Carla Vizzotti, médica infectóloga, especializada en el control de enfermedades inmunoprevenibles y responsable, durante la anterior gestión kirchnerista, de la ampliación del calendario de vacunación que es modelo en el mundo, se dice «optimista por naturaleza». No hace siquiera un mes que el ministro Ginés González García le tomó juramento como secretaria de Acceso a la Salud, y por si no bastaran los muchos desafíos que supone reconstituir el devastado sistema sanitario argentino, aparece el peligro de una nueva pandemia. Las medidas preventivas, dice, ya están en marcha. «A partir de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la estrategia que decidió implementar el Ministerio, junto a las áreas de Transporte y Migraciones, se basa en generar acciones puntuales de vigilancia y detección de personas con síntomas febriles compatibles con un cuadro respiratorio agudo, particularmente en aeropuertos, pero también en terminales terrestres y portuarias, y la recomendación a esos viajeros para que acudan a la consulta médica. No cualquier persona con fiebre, por supuesto, sino aquellas que presenten algún nexo epidemiológico con los países y ciudades donde hay circulación del virus, dentro de los 14 días desde el regreso de un área endémica».
–¿Qué tipo de controles se realizan concretamente en aeropuertos? ¿Se utilizarán termoscanners?
–La OPS desaconseja algunas medidas de detección de febriles en puntos de entrada porque son poco específicas. Por eso no usamos termoscanners. Si la persona está incubando la enfermedad sin fiebre, no la identifican y pasa sin inconvenientes. Y si tiene fiebre por algún otro motivo inespecífico, se generan acciones innecesarias. Acordamos, entonces, focalizar el trabajo con todas las tripulaciones de aviones, y barcos, micros, trenes, que todos estén entrenados para la detección precoz y, si se evalúa necesario, indicar una derivación. Estamos recibiendo información todo el tiempo de los equipos de Transporte, de Migraciones, de los responsables de sanidad de frontera, de Gendarmería. Ese es el mecanismo que se definió: una búsqueda más activa por parte del personal, estimulación de la consulta y difusión de medidas preventivas en todos los puntos.
–La Argentina no recibe vuelos directos de China.
–No, de manera que una persona afectada podría venir de cualquier otro país con casos confirmados. Pero aprendimos varias lecciones de la pandemia de gripe A de 2009, y una de ellas es que el control estricto al nivel de la cancelación de vuelos no contuvo el virus, generando situaciones complejas y enojosas.
–¿Qué es lo que se sabe hasta aquí del 2019-nCoV?
–Conocemos a los coronavirus hace mucho tiempo. Son virus que tienen la capacidad de infectar a otras especies. En China, por su cultura culinaria y los mecanismos de ingesta de alimentos, la interacción entre personas y animales en los mercados es importante, y cuando los virus van pasando de una especie a otra, pueden mutar. Allí emerge un virus nuevo, es decir, una enfermedad desconocida a la que toda la humanidad es sensible. Es cierto que la letalidad es baja. Respecto del contagio, casi todos los virus contagian sin síntomas previos, también la gripe. Este nuevo coronavirus tiene un período de incubación de dos a 14 días. El sarampión, por ejemplo, se transmite entre tres y cuatro días antes de que aparezcan los síntomas. Entonces, en este momento, la estrategia es la detección precoz. Y existe un protocolo genérico para el manejo de personas que presentan síntomas: atención, cuidado y aislamiento de ese paciente, control de sus contactos, y la toma de muestras para confirmar o descartar.
–No se habla, todavía, de pandemia.
–Por ahora la OMS ha declarado la emergencia. Cuando fue la pandemia de H1N1 fue elevándose el grado al verse involucradas todas las regiones del mundo. Hoy, ni en Sudamérica ni en África hay casos, y tampoco estamos en una etapa de transmisión de persona a persona que se considere alta.
–¿Ayudan las medidas que se están tomando en China?
–La expectativa es que el aislamiento de ciudades enteras, en la forma en que lo están haciendo, con medidas de distanciamiento social para millones de personas, sin transporte público, una cuarentena masiva que no tiene precedentes históricos, todo eso minimice las posibilidades de propagación a gran escala del 2019-nCoV. Así que somos optimistas.
–Si se llegara a detectar la presencia del virus, ¿la Argentina está preparada?
–Tenemos un Laboratorio Nacional de Referencia, en el Malbrán, que desde el primer día nos comunicó que tiene la capacidad de identificar el virus y secuenciarlo a través de técnicas de descarte. La capacidad de diagnóstico quedó instalada en el país desde 2009. Por lo demás, nuestra tarea es informar a la población y estar muy vigilantes. A nivel global, la situación es dinámica, día a día. Pero si alguien tiene fiebre o síntomas respiratorios sin haber viajado a China en los últimos 14 días ni haber tenido contacto con otra persona que haya viajado, tiene que estar tranquilo y hacer, por supuesto, la consulta médica habitual. «