Hay una tendencia que se viene repitiendo en los últimos años y es la baja en la matrícula de estudiantes universitarios en las diferentes ramas de la ingeniería. Un parámetro ineludible a la hora de evaluar este punto, respecto a la cantidad de alumnos inscriptos, es la Universidad de Buenos Aires. Según registros del año pasado, la Facultad de Medicina lideró la lista de inscripciones, con 10.082 estudiantes nuevos. Le siguen Psicología, Abogacía, Contadores Público y Arquitectura. En los últimos lugares se encuentran las carreras de ingeniería en Alimentos, con apenas 99 inscriptos, e Ingeniería Naval y Mecánica con 88. Esta es una tendencia que se posiciona en la mayoría de las casas de altos estudios y ocurre todos los años. En ese marco, el Gobierno Nacional implementa becas y diferentes convenios laborales para estimular nuevos profesionales en varias áreas estratégicas.
Muchos médicos y pocos ingenieros. Podría resumirse la elección de miles de estudiantes que prefieren el ambo y el estetoscopio, antes de emprender una carrera de formación técnica universitaria en las distintas ramas de la ingeniería. ¿Las razones? pueden ser muchas además de la elección personal: tradición, cultura, o exigencias familiares. Ante esta situación, el Gobierno Nacional viene implementando las Becas Manuel Belgrano que tienen una duración de 12 meses, renovables y con un monto mensual equivalente a la remuneración neta de 2 (dos) ayudantías de segunda simple ajustable anualmente con el acuerdo paritario docente. En este momento, el incremento en el monto de las mismas para el ciclo 2023 es de $57.000.
“Las Becas Manuel Belgrano están porque Argentina necesita más ingenieros navales, civiles, metalúrgicos, eléctricos y más técnicos también. Todos los que estamos acá soñamos que ustedes trabajen también de eso y por eso creemos que es muy importante juntar a las empresas con la universidad”, sostuvo el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk durante un encuentro a inicios de este mes, con el presidente de Tandanor Miguel Ángel Tudino, durante la firma del convenio que se realizó en el Complejo Industrial y Naval Argentino.
La rúbrica entre ambos, estableció un convenio para que estudiantes que reciben las becas realicen prácticas formativas y laborales en el complejo industrial y naval argentino del Estado, uno de los mayores astilleros navales de Sudamérica, especializado en reparación y conversión de embarcaciones. El convenio se firmó en el marco del Programa de Vinculación entre el Sistema Nacional de Becas y el Mundo del Trabajo de la secretaría de Cooperación Educativa y Acciones Prioritarias, el cual constituye una política estratégica e inclusiva de interconexión entre el sistema educativo y la producción.
Desde Nación aseguran que el documento firmado propone la implementación de distintos tipos de acciones formativas, con las prácticas y problemáticas concretas en el ámbito laboral de interés: organizar visitas técnicas al Complejo Industrial de Tandanor; difundir la oferta de prácticas, pasantías y oportunidades laborales proporcionadas por las empresas brindando apoyo a las y los becarios en la presentación de sus solicitudes; y realizar encuentros formativos en universidades y establecimientos educativos que permitan fortalecer el conocimiento de los becarios sobre la industria naval argentina e Identificar las necesidades de la industria naval y generar acciones específicas.
Para este año, hubo alrededor de 36 mil becas Manuel Belgrano y no solamente alcanza a las carreras de ingeniería, también contemplan la formación en diferentes áreas: licenciados en Bibliotecología y Ciencia de la Información; en Análisis de Sistemas; Licenciatura en Ciencia y Tecnología de Alimentos, Veterinarios; Profesores y profesoras de Enseñanza Media y Superior en Química, en Matemática, Biología, en Física, geografía y Filosofía, entre cientos de formaciones estratégicas más.
La presencia del Estado ante la carencia de profesionales
Las ciencias médicas son las predilectas de las y los argentinos y no es una tendencia que se repite año tras año solo en la UBA, es una elección que repercute en cada casa de altos estudios. Para este 2023, la Universidad Nacional de La Plata indicó que, de los 33.678 inscriptos totales para este ciclo lectivo la mayor cantidad de ingresantes se inscribieron a la Facultad de ciencias médicas: 4.471 estudiantes. Le siguen Psicología con 3.452; Humanidades y Ciencias de la Educación con 3.443; Artes, Ciencias Jurídicas y Sociales, Económicas; Ciencias Agrarias y Forestales; y en último lugar Ingeniería e Informática, con apenas 329 estudiantes.