Protagonizan una nueva versión de Eva y Victoria. Las claves de una propuesta particularmente exigente.
Ambas actrices confiesan que sintieron la presión de meterse en la piel de tamañas figuras de nuestra historia y abrazaron el desafío de construir a sus personajes de la forma más creíble posible. Valenzuela interpreta a Victoria Ocampo y Carballo, a Eva Perón.
“Es un encuentro imaginario, pero tenemos en cuenta el contexto histórico en el cual se podría haber dado. Estuvimos atentas a eso para no exagerar y que se entendiera bien la historia. Esta obra es casi una clase de historia”, comenta Valenzuela. Carballo, por su parte, destaca: “No quería caer en la imitación y tampoco hacer cualquier cosa, o que todo el tiempo Evita hablara como dando un discurso. Traté de averiguar cómo fueron sus años en Los Toldos y de recabar anécdotas por fuera del ámbito que la puso en el lugar que hoy ocupa. Fue muy adrenalínico el armado del personaje y espero estar a la altura”.
Las posturas de ambos personajes son irreconciliables y las actrices las califican como dos poderes que se enfrentaban: la oligarquía y el pueblo. “El antagonismo tiene algo de patético y es lamentable. Creo que la gente quiere estar un poco más unida. Para cortar esta herencia de enfrentamientos. Pero siempre están el Yin y el Yang. Así que en el fondo no es tan fácil, pero podríamos intentar ver si en algo nos acercamos. Creo que siempre se necesita un mediador entre ambas miradas, y no siempre se consigue alguien que aguante eso”, comenta Carballo. “Juntas hubiesen sido imparables, pero es evidente que no era posible, por la fuerza de las convicciones, por la capacidad de lucha de cada una y las diferentes ideologías con las que miraban al mundo”, considera Valenzuela.
Se trata de una obra que pinta una época. “Las pelucas, los zapatos, todo te va poniendo en clima. La música, todo influye en cómo se narra. Y parece todo tan cotidiano, que hay cierta imparcialidad en la postura de la obra, aunque sea ficción”, dice Carballo, que confiesa que ahora admira más a Evita, después de haber investigado sobre su vida. “Las dos fueron y son transgresoras. Una en política y la otra en su campo. Además, Ocampo fue la primera en manejar un auto en nuestro país. Ellas fueron las primeras empoderadas. Por eso ambas son un poco un ejemplo, te gusten o no”, asegura Valenzuela.
Las actrices coinciden en que la cultura y lo artístico tienen un rol muy importante en la vida social. Para Valenzuela, una obra puede ilustrar y generar puntos de encuentro, aunque considera que hoy “la gente no quiere cambiar de parecer. Si está en contra de alguien, es muy difícil que dé otra oportunidad. Hay como un rencor acumulado que no se sabe de dónde viene, pero está”. Carballo no es tan escéptica: “Los poderosos no quieren cambiar nada para seguir ganando. De a poco la gente se va dando cuenta. El teatro es un granito de arena para mostrar que hay cosas que se pueden cambiar. Siempre algo se modifica en esa hora y media en la que te transportás al cuento que te están contando. Veremos si la dinámica de esta obra, que mete mucho dato, puede ayudar”.
“Esta es una versión bien popular y vamos a hacer funciones especiales para sindicatos, como para que las dos figuras enseñen algo también al que la pueda ver”, agrega Carballo.
Valenzuela, por su parte, considera que “es una obra con matices, se van a reír y también pensar. Eso no muchas obras lo logran, sobre todo con hechos históricos”. “Hay, hoy en día, mucho opinólogo y mucha violencia en redes sociales –asegura Carballo–. Entonces, se pierde perspectiva, quizás en algunas cosas todos pensamos más parecido de lo que imaginamos. Pero, bueno, hay que acostumbrarse. En todo el mundo hay miradas opuestas”.
Con respecto al regreso de la actividad teatral en la avenida Corrientes, ambas actrices se muestran muy entusiasmadas. “Es una conmoción hermosa esta vuelta. Emociona volver a trabajar y que la gente pueda cuidarse. Hay que perder el miedo, pero mantener el respeto a esta enfermedad. Ser cuidadosos, pero animarnos a hacer cosas. Que el miedo no nos paralice. Ver a la gente caminando y mirando las carteleras es una linda sensación”, comenta Carballo. “La reacción del público es maravillosa con el texto. Escuchamos llorar a una mujer en la platea, creo que en Quilmes. Es muy movilizante esta obra, y más después de tanto tiempo. Fuimos un rubro castigado y tener la chance de volver es muy emocionante”, concluye Valenzuela. «
EVA Y VICTORIA
Protagonistas: María Valenzuela y Sabrina Carballo. Guión: Mónica Ottino. Dirección: Manuel González Gil. Viernes a las 20, sábados a las 20 y 22, y domingos a las 20 en el Teatro Multiescena, Av. Corrientes 1764.
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