencia de las localidades de Caviahue y Copahue, ubicadas en un radio de 8 kilómetros del cráter del volcán. La Villa Termal de Copahue y el centro de ski de Caviahue atraen gran cantidad de turistas en verano e invierno que incrementan de modo significativo la población estable de ambas localidades.
La zona tuvo sus novedades turísticas este mes. Hace seis días lanzaron la temporada de Termas de Copahue, que el año anterior recibió a 25 mil personas y tienen «amplias expectativas» para este verano. A su vez, el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación seleccionó a Caviahue Copahue, con sus valles, cascadas y bosque de araucarias, como una de las tres ciudades argentinas (junto a San Francisco de Alfarcito de Jujuy y Trevelin, de Chubut) para representar al país ante la Organización Mundial del Turismo (OMT), en el concurso internacional Best Tourism Villages, que se realizará en diciembre y determinará cuál es el pueblo más lindo del mundo.
El antecedente que recuerdan en Neuquén
La mayoría de las veces las cenizas que caen en Argentina corresponden a volcanes de Chile, afectada por razones geográficas y climáticas, sobre todo el tema vientos que las traen a territorio nacional. El más recordado de los últimos tiempos fue el Puyehue, que hace once años catapultó con una nube de cenizas el oeste patagónico, en la zona de Villa La Agostura y San Carlos de Bariloche, y que se extendió por cientos de kilómetros.
También estuvo la imagen imponente del volcán chileno Villarrica. El 3 de marzo de 2015, por la madrugada, sorprendió con explosiones y movimientos sísmicos, hasta entrar en erupción. Lanzó una columna de fuego de 3 kilómetros de altura. Antes, los gobiernos habían evacuado a las poblaciones ubicadas a 10 kilómetros a la redonda, por ejemplo la coqueta Pucón.
Aun así, la lava destruyó dos puentes que dejaron aisladas a varias familias quedaron aisladas, sin agua varias poblaciones y enturbió los ríos producto del deshielo que se junta con el material volcánico. Hoy, ese mismo volcán tiene alerta amarilla.