Son escuelas privadas con apoyo del Ministerio de Educación jujeño, en medio de un Estado de Excepción y represión a la protesta social que se vive en la provincia gobernada por Gerardo Morales. Son para chicas y chicos de 7 a 18 años. Cuotas de miles de pesos, y la búsqueda de "orden y disciplina". Denuncias de maltratos.
Las palabras de Luciana Fernández en marzo de 2023 dan cuenta del funcionamiento cotidiano del Centro de Formación Pre Militar «Manuel Eduardo Arias» en la localidad de Libertador General San Martín. No es la única en la provincia. En un contexto de aumento de la violencia institucional en Jujuy, con distritos militarizados, las imágenes que se difundieron en las últimas horas de chicos en pleno entrenamiento castrense dan cuenta de un fenómeno que crece en esa región norteña: las academias militares para niños y jóvenes.
La «Manuel Eduardo Arias» recibe a chicos de 8 a 18 años de edad. Las jornadas de trabajo se desarrollan en el club Herminio Arrieta los miércoles y viernes de 19 a 21.30 y los sábados de 8 a 12. Van de enero hasta la última semana de diciembre. La inscripción anual es de mil pesos, y luego deben abonar una cuota similar por mes.
Fernández y su compañero, Rubén Soria (siempre vestido de militar), relataron a El Tribuno que el 2022 fue un año muy productivo: “Llegamos a tener casi doscientos sesenta chicos dentro de la academia, fue un año muy lindo se terminó bastante bien».
Sostienen que los preparan “en la parte psicológica y la parte académica”. Soria acotó: «la columna vertebral del centro de formación siempre es la disciplina, que es lo que enseñamos en el centro. Ellos aprenden a desfilar, todo lo que es movimiento, a estar firmes, a saludar a cantar, a respetar todos los símbolos patrios que es algo que se está perdiendo». También enseñan la acción en combate, defensa personal, con kung fu shalei, primeros auxilios en combate, radio, comunicación, cartografía, salvamento, rescate, cuerda. Y les enseñan su concepción de lo que debe ser el “orden” y la “disciplina” en la sociedad.
Estas academias, que suelen ser creadas por ex policías y que en la práctica funcionan como “colimbas infantiles”, son privadas, pero tienen el apoyo institucional y legal del Ministerio de Educación de Jujuy. Además, más de un egresado luego cuenta con beneficios para ingresar a la policía local.
La Academia General San Martín, por caso, se creó hace casi seis años, para chicos y chicas de 10 a 17 años. “Realizamos tareas de formación para que los estudiantes puedan ingresar a institutos militares. Tratamos de brindar una orientación vocacional y de inculcar valores para la convivencia”, indicaron en ese momento.
Mirta Sandoval, una docente de la Academia San Martín, había justificado en ese momento el surgimiento de la institución: “La inquietud de los padres y madres hizo necesaria la apertura de este lugar”. También usan armamento, como se puede ver en este video.
La Academia “General Álvarez Prado” funciona en San Salvador, Perico, Palpalá y Tilcara. Cuenta Juan Alonso en El Cohete a la Luna que recibe desde niños de siete años hasta jóvenes de 23 para enseñarles “orden cerrado, defensa personal, preparación física, búsqueda y rescate, y adiestramiento canino”.
Tanto instructores como chicos suelen estar vestidos con ropa militar. La “Gral. Pardo” se vende en las redes con frases como “prepárate con los mejores”; “academia pre militar”; “preparación integral (todo prospecto), preparación psicológica, preparación física, exámenes”.
La Academia Premilitar General Álvarez Prado también tiene su sede en Salta. De acuerdo a información de Salta12, están gestionadas por Fundación Enseñar y Aprender. La inscripción es de 3000 pesos y la cuota mensual llega a superar los $6000.
Entre los “aprendizajes” a los menores se destacan situaciones de hostigamiento y maltrato, como violencia infantil, tanto en el modo de dirigirse a ellos como en las tareas y acciones que les demandan. A veces en lugares públicos, frente al público, como en plazas y parques. Y siempre se enfatiza el “orden” y la “defensa personal”.
En la Academia Gral. San Martín, por ejemplo, enseñan lo que llaman «UNIDAD TÁCTICA DE COMBATE Y ACONDICIONAMIENTO FÍSICO (U.T.C.A.F.)»: la definen con el objetivo de “introducir al cadete en la destreza física y mental en los deportes de combate”. Las secciones con armas (que incluyen a los más niños) las desarrollan en la “Unidad de Tiro Deportivo Juvenil”.
En un marco de represión de la protesta social, de Estado de Excepción en Jujuy, y de fuerzas de seguridad actuando fuera de la ley, estas prácticas van adquiriendo cada vez más apoyos institucionales, políticas y de ciertos sectores sociales. Mientras, padres denuncian maltratos y ejercicios desmedidos. Como una madre que comentó: «Una adolescente me contaba hace unos meses de como unos compañeros suyos le habían orinado encima ante el reto de un oficial«.
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No puedo creerlo. En la Alemania de los años 30, también se armaron grupos para jóvenes que tenían por objetivo formar el disciplina, orden, nacionalismo... En realidad, fueron grupos que luego se aprovecharon como grupos de choque, tanto para fines politicos contra otros partidos, como para el hostigamiento y persecusión a grupos minoritarios que eran discriminados (Juden, homosexuell, Zigeuner)