El Centro Isauro Arancibia (CEIA), ubicado en Av. Paseo Colón 1366 en el barrio de San Telmo, es una institución educativa que hace más de 20 años trabaja con personas en situación de calle. Al lugar asisten bebés, niñas y niños que hacen su escolaridad primaria; y adolescentes, jóvenes y adultos que cursan primaria y secundaria. Además se dictan cursos de diferentes oficios, de arte y formación integral para el trabajo; y los días sábados abre un Centro de Actividades Infantiles, para niñas y niños del barrio. Lamentablemente ninguno de esos espacios entró en funciones desde el comienzo de clases, porque las obras del metrobús taparon las salidas de las cloacas y las aguas negras comenzaron a brotar hacia el interior del edificio.
“Desde el 2 de marzo pasado, estamos afectados por las aguas cloacales que emergen dentro del edifico, que retornan por algún problema en la cañería de desagote. Este inconveniente, en principio, tiene que ver con la intervención de la obra del metrobús de Paseo Colón”, cuenta a Tiempo una trabajadora del colectivo de docentes del Isauro. La maestra asegura que, hasta la fecha, no hubo acercamiento ni ningún tipo de información por parte del ministerio de Educación de la Ciudad. “No estamos teniendo ningún acompañamiento de la cartera educativa ni de otro ministerio porteño, y esto es muy grave”, agrega.
En el lugar, solamente comenzaron las actividades del 27 de febrero para el jardín maternal y para el grado de nivelación de primaria. El jueves 2 de marzo se inundó la escuela y desde entonces tuvieron que cancelar todas las actividades.
Bajo la consigna «Les estudiantes adentro y la mierda afuera», docentes, alumnos y alumnas del Isauro realizaron una conferencia de prensa y un abrazo al edificio escolar este lunes pasadas las 11 de la mañana. «Estamos esperando que algún funcionario de la Ciudad se haga cargo de esta situación, que den la cara. Nadie nos informa nada sobre la macana que se mandaron que provocó que los residuos cloacales emerjan en nuestra escuela”, contó a Tiempo Susana Reyes, histórica directora del Isauro.
Para la referente educativa, la falta de acción y compromiso de la administración de Rodríguez Larreta, tras nueve días sin clases, tiene que ver con que “a ellos no les importa la educación pública, más allá de que se llenan la boca constantemente con que la educación es prioridad. Y sabemos que es así porque cada año recortan presupuesto, porque cada vez invierten menos en mantenimiento escolar, porque hay alacranes en el Lengüitas, porque los pibes se nos desmayan porque no tienen ventiladores”, agrega.
Reyes considera que con el Isauro el gobierno porteño está obsesionado: “siempre nos han querido cerrar. Son años de lucha y de resistencia que venimos llevando adelante contra esta gestión porque, para ellos, San Telmo tiene que ser un polo turístico y no tiene que haber gente en situación de calle. Hace poco nos enteramos mediante una licitación pública que Larreta piensa que los que duermen en la calle producen contaminación visual. Ya sabemos lo que ellos piensan y cuál es su mirada”, termina.
Del abrazo a la escuela, participaron organizaciones de derechos humanos, legisladoras y legisladores porteños, sindicatos y referentes educativos.
Historia del Isauro
La escuela tiene su origen en el año 1998 cuando la maestra Susana Reyes comenzó a dar clases a un grupo de mujeres de AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina). Con el permiso de su maestra, estas mujeres que querían terminar sus estudios primarios, empezaron a llegar al aula acompañadas de niñas, niños y jóvenes que se encontraban en situación de calle, durmiendo en la zona de Retiro y Constitución. Actualmente, el Isauro, es “un Movimiento Pedagógico que trabaja diariamente con más de 300 niñas, niños, jóvenes y adultos en SITUACIÓN DE CALLE, desarrollando acciones tendientes a la restitución y promoción de los derechos vulnerados y brindando herramientas y oportunidades para la construcción de proyectos de vida dignos y saludables”, detalla en su página web.