Sin novedad en el frente (Lewis Milestone, 1930)
Sin dudas ésta es la primera gran película de la era en la que la que el cine y la guerra fueron contemporáneos, el tiempo en el que las cámaras pudieron tanto estetizar lo repugnante como mostrar aquello que el estruendo y las explosiones ocultan; una combinación que si bien no hay estudio profundo y acabado, el ojo avizor del espectador puede sospechar (hoy día, todo el mundo: nadie deja de acceder a parte de la realidad a través de una cámara/ pantalla). El director norteamericano Lewis Milestone adapta la novela de Erich Maria Remarque para contar la historia de un joven alemán que con entusiasmo entra en la Primera Guerra Mundial, como tantos otros de otras latitudes que con un fervor que ningún partido político relacionado con la izquierda esperaba allá en 1914 cuando comenzó la contienda. Película muda de tono algo doctrinal y admonitorio, típico de la época y no sólo en las escuelas, que no impide que la película transmita la sensación que hombres y mujeres experimentaron luego de haber atravesado el primer gran horror que les propinaba el siglo que prometía ser de las luces. Su estreno en Alemania provocó enfrentamiento entre nazis y comunistas.
Disponible para alquiler en Google Play Movies y Apple iTunes.
Casco de acero (Samuel Fuller, 1951)
En este listado arbitrario como cualquier otro pero centrado en el eje de películas que dieron una visión disruptiva (y a las que se puede acceder vía streaming), el mítico Samuel Fuller pone en escena la Guerra de Corea (1950-1953) en plena conflagración, que también es el primer enfrentamiento abierto de la Guerra Fría. Pero lo hace a través del prisma racial. Por primera vez el Ejército de Estados Unidos pone en práctica la integración racial, y la trama que pergeña Fuller es una en la que un teniente Zack se salva porque su casco evita que una bala lo mate, aunque cae prisionero; allí puede huir gracias a la ayuda de un niño surcoreano, quien cuando Zack consigue contactarse de nuevo con sus tropas sufre la discriminan sin más. Pero el niño surcoreano descubre que no está solo: los blancos acusan al médico negro del nuevo pelotón de ser un desertor. En plena Guerra de Corea, Fuller devela la violencia racista que en unos años estallará a cielo abierto en la misma tierra americana.
Disponible por suscripción en QubitTV.
La batalla de Argel (Gillo Pontecorvo, 1966)
La película comienza a través de la mirada de un ladrón callejero que cae preso (Ali La Pointe, protagonizado por Brahim Hadjadj) y empieza a ver cómo las fuerzas francesas torturan y ejecutan a un militante del Frente de Liberación Nacional de Argelia (FLN). El hecho lo lleva a su propia militancia, cuyo trayecto es un verdadero proceso de toma de conciencia (motor movilizador de todas las tendencias de izquierda a nivel mundial). Pero sobre todo, el film expone para todas las almas bien pensantes el “novedoso” método de represión de las fuezas francesas conocidos como guerra de contrainsurgencia: secuestro, desaparición, tortura, ingreso violento durante la noche en casas particulares, ataques con helicópteros a supuestos campamentos y hasta utilización de napalm. Mucho de lo que Estados Unidos usaría en breve en Vietnam, y una década después, perfeccionado y masificado, las Fuerzas Armadas argentinas. Todo un cimbronazo mundial.
Disponible por suscripción en Mubi y para alquiler en Apple iTunes
Apocalypse Now – Final Cut (Francis Ford Coppolaa, 2019)
El film original de 1979 que pareció dar la versión definitiva de qué es y sobre todo de lo que significa la guerra: un desquicio fenomenal que rompe para siempre todo lo que la humanidad a través de milenios ha conseguido construir en cada individuo. Sobre esta versión que Coppola asegura como final, dice el mismo director que al volver a verla no le resultó “tan extraña como había pensado y se había vuelto más ‘contemporánea’ (…) A menudo sentí que la de 1979 original se acortó demasiado abruptamente y que Redux (2001) era demasiado larga, y me decidí por lo que ahora sentía que era la versión perfecta”. Basada en El corazón de las tinieblas, la novela de Joseph Conrad, entre las innumerables imágenes, escenas y sensaciones, el film también dejó una experiencia única del horror.
Disponible para alquilar por Apple iTunes
Vivir al límite (Kathryn Bigelow, 2008)
Por fin una mujer se mete con un género que les aparecía vedado. Bigelow ofrece una mirada totalmente original: la masculinidad según la observación femenina. Todo un hallazgo que además le permite meterse desde un lugar crítico en una de las nuevas guerras del siglo XXI (esas que provocan estados fallidos para después ocupar el territorio y saquearlo), guiadas por la ilusión de la solución tecnológica (cada vez más autónoma de la decisión humana, a la que sabiamente le opone la decisión, el ego y la conciencia de un individuo solo) y en las que la profesionalización de la matanza legal de gente adquiere un nuevo estatus. En plena ocupación de Irak, el jefe de la unidad de élite de artificieros norteamericanos comandada por el sargento William James (Jeremy Renner), con su estilo anárquico pone en cuestión casi todos los fundamentos de la ocupación, del ejército y hasta de la misma masculinidad.
Disponible por suscripción en Mubi y Movistar Play, y para alquiler en Apple iTunes.