A pesar de que en la opinión pública pareciera que los reclamos estudiantiles en CABA cesaron, que ya no toman medidas de fuerza y que decidieron terminar con las tomas de escuelas porque la cartera educativa logró controlar la situación –con el silencio de los medios masivos y con la decisión de la ministra Soledad Acuña, de no hablar más del tema–, se trata de un panorama alejado de la realidad.
Este miércoles, el centro de estudiantes de la Escuela de Educación Media N° 1 del Distrito Escolar 16 «Rodolfo Walsh», votó tomar el edificio escolar hasta las 18:30 del jueves. “Es porque la ministra se sigue negando a mantener una reunión conjunta con las y los referentes de todas las escuelas secundarias. Intenta fragmentar el reclamo y nos llama por separado”, cuenta a Tiempo Serena Burkhardt, del centro estudiantil.
La estrategia del Ministerio de Educación porteño ya no se basa solo en ignorar las reivindicaciones y reclamos del movimiento estudiantil, sino que en los últimos días –según denuncia el alumnado– el Ejecutivo porteño intenta fragmentar y dividir la organización buscando reunirse con representantes de cada establecimiento en particular para resolver particularidades de cada escuela, ignorando las exigencias colectivas. “Uno de los objetivos de las tomas y de los pernoctes es que nos den una mesa de diálogo amplia, con representantes de todas las escuelas. Todos juntos, no por separado –agrega Serena–. Lo que queremos discutir no es solamente el tema de las viandas como se quiere instalar, o la infraestructura de edificios, ratas, etcétera, sino que las comunidades educativas participen de la discusión del presupuesto 2023. No solo tenemos el peor presupuesto educativo del país en la Ciudad más rica, sino que encima se subejecuta”.
Tras las tomas, el Ministerio de Educación convocó a los grupos a reuniones individuales, escuela por escuela. Quien tuvo la función de fragmentar al movimiento de estudiantes fue Sergio De León, titular de la Dirección de Educación Media quien, junto a Oscar Ghillione (subsecretario de Carrera Docente); Eugenia Cortona (subsecretaria de Agencia de Aprendizaje a lo largo de la vida) y Osvaldo Crespi (Jefe de Gabinete de la Dirección General de Escuelas de Gestión Estatal), intentaron convencer individualmente a estudiantes “que las malas condiciones edilicias, las viandas en mal estado, la falta de insumos escolares, solo ocurrían en nuestra escuela, y no en todas como sabemos que así sucede”, advierte Serena.
“Está claro que esto lo hacen para dividir al movimiento estudiantil y particularizar el problema, porque si ellos juntan a cincuenta colegios en una misma mesa con la ministra de Educación, estarían reconociendo que el problema es general, como verdaderamente lo es”, acota.
La otra estrategia de la cartera educativa se centra en que si un colegio se toma, el dictado de clases se realice en otra escuela. Las y los estudiantes aseguran que con esta movida, no solo intentan ignorar el problema sino «simular una aparente preocupación» por la continuidad escolar.
“En las últimas horas tomamos conocimiento por parte de las autoridades de la Escuela de Educación Media N° 1 DE 16 Rodolfo Walsh se encuentra en situación de toma por parte de un grupo de estudiantes”, comienza el correo electrónico que la ministra Acuña envió a las familias de la comunidad educativa. “De forma excepcional, los/as estudiantes tendrán clases en la Escuela de Educación Media N° 3 DE 17 ‘Antonio Devoto’ ubicada en Mercedes 4002, Villa Devoto. Estarán acompañados/as de autoridades de la Dirección de Educación Media, de la Supervisión, de la escuela y de los/as docentes”, agrega el correo, y termina: “aquellos estudiantes que participen de la toma tendrán falta injustificada, a los fines del cumplimiento de la Regularidad Escolar”.
Si bien la iniciativa no se concretó porque las y los maestros decidieron no acatarla, el enojo llegó al conjunto de las familias de la comunidad educativa de la Walsh. «Nuestro hijo no está en la toma pero no va a concurrir a esa otra escuela por varios motivos. En primer lugar, porque el gobierno de Larreta sigue evitando resolver el conflicto generando respuestas para enfrentar a la comunidad. Segundo, porque nosotros elegimos una escuela para él y nos proponen que hoy vaya a otra y acá no hay un tema de riesgo edilicio, lo que hay es la decisión política de no resolver algo que está a su alcance con solo convocar al diálogo”, explica a Tiempo Hernán, padrede un estudiante de la EEM N° 1.
“Por último –concluye–, esta decisión es inconsulta y llega a través de WhatsApp el día anterior a las 21 horas. Le pedimos a Acuña que dialogue y resuelva los problemas en lugar de profundizarlos complicando la organización de las familias y eligiendo siempre el castigo”.