Un estudio realizado por científicos del Conicet, recientemente publicado en la revista OncoImmunology, detalla una nueva estrategia terapéutica para el tratamiento de tumores malignos, basada en la inmuno-oncología.
“Nosotros focalizamos nuestros estudios en dos aspectos: Por un lado, nos preguntamos en qué molécula podemos hacer blanco y, en segundo lugar, cómo podemos hacer efectivamente blanco en esa molécula, para después generar una herramienta que pueda ser convertida en una terapia para el paciente”, explica Norberto Zwirner, director del laboratorio de Fisiopatología de la Inmunidad Innata en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET- F-IBYME) y también al frente de esta investigación. A partir del análisis de pacientes con tumores renales, el estudio refuerza la hipótesis de que una proteína conocida como “MICA” podría servir como blanco inmuno-oncológico.
MICA es una molécula que se expresa en células tumorales. «Si uno quiere hacer blanco en una molécula con anticuerpos, en el marco de una terapia inmuno-oncológica, hay que demostrar que esta proteína se encuentra expresada puntualmente en la superficie de los tumores. Para probarlo no alcanza solamente con hacer estudios en líneas celulares in vitro, porque las células en cultivo sufren cambios a lo largo de los años, sino que hay que verlo en muestras de pacientes. Eso fue lo que nos propusimos hacer en este trabajo”, afirma Zwirner.
El estudio tiene como primera autora a Florencia Secchiari, becaria del CONICET al momento de realizarse los estudios, y que estuvo co-dirigido por Carolina Domaica, investigadora del Consejo en el IBYME. Para llevar la investigación adelante, se asociaron con equipos de cirugía del CEMIC (Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas) y del Hospital Alemán de Buenos Aires, que proveyeron muestras de tumores renales extraídas a pacientes al momento de la cirugía.
“De este modo pudimos corroborar que MICA se encuentra en la superficie de las células tumorales de los pacientes con carcinoma renal, pero que no se expresa en células de sangre de estas mismas personas, ni en células de sangre de donantes sanos. Estos datos, sumados a otras evidencias experimentales, indican que podríamos atacar el tumor mediante anticuerpos, haciendo blanco en MICA, probablemente sin afectar a otros tejidos. Hay que tener en cuenta que muchas veces el problema del uso de anticuerpos para inmunoterapia en cáncer es que atacan a los tumores, pero también generan efectos adversos no deseados, porque dañan tejidos sanos”, remarca Zwirner.
Las y los investigadores, apuestan desarrollar una modalidad de terapia que pueda ponerse a prueba en ensayos clínicos y convertirse en una nueva oferta terapéutica para pacientes oncológicos.
Ventajas del nuevo estudio
La inmuno-oncología es una estrategia terapéutica para el tratamiento de tumores malignos que se basa en estimular el sistema inmunológico del paciente para que combata al tumor y lo elimine. Aunque los blancos terapéuticos actuales de este tipo de tratamientos funcionan muy bien en ciertos pacientes, fallan en tratar de ayudar a otros. Esta alternancia entre éxitos y fracasos impulsa a los y las especialistas a buscar moléculas que puedan servir como blancos terapéuticos de nuevos tratamientos inmuno-oncológicos.