Ni todos los chicos ni todas las escuelas ni todos los días. El eslogan que adoptó el Gobierno de la Ciudad para promocionar el regreso a las aulas no tuvo su correlato total en la práctica. Más allá de porcentajes de asistencialidad dispares, y de que la concurrencia será escalonada y progresiva, hubo al menos 10 establecimientos educativos porteños que no abrieron este miércoles, entre falta de insumos, deficiencias edilicias y casos de Covid–19.
De acuerdo a la información relevada por este diario con gremios docentes, la lista se compone de la siguiente manera: en Nivel Inicial permanecieron cerrados el Jardín de Infantes Integral N°2 Distrito Escolar 5, de Barracas, por un caso de coronavirus en docentes; el Jardín Maternal 7 DE 6, de Parque Patricios, por falta de insumos; el Normal 5, también en Barracas, por falta de agua; y el JIN C DE 4/Escuela 28, en el mismo barrio, tampoco pudo por un problema que parece no ser propio sólo de ese lugar. Así lo explica Angélica Graciano, secretaria general de UTE–CTERA y supervisora escolar de Educación Especial: “En ese edificio no abre para Inicial porque tiene las salas inhabilitadas por falta de ventilación”.
En Primaria también hubo lugares que no pudieron abrir: las escuelas 6 y 8 del Distrito Escolar 20, de Mataderos, ambas por casos de Covid; la 23 del mismo distrito porque el edificio nuevo no fue finalizado (“hace dos años que están esperando la inauguración”, reclamó Graciano), y la 12 DE 19, de Villa Soldati, debido a la falta de insumos.
A pesar de que la ministra de Educación de CABA, Soledad Acuña, alardeó en los últimos días de que ya repartieron 74.472 mascarillas, 33.145 litros de alcohol en gel, 53.359 litros de alcohol líquido, 1662 termómetros, 6000 dispensers de papel y 6000 de jabón líquido, las y los docentes denunciaron que eso no se vio trasladado a las escuelas. De hecho, el Comercial 35, en Villa Riachuelo, no pudo comenzar con normalidad las clases porque no cuenta con termómetro; y a la Especial 34, de Caballito, le faltan insumos básicos.
La lista de establecimientos con docentes infectados no termina en los nombrados anteriormente. El Jardín de Infantes N°3 del Distrito Escolar 8, de Parque Chacabuco, y el N°6 DE 6, de Balvanera, también sufrieron positivos de coronavirus en su planta docente, pero no en todos los casos se cerraron porque las supervisiones enviaron comunicaciones electrónicas los últimos días advirtiendo que los colegios no se cierran aunque aparezcan contagios.
En otros casos, la asistencia, el ingreso y el egreso no cumplió con las distancias y protocolos establecidos, como lo evidenciaron las imágenes en la entrada al Colegio Nacional Mariano Moreno, en Rivadavia al 3600, barrio de Almagro. Como remarcó Tiempo el último domingo, la situación de infraestructura en gran parte de las escuelas porteñas hará que el cumplimiento estricto del protocolo con todos los chicos en el aula todos los días se transforme en una cuasi quimera. “Tenemos ocho aulas de 5 metros por 4,5 donde no pueden entrar más de cuatro estudiantes y un profesor para respetar el distanciamiento. Eso es lo que armamos”, graficó Alejandra Marelli, directora de la Escuela de Cerámica N°1, de Almagro. “Las ventanas de nuestras aulas son tipo tijera, tienen una apertura de 5 centímetros que no permite la circulación del aire. En diciembre, pedí por medio de un expediente al Ministerio de Educación que cambie todas las ventanas, pero ese expediente está congelado”, agregó.
El ministro de Educación, Nicolás Trotta, aseguró este miércoles que cada distrito es responsable de cumplir los protocolos sanitarios para el regreso a clases presenciales. Ante el incumplimiento de los protocolos, afirmó que las familias primero deben llevar a cabo la denuncia ante los directivos de la institución. Si no hay respuestas deberán recurrir al Ministerio de Educación de cada jurisdicción. En este caso el Ministerio de Educación de CABA, el mismo que recortó el presupuesto en infraestructura de 2021 generando menos condiciones edilicias para cumplir con esos protocolos.