Con apenas googlear el nombre de Ofelia Fernández, se encuentran miles de títulos ofensivos en los medios de comunicación, frases ridiculizantes o algún cuestionamiento hacia su forma de ser o de vestir. Desde que asumió su banca, la legisladora más joven de América latina tuvo que tolerar insultos en sus redes sociales, burlas de sus propios colegas y operaciones mediáticas acerca de su trabajo dentro de la legislatura.
El de Ofelia es apenas un ejemplo de cómo opera la violencia política por razones de género.
El Equipo Latinoamericano de Justicia y Género publicó los resultados de la encuesta Violencia política por razones de género que se enfoca particularmente en la Legislatura porteña. Para el estudio se entrevistaron a 44 legisladoras y legisladores.
De acuerdo a las cifras, el 77% de las legisladoras manifestó haber vivido violencia política por motivos de género. En el 94% de los casos los agresores fueron varones. Al 82% le afectó su bienestar psicológico/emocional.
El impacto de la vida política
Argentina tiene una historia marcada por la participación política de las mujeres. Sin embargo, los hostigamientos no son fáciles de sobrellevar. “La violencia política tiene un impacto negativo en la participación de las mujeres en la vida política. Es un mensaje disciplinador para todas las que quieran participar o participan de la política”, destaca Delfina Schenone, responsable del área de Política de ELA.
Explica que esta violencia se produce desde los ámbitos tempranos de militancia. “Empieza desde que inician la participación política y son militantes, lo cual nos habla de que las mujeres tienen que sortear todo tipo de obstáculos para lograr acceder a un cargo. De hecho hay bastante consenso entre las legisladoras en señalar que acceden a cargos gracias a que existen leyes de paridad y anteriormente de cupo, porque dentro de los partidos políticos todavía hay actitudes, mentalidades y prácticas muy machistas que no consideran valioso que haya mujeres tomando decisiones, y buscan de ese modo perpetuar situaciones donde las decisiones sigan estando en manos de un pequeño grupo de varones.”
En noviembre, el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad de PBA, realizó el Primer Congreso Sobre Violencias por Razones de Género, donde hubo una mesa especial para tratar la violencia política. Allí la coordinadora fue Adriana Vicente, Directora Provincial de Investigación, Planificación y Gestión de Políticas Públicas. “La participación es muy intensa. Si lo pensamos desde una perspectiva histórica desde la ley del voto femenino y la persistencia de Evita para que se sancione la ley y demás, siempre las mujeres estuvimos trabajando y militando en post del acceso de nuestro derechos”, afirma.
“Pero sabemos que no es suficiente y que tenemos que trabajar en cada espacio para dar solidez a estas leyes. No podés bajar el estado de alerta . Como que no es gratuito para las mujeres y las personas LGBTI sostener esas presencias. Y ahí es donde me parece que vemos las diferencias con respecto a lo que implica esto para los varones”, analiza.
El ojo sobre los medios
En 2020, la Defensoría del Público luego de un profundo trabajo, elaboró Violencia política por razón de género en los medios de comunicación audiovisual, una serie de recomendaciones que se puede para abordar esta violencia y que se puede consultar en la página. “Tomamos como en eje prioritario visibilizar la violencia política por razones de género en los medios de comunicación. En cuanto empezamos a hablar del tema recibimos muchos reclamos de mujeres con roles políticos a lo largo del país. Los medios tienen un rol fundamental para desarticularla”, expresó la titular del organismo, Miriam Lewin.
«Cuando las propias mujeres cuentan sus relatos es impactante porque hay de todo. Desde cómo se refieren como esposas de, hijas de a las referencias a su vida personal o a la vida privada. Es supertransversal, está en todos los partidos, en todos los espacios por eso lo fundamental es visibilizarla», afirmó por su parte, Alejandra Iriarte, directora de Protección de Derechos y Asuntos Jurídicos de la Defensoría. «
Las recomendaciones confeccionadas por la Defensoría son:
-Visibilizar la participación de las mujeres, lesbianas, travestis y trans en las distintas instancias de la vida política, sea cual fuere su grado de institucionalización o jerarquía
-Promover una cobertura paritaria de las campañas electorales
-Promover un tratamiento libre de estereotipos de género sobre las mujeres, lesbianas, travestis y trans que participan del debate público
-Preservar la intimidad y la dignidad de las mujeres, lesbianas, travestis y trans involucradas en la participación política
-Extremar cuidados cuando se difundan mensajes o imágenes de internet
-Respetar y promover las intervenciones públicas de las mujeres, lesbianas, travestis y trans en sus distintas formas
-Informar sobre las medidas afirmativas que promueven la participación de las mujeres, así como las condiciones estructurales y la violencia política que afectan su desarrollo en el ámbito público
-Incorporar la perspectiva de mujeres, lesbianas, travestis y trans como especialistas y fuentes primarias y citar datos provenientes de instituciones reconocidas cuando se informa sobre la agenda feminista
-Promover la capacitación en perspectiva de género a periodistas e incorporar a mujeres, lesbianas, travestis y trans a los equipos de trabajo en la cobertura de temas políticos
-Utilizar un lenguaje preciso y respetuoso de las identidades de género
Redes, el lugar para el odio
En las investigaciones que se realizaron desde ELA, las redes son las que contienen y viralizan mayor cantidad de violencia política dirigida tanto hacia mujeres como hacia hombres. “Lo interesante es que si bien la mayoría respondió que donde más vulnerables se sienten es en las redes sociales, cuando vemos los datos desagregados por género observamos que para las mujeres estas situaciones se extienden más allá del ámbito virtual. Alcanzan a todos los otros espacios donde participan, como son el recinto, un espacio público, la sede del partido político o las dependencias de un organismo de gobierno”, analiza Delfina Schenone.
“Muchos de los ataques es a través de las redes sociales, incluso la expulsión. Por ejemplo, Ofelia se tuvo que ir de Twitter porque era insoportable el nivel de violencia. Te sacan del debate público. Desde la Defensoría estamos elaborando recomendaciones para identificar la violencia política en los medios de comunicación y en las redes”, completó Alejandra Iriarte.