En el último tiempo, la Argentina parece avanzar en iniciativas que apunten a modificar el contexto históricamente crítico en materia de seguridad vial. Días atrás comenzó a regir el sistema de scoring, mientras tanto la Cámara de Diputados avanza con el proyecto de Alcohol Cero, que esta semana podría aprobarse en Comisión para ser tratado en el recinto. Sin embargo, la iniciativa enfrenta escollos. No de parte de conductores sino de un actor económico: el sector vitivinícola, a quien apoya el gobierno mendocino. ¿Qué reclaman? Que solo se aplique para principiantes y jóvenes.
El gobernador Rodolfo Suárez se reunió esta semana con integrantes de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), con el objetivo de proponer un proyecto alternativo que mantenga el límite actual de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, y sólo se reduzca a 0 en el caso de principiantes y jóvenes de hasta 25 años. Según consideran, esta franja etárea es la que concentra un mayor número de siniestros graves por consumo de bebidas alcohólicas. José Zuccardi, presidente de la Coviar, resaltó que son «muy pocos» los accidentes graves que se producen cuando el conductor tiene hasta 0,5 gramos y que reducir el límite a 0 tendría varias «consecuencias negativas», desde la disminución del consumo y que los enólogos no puedan ir a trabajar en sus propios vehículos, hasta la salud de la población: «El vino es parte de la cultura y de la alimentación de los argentinos. Sacarlo de la dieta deja el lugar para las bebidas azucaradas, que causan severos problemas».
Desde el sector vitivínicola sostienen que el problema no es el límite, sino que se cumpla y se sancione rigurosamente a quienes manejan con más de 0,5 g en sangre. Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano, que se conectó por videollamada a la conferencia de prensa que brindaron autoridades de la Coviar, afirmó que Argentina realiza anualmente controles que equivalen al 0,7% de la población, mientras que en Europa el promedio es del 20%. Y consideró que con la nueva ley se necesitaría tener una mayor cantidad de alcoholímetros, personal capacitado para utilizarlos y calibrar los equipos cada seis meses.
Actualmente, las provincias de Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro y Santa Cruz, y ciudades como Mar del Plata, Santa Fe, Rosario, Posadas, Moreno, Tigre y Ezeiza, ya tienen normativa de alcohol cero en sus territorios. Y Provincia de Buenos Aires avanza con su propia ley.
El director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Pablo Martínez Carignano, manifestó que la seguridad vial es una cuestión central de salud pública: «Nada mata más jóvenes en la Argentina que la inseguridad vial. El alcohol está presente en al menos 1 de cada 4 siniestros viales que terminan con muertos. Los principales afectados son los jóvenes entre 15 y 35 años, que representan 4 de cada 10 muertos». Sobre la afirmación «pequeñas cantidades de alcohol no hacen nada», enfatizó que es «algo viejo y ha quedado perimido. La OMS dice que con la primera copa de alcohol ya empieza la afectación a nuestra capacidad y que con una graduación entre 0,1 y 0,5 es tres veces más alto el riesgo de provocar un siniestro vial que un conductor sobrio».
Desde la asociación Madres del Dolor, Viviam Perrone, también integrante del Observatorio de Víctimas de la Cámara de Diputados, remarcó que «no solamente es alcohol cero sino que se necesita educación vial y controles. No sirve de nada esta ley si no hay controles después». «