Un hombre fue detenido, acusado de formar parte de una organización dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual y la venta de drogas en la “zona roja” de La Plata. De acuerdo a la investigación judicial, el sujeto es uno de los responsables del secuestro y asesinato de Johana Ramallo, la joven que desapareció el 26 de julio de 2017 en el barrio El Mondongo y cuyo cuerpo fue encontrado mutilado en las costas de Berisso, en agosto de 2018.
Identificado como Carlos Omar Rodríguez, apodado “El Cabezón” quedó imputado por el juez Alejo Ramos Padilla, por “comercialización, distribución de material estupefaciente y facilitación de prostitución”.
Hasta ahora el imputado se negó a declarar, y aún se sigue investigando para poder establecer si efectivamente tuvo relación directa con el homicidio. Luego de la indagatoria, la defensa de Rodríguez pidió la excarcelación, pero todavía se esperaba la decisión del juez Ramos Padilla.
Las diversas investigaciones que fueron realizadas por la policía federal en forma conjunta con la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), a cargo de la doctora Mariela Labozzetta, establecieron la existencia de un hombre que ejercía un rol fundamental en la distribución y comercialización de los estupefacientes en la zona roja de la ciudad de La Plata, más aún dentro del barrio conocido como El Mondongo, donde era cercana Johana.
De acuerdo a lo que se investigó, creen que “aprovechando la relación íntima que mantenía con Johana Ramallo y abusando de su situación de vulnerabilidad, producto de su consumo problemático de drogas y su corta edad, realizó aportes específicos para facilitar el ejercicio de su prostitución en la misma zona roja, al menos desde el mes de marzo de 2017 hasta fines de julio de ese mismo año”.
“Este hombre siempre tuvo alguien que lo amparó”
La madre de la víctima, Marta Ramallo, dijo que “El Cabezón” Rodríguez es un reconocido proxeneta que regentea la mitad de la Zona Roja de La Plata. También afirmó que su nombre lo escuchó durante la búsqueda que ella misma realizó recorriendo las calles de esa ciudad.
“Me llegó el nombre de este hombre, ‘El Cabezón’, como quien habría secuestrado y matado a mi Joha. Desde el inicio aporté a la justicia este nombre, que es el capo de la Zona Roja, di su nombre para que lo investiguen, lo indaguen, pero siempre tuvo alguien que lo amparó”, explicó a la agencia de noticias Télam.
“Lo citaron a declarar en el expediente, no como imputado, y dijo que en algún momento había sido pareja de mi hija, pero se sentaba en los juzgados federales y les mentía en la cara”, graficó.
Marta se mostró esperanzada en lograr el esclarecimiento del crimen de su hija con esta detención, ordenada por el juez Ramos Padilla y en la que intervino la División Trata de Personas de la Policía Federal.
“Yo se lo prometí a mi hija cuando me la entregaron en una urna de madera. Le dije que encontraría a quien le hizo eso. Se lo debía a mi hija y a mi nieta. La justicia tarda, pero llega”, dijo rotunda.
El 26 de julio de 2017, Johana Ramallo salió a las 17 de la casa de su madre Marta, en la periferia de La Plata, tras decirle que volvería “entre las 20.30 y las 21”, pero nunca regresó.
En la casa quedaron esperándola su madre, su abuela y su hija, en ese entonces de seis años. Casi dos meses antes de desaparecer, Johana se había separado del padre de la niña, había regresado a la casa de Marta y los problemas económicos la habían puesto en situación de prostitución.
La última imagen de Johana fue tomada por la cámara de seguridad de una estación de servicio situada en las calles 1 y 63 de La Plata, en la que se la ve entrando a un baño ese mismo día, poco después de salir de su hogar.
La fiscalía penal investigó una simple “averiguación de paradero”, aun cuando Marta juraba y perjuraba que su hija no se habría ido voluntariamente dejando a su pequeña de seis años.
Por Johana se produjeron marchas y se pintaron más de una docena de murales en todo el partido de La Plata, pero la causa no registró avances hasta abril del año pasado, cuando citaron a Marta Ramallo a los tribunales federales de La Plata para informarle que dos restos humanos, que habían sido hallados en Berisso en agosto de 2018, pertenecían su hija.
La causa, llevada por el juzgado federal 1 de La Plata, tiene más de 45 cuerpos, pero hasta el momento no tenía ningún imputado.