Después de la postergación obligada por el diluvio del domingo pasado, finalmente la Kermesse Redonda, el encuentro que celebra el legado de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, llega por primera vez al estadio Obras. Desde que los ex integrantes ricoteros Sergio Dawi y Daniel “Semilla” Bucciarelli pusieran en marcha el proyecto hace cuatro años, la Kermesse se distingue, entre la diáspora que dejó la ruptura de la mítica banda de La Plata, por tributar a uno de los más legendarios repertorios del rock argentino en complicidad con ese público “que mantiene la antorcha”, y a través de muchos de aquellos que fueron parte de su gesta. Los Decoradores, el grupo conformado por el saxofonista y bajista a modo de plataforma musical para estos encuentros, tiene también en sus filas a los ex Redondos Tito Fargo (guitarrista) y Hernán Aramberri (batería).

Si bien la Kermesse Redonda siempre cuenta, además, con invitados de distintas etapas ricoteras, la propuesta ideada por Dawi y Bucciarelli se aggiorna con la participación de cantantes de diversos estilos y personalidades, que se animan a darle voz a las estrofas y estribillos inmortalizados por el Indio Solari. “Se trata de nutrir a estas canciones desde otro lugar, como una manera de enriquecerlas, y también nos dimos cuenta de que tenían una gran aceptación entre el público” -cuenta el saxofonista que se unió a los Redondos en las épocas del Parakultural, a fines de los 80-. “Porque una de las cosas más importantes, es que este es un homenaje al público, por mantener durante tantos años la ‘antorcha redonda’ y seguir. Hoy por hoy, en nuestros shows tenemos varias generaciones que se sienten convocadas y viven una fiesta, es algo muy movilizador para todos”.  

-Están volviendo después del parate de pandemia: repasemos cómo nació el proyecto de la Kermesse

-Después de 2001 (año del último recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, N. de R.) cada uno de los integrantes de los Redondos encontró un camino para seguir su vida musical, y con los canales de expresión que cada uno eligió. En el caso del Indio y Skay ya son conocidas sus carreras solistas. Semilla se abocó básicamente a la plástica, yo en ese tiempo hice tres discos, y en paralelo con él, también armamos el dúo experimental SemiDawi. Semilla dibujaba en una tablet y hacía proyecciones, y yo iba tocando. Así creamos un lenguaje que nos tiene entretenidos desde hace años. Tampoco me quiero olvidar de lo que hizo Walter (Sidotti, baterista), que estuvo colaborando con muchas bandas y a su vez armó o retomó un proyecto que se llamaba The Comando Pickless. Con SemiDawi recorrimos el país, y en un momento determinado un amigo nos dijo: ¿Por qué no suman, a este presente tan rico, algo que tenga que ver con el pasado redondo? Y bueno, nosotros siempre fuimos muy cuidadosos…

Foto: Gentileza Kermesse Redonda

 -¿Cuidadosos en relación a qué?

-Primero, ya estábamos abocados y contentos con nuestras inquietudes. Continuar (con los Redondos) no tenía sentido, más teniendo en ausencia al Indio y a Skay, era algo que ni se nos pasaba por la cabeza…  Pero con los años empezamos a notar que el público redondo seguía creciendo, y realmente nos dimos cuenta, al tener contacto con ellos en los shows, que anhelaban revivir momentos. Pero no con un sentido nostálgico, sino vivir lo que era el encuentro, ese espíritu redondo en el que, de alguna manera, la música era una excusa. Pasaron 15, 16 años sin que nada de eso estuviera en nuestras cabezas, pero cuando este amigo nos hizo ese comentario dijimos: “vamos a invitarlo a Walter”. Y hacíamos fechas con SemiDawi y Comando Pickless y al final de los shows, cada vez que tocábamos esos temas de los Redondos, se caía el teatro o donde sea que estuviéramos. En un momento hicimos un show solidario por Enrique Symms y decidimos tocar sólo temas redondos; ahí hubo un click y dijimos: ¿por qué no? Pero la Kermesse también se trató, de alguna manera, de revitalizar esas canciones desde otro presente. Y eso fue lo que nos llevó a invitar primero a ex redondos que no llegaron a vivir, por las épocas en que pasaron por la banda, ese ida y vuelta que se produce en los shows con el público, como Willy Crook o Rodolfo Gorosito, guitarrista de la misma época.

-Claro, los que no vivieron la explosión ricotera…

-… Una manera de convidarlos a vivir eso que es tan conmovedor. También nos planteamos invitar a cantantes de distintos géneros, allegados, y amigos que vienen del tango, u otros que participaron de distintas experiencias, pero que de alguna manera habían tenido esos temas redondos metidos adentro. Yo digo, “cantantes que cantaban estos temas en la ducha”, y que pudieron aportarles su carácter.

-También sumaron cantantes mujeres, además de los ex Redondos. ¿Quiénes van a acompañarlos en Obras?

-Chino Laborde y Juli Laso, que vienen del tango; Nahuel Briones, al que invitamos bastante seguido, porque es un músico joven que le suma una personalidad a los temas; Leticia Lee, que es una cantante rockera, entre otros. En Los Decoradores estamos Tito Fargo, guitarrista de los primeros discos de los Redondos, Hernán Aramberri, Semilla y yo. Y de esa troupe antigua sumamos al Gonzo Palacios. Otras veces pasaron El Piojo Ábalos, el Conejo Jolivet, (Rodolfo) Gorosito y Willy (Crook)…

-¿Cuál es el disco que más te gusta de Patricio Rey?

Lobo suelto, cordero atado. Un disco doble donde hay diversidad, que es algo que siempre busco en mi vida. Además, fue un disco por el que convivimos un mes y pico en Estudios El Pie… Los temas son buenísimos, un muy lindo trabajo.

 -¿Qué significó para vos, en tu carrera, en tu vida ser parte de los Redondos?

-Nunca lo viví como una carrera. Estuve catorce años en la banda, o sea que fue parte de mi vida, transpiré la camiseta y entregué todo lo que pude entregar en esa experiencia. Y fue una intensidad que para mí es única, que me hizo crecer como músico y como persona, y vivo agradecido por eso. Porque este crecimiento me permitió seguir generando cosas: yo creo que uno es una sumatoria de experiencias, y esta de los Redondos fue una fundamental para mí. Yo venía de vivir 10 años en España, casi no conocía a los Redondos, y cuando me convocaron para esto fue algo casi fundacional en mi vida. Y también darme cuenta de que pasa el tiempo y lo importante es la obra. Alrededor de los Redondos parece que todo el mundo tiene derecho y habla, interpreta, analiza, etcétera. Y lo importante es la música, lo que se dijo, el momento, y básicamente, qué me dejó en mi vida los Redondos; poder incorporar que todo lo que haga, tenga sentido. Y lo que sucedió en los Redondos fue sentir que mi experiencia tenía sentido.

-¿De quién es el legado de los Redondos?

-El legado está en manos de la gente, que sigue nutriéndose de esos temas e incorporándolos a su vida. Y cuando digo temas, me refiero a la obra. Skay y el Indio fueron los compositores, los que tuvieron la brillantez y capacidad de generar esto. Nosotros como músicos enriquecimos y sostuvimos la obra durante años. Fue nutritivo para nosotros y para la obra. Skay y el Indio fueron creadores y guías, pero hoy el legado de los Redondos le pertenece al público, a la gente, a los seguidores que continúan con la antorcha redonda, creo que es lo más evidente.

-¿Cómo viene este show después de tanto tiempo sin tocar?

-Lo de mañana es un reencuentro muy deseado y estamos muy emocionados por eso y de poder seguir tocando. Porque la incertidumbre fue y es, porque aún no se terminó, muy inquietante. Entonces también uno empieza a revalorizar la posibilidad de reunirse. Con Los Decoradores y la Kermesse seguiremos tocando, el 28 de diciembre en el Teatro de Flores y después en el Cosquín Rock. Semi sigue pintando, los dos seguimos con SemiDawi, la música está presente y la vida está presente; todo empieza a sumar.



¿Cuándo?

Kermesse Redonda con Los Decoradores. Con Sergio Dawi en saxo, Semilla Bucciarelli en bajo, Tito Fargo y Oscar Kamienomosky en guitarras, Jorge Cabrera en voz, Fede García Vior en teclado, Hernán Aramberri en batería e invitados. Martes 7 de diciembre a las 20.30, en el Estadio Obras, Av. del Libertador 7395.