Con los roedores presentes en más de 60 escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, y agotadas todas las técnicas convencionales de desratización implementadas en las escuelas porteñas, el Ejecutivo porteño decidió volver a la Ley de la Selva: que el más fuerte se alimente del más grande. De esta manera reconoció que las herramientas con las que contaba para la desinfección de las escuelas eran escasas e ineficaces, y determinó incorporar un nuevo sistema: colocar gatos en los establecimientos educativos.
Al menos eso hizo el Ministerio de Educación esta semana en tres escuelas porteñas que comparten el mismo edificio: el Colegio N° 16 Guillermo Rawson, que funciona en el turno vespertino; el Liceo 11 Cornelio Saavedra que dicta clases por la tarde; y el Colegio N° 12 Reconquista, donde asisten cientos de estudiantes en el turno mañana.
La comunidad educativa considera que esta situación «es un chiste» y una falta de respeto al reclamo sanitario que desde noviembre del año pasado sufren docentes y estudiantes de las tres escuelas.
“Hace varios meses que estamos reclamando la presencia de ratas en la escuela, más precisamente desde noviembre del año pasado. Hicimos múltiples pedidos, elevamos las actas correspondientes para que desraticen. Pusieron cebos y trampas pero las ratas siguen más presentes que nunca”, cuenta a Tiempo Lisandro Rappetti, docente de la escuela N° 16 Guillermo Rawson. Como en el resto de las escuelas que denunciaron la presencia de esta plaga, los estudiantes se sienten inseguros y consideran que no pueden seguir yendo a clases en estas condiciones.
“Ayer se cumplieron dos semanas que las clases se dictan de manera discontinua, de manera reducida, muchos días firmamos actas y nos vamos porque las ratas están por todos lados. Cuál fue la solución que encontró el ministerio de Educación para desratizar la escuela: traer un gato negro”, agrega Rappetti.
Un gato para para la desratización
El docente estima que el gato lo trajeron el martes de la semana pasada porque apareció de un momento a otro. Lo trajeron en una jaula, con una bolsita con alimento y lo tiraron en el edificio. “El animal tiene miedo, se esconde en las aulas y cuando ve mucha gente sale disparando. Imaginate que en la escuela entre los tres turnos circulan más de 700 estudiantes”, detalla
Los estudiantes, enfurecidos por la situación, increparon a los supervisores del distrito que antes de ayer se acercaron a la escuela. Les pidieron respuesta y la supervisión alegó que ellos son supervisores pedagógicos y que tienen una capacidad limitada para resolver el tema. “Esta respuesta molestó muchísimo más a la comunidad educativa”, agrega Lisandro.
El edificio escolar ocupa más de un cuarto de manzana y, la comunidad educativa, irónicamente, considera que, si tienen que traer gatos para sacar a las ratas no alcanza con uno solo, deben traer una cuadrilla. Las ratas caminan por las aulas, el patio, los pasillos de la escuela y hasta se trepan por los techos y los árboles del patio interno.
Poca inversión y desinterés por lo público
“Es evidente que hay un desinterés por la escuela y la educación pública y minimizan todos los reclamos que estamos haciendo desde la comunidad. No quieren solucionar el problema de las ratas porque esto implicaría manejar unos costos importantes. La solución no es el gato, y los cebos tampoco porque no dieron resultado. Es más, la comunidad de ratas se incrementó mucho más estas últimas semanas”, explica a este medio Claudia Carrillo, docente y educadora del Liceo 11.
Hace varios días que el gato no aparece, hay quienes intuyen que se fue del colegio porque vivía asustado. «Estamos trabajando entre excrementos de ratas y entre turno y turno hay que limpiar todo el colegio de vuelta porque aparece más caca de roedores en las mesas y en todos lados. No nos parece justo para el gato que este solo en un edificio de tres pisos, solo asustado. Los estudiantes se lo quieren llevar pero los directivos tienen miedo porque saben que el gato es del ministerio de Educación”, agrega.
Laura
14 May 2023 - 16:12
A mi.me desapareció mi gato (negro) la semana pasada. Me lo habrá afanado Larreta??