Garantizar el derecho al descanso y al disfrute es el objetivo del programa Mar para Todas que se lanzó en Provincia de Buenos Aires.
El programa está destinado a mujeres y personas LGBTI+ que se encuentran acompañadas en el proceso de salida de las violencias por razones de género. La primera etapa de Mar para Todas incluye a 600 personas que fueron seleccionadas de municipios que cuentan con áreas de género y diversidad en las que se desarrollan abordajes integrales de las violencias por razones de género.
La experiencia tendrá otra etapa en la que se va a extender a la montaña, a las sierras de Córdoba, en el complejo Embalse, con el apoyo del gobierno nacional.
“Durante el verano se desarrollaron varios programas en Provincia. En ese contexto, planteamos la prevención y la erradicación de violencia por motivos de género que debe tener un abordaje integral, entonces el derecho al disfrute tenía que ser parte de este proceso”, dijo a Tiempo Argentino la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz.
El lanzamiento fue en Chapadmalal para cumplir con la primera etapa. Hacia allí viajaron 50 mujeres junto a sus hijas e hijos, o niñas y niños. Muchas de ellas vieron por primera vez el mar y muchas otras jamás habían salido de vacaciones. “Para muchas no solo es ver por primera vez el mar, también es dejar atrás el dolor y el sufrimiento”, afirma.
En la primera etapa, se trabaja con 20 municipios tanto del Conurbano como del resto de la Provincia y en su primera etapa se estima que se alcanzará a 600 mujeres.
-¿Cómo fueron planteando los abordajes para contener a las víctimas de violencia de género?
-Nosotros en Argentina tenemos enormes avances legislativos, es un país modelo en el marco normativo, con las convenciones nacionales, con un movimiento social de mujeres feministas muy activo, muy movilizadas. Pero teníamos una distancia muy grande entre lo normativo y los cambios institucionales, y un gobierno que tome su total dimensión de abordar esas situaciones. Es decir, llevar esos planos formales y legales a las prácticas de las políticas públicas. Esa es una diferencia sustantiva. En violencia de género, además de la necesidad de integralidad en la respuesta, necesitás múltiples factores. Uno de ellos es la articulación con el territorio porque estamos ante una problemática de enormes dimensiones.
-¿Dónde hay que poner más la atención?
-Los juzgados de familia, por ejemplo, tienen una gran cantidad de expedientes. Alrededor 160 mil denuncias al año, solo en el ámbito de familia, sin contar el penal. Más el número de violencias extremas, de femicidios y transfemicidios. Entonces, un proyecto político debe construirse a partir de un Estado que aborde mejoras en la vida cotidiana, en este caso de las y los bonaerenses. Eso ya se empezó a hacer. Ahí hay una gran diferencia con otros gobiernos, y nos los señalan todo el tiempo desde los municipios.
-¿Cuáles son los factores de los que es urgente que el Estado se ocupe?
-Primero hay que pensar otro camino fuera del neoliberalismo. Una sociedad crece, se desarrolla, pero no puede hacerlo dentro de un neoliberalismo que endeuda, que empobrece, que desiguala, porque en esa sociedad hay violencias de todo tipo y la de género es una en particular. La batalla entre los géneros es un sistema que sigue permeando las relaciones humanas en todas las dimensiones, en las interpersonales, las afectivas, educactivas… El camino cultural hay que trabajarlo y hay que fortalecer mucho la Educación Sexual Integral desde los niveles iniciales de educación. La juventud está ávida y demandante.
-También hay demandas sobre el poder judicial
-El poder judicial -lo vimos en el gobierno reciente-, se dedica a perseguir a la dirigencia sindical y a llevarse por delante las instituciones. Está claro que necesitamos una profunda reforma democratizadora, con perspectiva de género e inclusiva. La Justicia es selectiva en lo clasista y en el modo en que trata a los sectores más vulnerados. El poder judicial no puede seguir siendo un poder anclado en las influencias, tiene que responder a las demandas del sistema democrático.
-¿Cómo ves la organización de las mujeres dentro del mundo sindical?
-Hay una unidad que las mujeres sindicalistas construyen desde la base y ayudan para trabajar en un mundo sindical que sigue siendo muy masculinizado. En Provincia construimos la primera Escuela Sindical de Género, hay una diplomatura de donde salieron más de 300 delegadas y hemos generado programas. Como gobierno, acompañamos ese proceso. Todo lo contrario a lo que hizo una exgobernadora con la Gestapo. Acá nosotras tenemos una visión contraria, y es que el mundo sindical contiene organizaciones claves para mejorar la política del país. «
Mar para todas
Turismo. El programa se realizó a partir de la articulación con el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación y con las áreas de género y diversidad de los municipios de la provincia, Promueve viajes de turismo social e igualitario a complejos vacacionales estatales en los que las mujeres y LGBTI+, junto a sus hijas e hijos o niñas y niños a cargo, puedan acceder de una semana de descanso, esparcimiento y recreación.
Primera etapa. Se acordaron articulaciones con municipios que cuentan con áreas de género y diversidad en las que se desarrollan abordajes integrales de las violencias por razones de género. “Mar para Todas” es una acción concreta para afianzar los lazos territoriales y comunitarios y para promover la inclusión social y cultural de las mujeres y LGTBI+ que atravesaron situaciones de violencia.