“Como le dije a cada mamá que me pidió ayuda, yo estoy. Siempre y cuando la mamá no sea parte del problema”, de esta manera el intendente interino de Lanús, Diego Kravetz (PRO) increpó en sus redes sociales a Gladys Guerrero, madre del adolescente Agustín Guerrero (16), que fue asesinado por la policía bonaerense el pasado 11 de marzo.
Según trascendió, la madre del adolescente le había remitido un mensaje donde lo acusaba por el asesinato de su hijo y desmentía la versión oficial sobre un enfrentamiento a tiros. Entre el dolor y la bronca, Guerrero denunció que Kravetz se encuentra en su cargo para matar inocentes, que su hijo “jamás se enfrentó con la policía” y que tiene todo grabado en videos. También aseguró que desde su cartera, se busca “hacer lo mismo” con su otro hijo que se encuentra privado de su libertad.
Cabe recordar que no se trata de la primera acusación que Kravetz recibe por violentar los derechos de las niñas, niños y adolescentes del municipio. Ya en 2017, Elena Fernanda Rivas, madre de “El Polaquito”, presentó una denuncia penal por la exposición mediática, extorsión, amenazas y violencias sufridas por su hijo antes y después de la participación en el programa televisivo Periodismo para Todos, conducido por Jorge Lanata.
Esta denuncia motivó un pedido de explicaciones por parte del Concejo Deliberante de Lanús. No conforme con ello, también fue denunciado, junto al intendente Néstor Grindetti, por desaparición forzada y torturas por un operativo policial desplegado en abril de 2017 en el comedor Cartoneritos – Sueños Bajitos del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), de Villa Caraza, cuando un centenar de niños se disponían a cenar.
Ironía y misoginia
Kravetz expuso en Twitter el mensaje de la madre de la víctima de gatillo fácil y la captura de una historia de Facebook donde se convocaba a pedir justicia por Agustín Guerrero e ironizó: “Me imagino que tuvo una vida difícil si salió de un auto que robó en Capital a los tiros contra la Policía, resultando muerto en el enfrentamiento”. Y siguió: “Imagino también que su otro hijo, que está preso por robo de motos, sufre por su hermano”.
No conforme con ello, se despachó de la siguiente manera en relación a las madres de niñeces y adolescencias en conflicto con la ley penal: “Conozco a muchas madres que luchan para cambiar el destino trágico de sus hijos: las malas juntas, los pasillos, el barrio, las drogas, la noche. Las he visto llorar y sufrir de impotencia. Muchas veces el problema es la propia familia que vive con naturalidad el mundo criminal, las entradas y salidas constantes de comisarías, los diálogos con policías, defensores, fiscales y jueces, que transforman todo esto en la cotidianidad, en la vida misma”.
Asimismo, con desdén, expresó: “Como le dije a cada mamá que me pidió ayuda, yo estoy. Siempre y cuando la mamá no sea parte del problema”. De esta manera, responsabilizó no solo a la víctima sino también a su madre por el crimen.
Cómo mataron a Agustín Guerrero
Según publicó Diario El Norte, el pasado 11 de marzo policías motorizados de la comisaría 5° y de la Unidad Policial de Prevención Local de Lanús realizaban un operativo de tránsito en barrio Villa Jardín. Un grupo de jóvenes -entre los que se encontraba Agustín Guerrero de 16- ocupaban un auto “en actitud sospechosa” por lo cual comenzaron a perseguirlos a tiros.
A las pocas cuadras, el vehículo que los jóvenes conducían se estrelló. La policía asegura que, una vez detenido el auto, uno de ellos les disparó e intentaron huir a pie. Los efectivos policiales abrieron fuego y Agustín Guerrero recibió una bala en el abdomen. Falleció unas horas después en el hospital Evita de esa localidad.
Dos jóvenes de 17 y 19 años fueron arrestados y otro escapó. Según trascendió después, un chofer de la aplicación Cabify había denunciado en otra comisaría el robo de ese vehículo a manos de un grupo de jóvenes que había trasladado desde Capital hasta Lanús.