La Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI) fue sancionada hace 17 años en la Argentina. Desde entonces se reclama su efectiva implementación en los ámbitos educativos, públicos y privado y en todos los niveles de enseñanzas.
Los logros de la ESI en las aulas fueron miles y diversos. Uno de ellos, el más visible quizá, es la de brindar herramientas para detectar el abuso sexual en las niñeces y adolescencias. A pesar de eso, sigue teniendo resistencias. Muchas de ellas vienen desde los sectores religiosos y otros de sectores políticos. Incluso dos de los candidatos a las elecciones presidenciales destacan entre sus consignas su oposición a esa ley.
La ESI se dicta en las escuelas gracias al esfuerzo de docentes que entienden la importancia de la ley. Su implementación es una bandera de los feminismos en todas las acciones y por supuesto, también integra el listado de talleres dentro del 36° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias.
Tiempo habló con dos docentes que trabajar con ESI y que este fin de semana participan del Encuentro.
Primero conocer
“Vos dónde le ves tantos problemas a los pibes”, cuenta Mariana que le preguntan sus colegas docentes. Ella actualmente es docente de primer y cuarto grado de una escuela en Neuquén, dicta ESI en esa escuela y hasta hace unos años hacía esa tarea en los barrios con personas adultas. Dice que en esos espacios se encontraba con muchas resistencias que desaparecían cuando se acercaban al material y a las charlas que suceden en el contexto del dictado de ESI.
“Creo las resistencias suceden por varias cosas. Por un lado, es necesario que como docentes desarmemos algunas cuestiones propias. Pero también sucede que vivimos en un sistema capitalista que hace que vos pienses sólo en tus necesidades y hoy hay muchas cuestiones que recaen en las escuelas y no siempre los docentes podemos o nos da el cuerpo para abordar”, analiza Mariana mientras organiza su equipaje para viajar a Bariloche, donde participará del Encuentro.
Macalú forma parte de un programa socioeducativo del Gobierno de la Ciudad de jornada extendida en ESI. Se dicta en clubes de barrios y está destinado a chicos de la primaria.
“Hay varias resistencias que siempre aparecen desde las familias. Tiene que ver con el desconocimiento o la desinformación de qué aborda o qué se puede trabajar, compartir y experimentar desde la ESI. Siempre hay una línea de resistencia, pero como se trabaja desde la perspectiva de los derechos al sentir involucrados lxs chicxs esa resistencia se rompe”, cuenta desde Bariloche. “Nos pasó que vienen familias que siempre aparecen a comunicar que los chicos no van a ir más al espacio. Siempre tiene que ver con alguna desinformación sobre ESI”.
Lo que falta
Durante los 17 años se generó una gran cantidad de material para dictar ESI no sólo en el ámbito escolar también desde la comunicación. En Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, se entregarán este año un total de 1.300.000 libros de Educación Sexual Integral para todos los niveles.
Aún así, las docentes sienten que faltan ajustar algunas cuestiones. “Se dicen muchas cosas de la ESI. Esta ley como la Ley Micaela necesitan gabinetes que puedan apuntalar a las y los docentes y acompañar a les pibes y a las familias, y que la ESI sea una cuestión más global, que el Estado acompañe en todos los espacios”, dice Macalú, quien agrega que se cruza en diferentes espacios de formación con personas que tienen prejuicios con la ESI pero no la conocen.
En esto coincide Mariana. “faltan capacitaciones que sean del Estado y que sean gratuitas para docentes. Hay muchas capacitaciones pero que a veces son de universidades privadas que son pagas, ahí hay una limitación. Faltan espacios de formación y espacios de encuentros para los docentes.”
Una educación que cambia vidas
Hablar del cuerpo, de derechos humanos, de desigualdades y de violencias. Todo eso se abarca en las clases de ESI. “Hay que tener una decisión política porque el acompañamiento para el desarrollo de la ESI tiene que ser global, no sólo de los docentes que tienen que poner el cuerpo en muchas situaciones complejas,” detalla Macalú.
“Como docente también te cambia la vida. Por ejemplo, como cuando docente una alumna te cuenta algo tan doloroso como haber vivido un abuso o una identidad que no puede ser manifestada libremente. Me pregunto qué distinto sería si todas las personas que trabajamos en educación pudiéramos abordar la ESI de la mejor manera posible, qué distinto sería el vínculo entre las colegas, con las familias y con todos los alumnos,”, dijo Mariana.
Formación
El Frente Disidente Docente trabaja por una Educación Sexual Integral no binaria. «La ESI no binaria provoca escenarios de enunciación que permiten construir comunidad», afirman. El material se consulta en https://linktr.ee/FrenteDocenteDisidente
Las publicaciones que te permiten hablar de Educación Sexual Integral
El día que volvieron los colores, de Érica Pincever con ilustraciones de Ro Ferrer y editado por Editorial Chirimbote. Con herramientas de la ESI, cuenta la historia de un niño sobreviviente de abuso sexual.
Habla Clara, de Maura Rivero con ilustraciones de Ro Ferrer. Editado por Granica, el libro cuenta la historia de Clara, su mamá, la escuela, sus pares y la maestra en un relato pensado para alumnxs. El texto tiene además un apartado se encarga de responder preguntas (y de abrir otras) para quienes cuidan y crían. De este modo, el libro se construye como un mapa a ser explorado por chicos y también por grandes.
Cuerpo a cuerpo, estrategias para abordar ESI en tus clases de Literatura es un ebook editado por la licenciada en letras Priscila Hill para abordar la enseñanza del contenido ESI. Se puede acceder desde el IG de Escriva, @escrivacomunidad.