El hecho sucedió en 2017. La bibliotecaria María de los Ángeles Paris fue ingresada de los pelos a la seccional 10ª y esposada en un cuarto. El comisario y una mujer policía fueron imputados por homicidio preterintencional. Los otros tres por incumplimiento de deberes. Seguirán en libertad.
Con esta calificación, el juez José Luis Suárez no hizo lugar al pedido de los abogados querellantes que representan a la familia de María de los Ángeles, quienes sindicaron al comisario y la mujer policía por torturas seguidas de muerte, privación ilegítima de la libertad por abuso funcional agravado, incumplimiento de los deberes de funcionario público junto con la sustracción o inutilización de objetos custodiados. Para los otros tres, los querellantes habían solicitado incumplimiento de los deberes de funcionario público y sustracción e inutilización de objetos custodiados. El magistrado dispuso que todos siguieran el proceso en libertad y les fijó una serie de reglas de conducta. “Nosotros entendemos que hubo lesiones, como la segunda autopsia lo dijo: fue tormento seguido de muerte. La Policía está entrenada, sabe cómo golpear, sabe cómo pegar, es imposible que se les haya ido la mano, realmente quisieron que se les fuera la mano”, dijo Guillermo, hermano de María de los Ángeles, al salir de la imputativa que se realizó este martes por la tarde en el Centro de Justicia Penal.
Este es el primero de los progresos que tiene la investigación por la muerte en custodia de María de los Ángeles en más de dos años. “Es un acto procesal que, a nuestro entender, se debería haber llevado adelante muchos meses atrás. Porque ya tenemos mucha evidencia producida que nos indica responsabilidades dentro de este caso”, dijo a El Ciudadano el abogado Federico Pagliaro, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humamos (Apdh Rosario), querellante en la causa junto con Amsafé Rosario y la Cátedra de Criminología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
La pesquisa de la Fiscalía
La fiscal Bartocci dio detalles de lo que determinó la pesquisa del Ministerio Público de la Acusación (MPA) sobre lo que pasó ese 3 de mayo en la seccional 10ª de la zona norte. Los dos policías más comprometidos son el comisario Silvio Cortez y la uniformada Susana Domínguez, mientras que a los otros tres policías que estaban en la dependencia, identificados como Damián Zalazar, Silvina Gianotti y Andrea Allovatti les atribuyeron una calificación menor.
Alrededor de las 21 de ese 3 de mayo de 2017, María de los Ángeles Paris se presentó en la sala de guardia de la comisaría 10ª y fue recibida por Allovatti –dijo la fiscal– y agregó que la mujer policía pudo observar que la víctima requería algún tipo de atención médica. Un planteo que remarca la querella y la familia de la docente es que aún no se sabe cómo llegó María de los Ángeles a ese lugar, el cual no está ni cerca de su casa, ni de su trabajo.
La funcionaria del MPA continuó con los detalles de los movimientos de la víctima: a las 21.30, María de los Ángeles se retiró de la seccional y se dirigió a la Funeraria Oeste, que está enfrente. Cinco minutos después, volvió a la comisaría, entró y permaneció unos segundos. Al salir fue otra vez a la Funeraria. A las 21.40, María de los Ángeles caminó por Darragueira hacia el sur hasta la esquina con Marull, donde intentó treparse a unas rejas de la casa de una vecina, subir a un automóvil y correr por la calle, según indicó la acusación.
Los policías Zalazar y Gianotti la hicieron subir al móvil policial y se dirigieron nuevamente a la seccional. Al llegar, María de los Ángeles permaneció unos minutos sentada en el tapial y luego caminó hacia un domicilio ubicado a unos metros por la misma vereda cerca de la intersección con Maciel. En ese momento entraron en escena los homicidas, el comisario Cortez la tomó de los cabellos, la sujetó del cuello y la inmovilizó llevándole su brazo por detrás de la espalda junto con la agente Domínguez, quien la tomaba por los pies, y la ingresaron en la comisaría. María de los Ángeles trató de soltarse, entonces el jefe de la seccional se acercó y con Domínguez le colocaron las esposas de seguridad sujetándole las manos por delante, describió Bartocci para agregar que la apoyaron boca abajo, acostada sobre el piso de un cuarto de la dependencia, provocándole una lesión. “Como consecuencia de esta situación provocada por el comisario Cortez y Domínguez y la negligencia de no prestarle atención médica adecuada, le provocaron la muerte a María de los Ángeles París”, explicó la fiscal en su acusación.
Con respecto a Zalazar, Gianotti y Allovatti, Bartocci les achacó que “omitieron” solicitar asistencia médica oportuna, ya que el primer llamado al Sies lo hicieron a las 22.10. También “omitieron” guardar en depósito o devolver las ropas que la víctima estaba utilizando hasta el momento de su muerte. Tras exponer la acusación, la fiscal pidió la imputación para Cortez y Domínguez como autores de los delitos de homicidio preterintencional e incumplimiento de los deberes de funcionario público. En tanto, para el trío pidió incumplimiento de los deberes de funcionario público en calidad de coautores. Para todos solicitó que continúen el proceso con medidas alternativas a la prisión preventiva.
En tanto, la querella representada por los abogados Julia Giordano, Santiago Bereciartúa y Federico Pagliaro pidieron que el comisario y la uniformada Domínguez sean acusados por los delitos de torturas seguidas de muerte con privación ilegítima de la libertad por abuso funcional agravado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y sustracción o inutilización de objetos custodiados, ya que la ropa de María de los Ángeles nunca apareció. Además de la prisión preventiva para ambos, mientras que para los otros tres policías solicitaron el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público y sustracción e inutilización de objetos custodiados.
Tras escuchar a las partes, el juez Suárez resolvió aceptar la acusación de la Fiscalía y no dio lugar a las calificaciones legales presentadas por la querella, ya que entendió que no se dieron los tipos penales en los hechos descritos, según indicaron voceros judiciales. En cuanto a las medidas cautelares para Cortez y Domínguez dictó la presentación cada 15 días ante la OGJ (Oficina de Gestión Judicial) y para Zalazar, Gianotti y Allovatti la presentación mensual ante el organismo y dispuso una serie de normas como no salir del país ni acercarse a los familiares de la víctima.
La reautopsia fue clave
La primera autopsia realizada a María de los Ángeles Paris tras su muerte dentro de una comisaría rosarina dejó más dudas que certezas. El médico del Instituto Médico Legal (IML) a cargo concluyó que se trató de una muerte natural, lo que provocó el inmediato rechazo de organismos de derechos humanos, miembros de Amsafé y familiares de la bibliotecaria, de 45 años. Fue en ese sentido, que Pagliaro consignó que para llegar a la imputación de este martes “uno de los elementos más importantes fue la reautopsia, la primera que se realizó en la provincia de Santa Fe”.
“Denunciamos que la primera autopsia estaba mal hecha y consignaba una causa de muerte que era falsa. Con la reautopsia que se llevó adelante por personal de la Corte Suprema de Justicia de la Nación se pudo concluir que existieron múltiples lesiones sobre el cuerpo de Paris que fueron constatadas en vida, es decir que las sufrió antes de la muerte”, dijo el querellante. Y agregó: “Y entonces cambió la causa de muerte. Se vinculó el deceso a todas las lesiones que sufrió, a la asfixia a la que fue sometida. Ella fue esposada boca abajo en un cuarto de la comisaría 10ª, previamente a ser golpeada y ser privada ilegalmente de la libertad”.
“Ese resultado hace prácticamente un año que lo tenemos. Se demoró mucho este tema”, se quejó el letrado. Y agregó: “Ahora pedimos la celeridad que no tuvo”.
“Esto continúa”
Apenas terminada la audiencia, Guillermo Paris, hermano de María de los Ángeles, se refirió a la decisión del magistrado de aceptar la acusación de la Fiscalía como un homicidio preterintencional y dejar de lado las torturas propuesta por la querella. “Los cinco policías involucrados no actuaron bajo ningún protocolo con intención de salvaguardar a mi hermana o a las demás personas. La causa está caratulada como homicidio preterintencional, que es el homicidio donde hubo intención de hacer un daño, pero supuestamente no hubo intenciones de matarla. Nosotros entendemos que hubo lesiones, como la segunda autopsia lo dijo: fue tormento seguido de muerte. Para nosotros sí hubo daño. La Policía está entrenada, sabe cómo golpear, sabe cómo pegar, es imposible que se les haya ido la mano, realmente quisieron que se les fuera la mano”, señaló Guillermo, quien dejó un mensaje claro sobre el acompañamiento que tendrá la familia y las organizaciones sociales para con este proceso. “Esto continúa, ni siquiera empezó el juicio, falta la audiencia preliminar donde las partes presentan todas las pruebas y después el juicio oral, así que seguiremos presentado pruebas”, remarcó Guillermo.
Celeste López y Mariano Gorini serían los nombres de los agresores.
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