En tiempos de desinformaciones y fake news, un informe elaborado por Fundación Huésped –en colaboración con la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) y la Universidad ISALUD – revela el peso que tiene la televisión como fuente de información incluso para temas relacionados con la salud, como la vacunación. De una encuesta realizada a 23.264 personas, un 66,1% dijo usar como fuente la televisión para la toma de decisiones sobre vacunación. El estudio, realizado para “identificar las actitudes y prácticas en relación con las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación y las vacunas contra COVID-19 en la Argentina”, expone también que 7 de cada 10 personas dicen haber recibido todas las vacunas del calendario nacional, al tiempo que 9 de cada 10 personas tienen una intención positiva hacia la vacunación para prevenir el coronavirus.
La televisión como fuente aparece con aún más peso entre adolescentes, con el 72,4%, y entre población de barrios socioeconómicamente vulnerables, con el 73,2%. Además entre la población total encuestada el 57,6% recibió información para decidir sobre vacunación a través de diarios y portales de noticias. Otras fuentes nombradas fueron: Instagram (46,5%), familiares y amigos (35%), radio (34,4%), Google y otros buscadores (32,6%), Twitter (25,9%), Facebook (20,3%), WhatsApp (18%) y YouTube (11%). Sólo el 24,2% consulta a su médico/a de cabecera, y un 31,4% a otres profesionales de la salud. También fue muy baja la referencia al ámbito educativo: un 3,6% respondió haber recibido información de la escuela y un 9,7% de la universidad.
El Calendario Nacional de Vacunación (CNV) incluye 20 vacunas obligatorias para todas las etapas de la vida y es el más completo de la región. Y si bien tiene una aceptabilidad muy alta, las coberturas de vacunación vienen registrando un descenso gradual, con una disminución promedio de 10 puntos en la última década, especialmente en las vacunas de la infancia y la adolescencia. El Índice de Confianza y Acceso a Vacunas en la Argentina (ICAV) fue de 86,9% en 2020, un 7,2% menos que en 2019. Un fenómeno que se agudizó, a nivel global, durante la pandemia y que obliga a tomar medidas para revertirlo.
Los resultados de la encuesta mostraron que, sobre las personas que indicaron no haberse dado todas las vacunas (27, 8%), un 40,2% apuntaron que el motivo para no haberlo hecho fue que desconocían las vacunas que podrían aplicarse. Solo un 15,8% mencionaron que no quisieron darse la o las vacunas correspondientes. Sin embargo, dentro de ese grupo quedaron en evidencia algunas particularidades.
Entre las y los encuestados de los barrios vulnerables, por caso, 6 de cada 10 dijeron haber recibido todas las vacunas recomendadas en el calendario nacional: una cobertura por debajo del resto de los grupos poblacionales. Pero en ese grupo solo el 9,7% del total expresó que no quiso darse la o las vacunas correspondientes. Por el contrario, la mayoría dijo desconocer las vacunas que podrían darse (35,8%), no recordar qué vacunas recibieron (24,8%) y no vacunarse por falta de tiempo (17%). Entre las personas encuestadas que pertenecen al sector de la salud, en cambio, el porcentaje de quienes tomaron la decisión de no vacunarse se eleva al 22,1%: el más alto de negativa entre los grupos poblacionales estudiados.
“Cuando se analizan las razones por las cuales aumenta la actitud negativa hacia las vacunas, aparece la preocupación sobre los riesgos o efectos a futuro”, explicó Virginia Zalazar, investigadora de Fundación Huésped a cargo del estudio. En las conclusiones del informe, Fundación Huésped remarcó que “estos resultados acentúan la necesidad de adaptar los mensajes a cada grupo específico para aumentar la aceptación de la vacunación. Las futuras campañas de comunicación deben abordar el desconocimiento de las vacunas del calendario y la seguridad de las vacunas, ya que esas parecen ser las principales preocupaciones, particularmente entre las personas residentes de barrios socioeconómicamente vulnerables”.