La cooperativa “La Comadreja Corporeiyon” está formada por un colectivo de trabajo transfeminista que se dedica a la construcción de viviendas isleñas. Está ubicada en la primera sección del Bajo Delta del río Paraná, dentro del municipio Tigre, en la provincia de Buenos Aires. Su emplazamiento se encuentra en una zona rural e insular, conocida como humedal.

Este emprendimiento surgió en respuesta a la difícil situación laboral agravada por la pandemia de Covid-19, en el año 2020. Por eso, profesionales y trabajadores de diversos campos de la construcción se asociaron para trabajar en conjunto, dando así lugar a la creación de este espacio autogestivo. Agradecen al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), con quien mantienen una relación activa desde que tramitaron la matrícula.

“Nuestra cooperativa está compuesta por trece personas que se identifican como no binarias, transmasculinas, lesbianas y mujeres cisgénero”, contó María Ferreyra, presidenta de la cooperativa, en diálogo con Tiempo. Siguió relatando que se especializan en brindar “servicios para la construcción de viviendas palafíticas de madera, en steel frame y técnicas de construcción con barro y permacultura”.

Perspectiva de género en el trabajo

“También ofrecemos hacer ampliación, remodelación, colocación de revestimiento y aislamiento, techos, decks, pasarelas, muelles, instalaciones eléctricas, plomería y trabajos de pintura”, detalló María. En un corto período temporal, “hemos construido más de diez viviendas y completamos numerosos proyectos de menor escala: somos la única opción con una perspectiva de género dentro del rubro en la región”, subrayó.

“Si bien nuestro principal objetivo es fomentar el desarrollo laboral y asegurar la estabilidad económica de todas las personas que forman parte de la cooperativa, también nos involucramos social y comunitariamente en nuestro territorio”, aseguró la presidenta. En esta línea señaló que unos de los objetivos de “es democratizar el conocimiento, promoviendo la formación en oficios para personas LGBTIQ+ y mujeres cisgénero del Delta”.

Formación en oficios

“Es por eso que tenemos una experiencia acumulada en la creación de espacios de aprendizaje abiertos en nuestras obras y ofrecemos talleres gratuitos de electricidad en los centros de Atención Primaria de la Salud de las islas”, contó María a este diario. Actualmente, “estamos trabajando en la colaboración con estos espacios para iniciar un nuevo ciclo de talleres”, agregó.

“Tenemos como misión establecer un espacio propio de educación en oficios para las mujeres y la comunidad LGBTIQ+”, puntualizó la presidenta. Además, participan en acciones comunitarias, “como donar jornadas de trabajo a familias con dificultades habitacionales o a personas que han perdido su hogar en incendios, hemos colaborado en la construcción de espacios comunitarios, entre otras cosas más”, apuntó en relación a la solidaridad mecánica del sector que busca el bien común.

Un trabajo sostenido en el tiempo que genera valor

“Por el crecimiento que tuvimos en los últimos años, actualmente buscamos expandir nuestras actividades económicas mediante la creación de nuestro propio taller de carpintería, herrería y desarrollo tecnológico con perspectiva de género”, adelantó María. Continuó explicando que “esto diversificará nuestras oportunidades laborales, nos permitirá generar nuevos puestos de trabajo en la cooperativa y beneficiará a la población LGBTIQ+ del Delta”.

“La cooperativa está compuesta por trece personas que nos identificamos no binarias, transmasculinas, lesbianas y mujeres cisgénero”, reiteró la presidenta sobre el espacio autogestivo e inclusivo que formaron. Finalizó ahondando en que “venimos realizando un trabajo colectivo sostenidos en el tiempo con el que hemos generado valor, pretendemos obtener muchos logros a futuro con el acompañamiento del INAES, para poder incorporar a muchas personas más”.