Qomi qompi (Somos los hijos de los tobas), el disco de canciones en lengua qom interpretadas por niñas, niños y adultos de la comunidad qom Daviaxaiqui de Derqui, se presentará este jueves en el Teatro Monteviejo. Todo un acontecimiento que surge de un proyecto que comenzó en 2013 por iniciativa de Ana Medrano –madre y referente de la comunidad–, y María Clara Olmedo –docente y musicoterapeuta de la UBA–.
“Hace siete años que conozco a la comunidad de Derqui –cuenta Olmedo–. Lo hice a partir de mi tesis para la UBA, que escribí sobre cómo los pueblos originarios usan la música para la cura de sus miembros. Había un pi’oxonaq (el chamán Germán Romero) y tuve la suerte de entrevistarlo. Una vez por semana me sentaba con ellos para ver el trabajo de Germán, y en 2012 conocí a Ana Medrano, artesana y referente de la comunidad. Ella me contó que estaba preocupada porque los chicos no hablaban la lengua Qom. ‘¿Por qué no hacemos un taller?’, le comenté. Así surgió el taller, para que los chicos aprendieron de nuevo su lengua a partir de las canciones.”
La comunidad qom de Derqui se había formado en los ’90, y como había sucedido en otras latitudes con otras comunidades de pueblos originarios, los padres, para que sus hijos tuvieran menos problemas de discriminación, evitaban hablarles en qom. Pero obtuvieron mejores resultados contra la discriminación tomando la dirección inversa y el taller de canciones se convirtió en una herramienta fundamental. “Hay un nombrarse y reconocerse originario desde el orgullo. Tampoco es que los cambios son tan visibles, es un proceso muy lento que puede durar toda la vida. Son muchos años de persecución, de invisibilizarlos como personas y a sus problemas. Uno siempre los relaciona con las donaciones y las zapatillas, y no, hay música, una lengua, hay fábulas, leyendas. Pero percibo que hay más orgullo de llamarse originario, y algunas chicas andan con la bandera Whipala (símbolo de los pueblos originarios).”
El taller fue un éxito al que también se sumaron algunas madres, aunque es para chicos y chicas de hasta 18 años. Luego también se incorporaron compañeros de Olmedo, entre otras cosas, para dar clase de sikus. “Nos reunimos todos los jueves en el centro comunitario del barrio. Ahí escuchamos canciones, descubrimos sus significados y las aprendemos. Y ahí llevamos adelante el proceso de grabación.” Una iniciativa de la misma Medrano, que le comentó a Olmedo que “siempre vienen personas a visitaron al barrio y no tenemos nada para mostrarles. Entonces le pregunté a Diego Pérez (Tonolec), que es amigo, si podía ayudarnos a grabar, y nos dijo que sí. Trajo los equipos, después conseguimos los estudios Breuer de San Isidro, y se sumaron más amigos como Anahí Arias (compositora, cantautora y productora independiente), Marcelo Fuentes para las mezclas, y Andrés Breuer y Marcelo Fuentes para la masterización.”
Con esa pequeña ayudita de los amigos (a la que sumaron Ana Richard en charango y ronroco, y Agustín Lumerman en percusión), y con la consideración de tratar de producir el sonido más fiel y representativo de las versiones del taller, con dos composiciones propias y cinco temas tradicionales salió Qomi qompi (Somos los hijos de los tobas).
Difícil transmitir la emoción de Ana Medrano durante la grabación. Pero el disco es un logro que permite descubrir la belleza de una música distinta, tan potente, persuasiva y conmovedora como la de mayor prestigio. “Las entradas están a la venta por 200 pesos, y 300 con el disco –dice una entusiasta Olmedo–. El disco tiene las letras en qom y en español, y cuenta con dibujos de surgidos del taller de dibujo que coordinó Natalia Oleksikiw en el mismo barrio, y con los que Delfina Cirio armó el arte. Si no fuese por estos amigos y amigas, no tendríamos disco ni presentación.” «
¿Cuándo?
Presentación en vivo del disco Qomi qompi. Jueves 29 a las 20 en el Teatro Monteviejo, Lavalle 3177.