Enrique Viale hacía una columna los miércoles en Segurola y Habana, el programa de Julia Mengolini en Futuröck, y todos comenzaron a notar que generaba un entusiasmo creciente. “Los mensajes se multiplicaban envío a envío, se generaban debates y aparecían nuevas ideas. Esa repercusión nos dio lugar a creer que podíamos tener un espacio propio. Un buen feedback con los oyentes no es algo tan fácil de lograr y la cuestión ambiental va teniendo cada vez más relevancia en todo el mundo. Así que este programa nació casi como una felicidad inevitable”, explica Viale, quien desde hace más de 25 años también es abogado ambientalista.
Permitido pisar el pasto (sábados de 16 a 18, por Futuröck) desarrolla temáticas ambientales que incluyen el objetivo de lograr un futuro más sostenible y socialmente justo. Viale no está solo: conduce junto con Bruno Rodríguez y Nicki Becker, referentes de la ONG Jóvenes por el Clima Argentina. “Siempre quisimos que sea algo intergeneracional. Yo tengo varios años encima de luchas y de investigación, pero teníamos que representar a una nueva camada de sangre joven. Porque son el futuro y porque saben mucho en serio”, destaca.
Para Viale, que los jóvenes se involucren oxigena el movimiento socioambiental argentino: “En esto hay un diálogo permanente entre generaciones y acá lo demostramos. Yo les cuento cómo veíamos las cosas en algún momento, los errores y aciertos que hubo, pero no desde un lado de maestro ciruela, desde la búsqueda de un intercambio Y ellos me nutren con cosas que me cuentan y que aprenden. Es clave el diálogo permanente, algo que se da con los oyentes también, que en su mayoría son más bien jóvenes”.
El programa propone disputar sentidos, afirma Viale, porque “nos parece fundamental repensar un montón de cosas que se dan por sentado y que en lo cotidiano, muchas veces no podemos pensarlas. Buscamos, como se dice, dar una vuelta de tuerca entre reflexionar colectivamente y poder informarnos de cosas que sin darnos cuenta nos afectan, y mucho. Pero con dinamismo para que no sea un embole. Son dos horas que nos pasan volando”.
Un bastión importante en el programa son las entrevistas a referentes y activistas de diversos campos. En los primeros programas tuvieron al aire a la joven ambientalista sueca Greta Thunberg y al actor y productor Gael García Bernal, entre otros. “Arrancamos con todo, es verdad. Pusimos la vara alta, pero hay muchos referentes que saben y que nos sirven para alcanzar nuestra meta de ver cómo mejorar el panorama. Con Greta tuvimos una entrevista de 40 minutos que estuvo alucinante y pudimos mostrar cómo está el panorama mundial. Luego, al otro sábado, charlamos con Gael, que estaba justo lanzando un documental para la web que él produce, en la que siempre habla de la importancia de estos asuntos. Buscamos reportajes fuertes para generar impacto y poder reflexionar. Hay que generar debates, abrir puertas”, puntualiza Viale.
Con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo, el programa logra una libertad que Viale destaca: “Tener su apoyo, además de contar con una línea ideológica similar a la nuestra, nos da confianza para decir lo que queramos y hacer crítica de forma inteligente pero dura, sin temores. El ambientalismo cuestiona muchos intereses de las grandes corporaciones, empresas que están en casi todos los grandes medios de comunicación presionando con pautas jugosas. Estamos muy contentos de que exista un lugar como Futuröck para poder expresarnos con la libertad que tenemos”.
Viale también destaca la presencia de columnistas como otro sostén del programa. “Tenemos a Soledad Barruti, Candelaria Botto y Jackie Flores hablando de alimentación, economía y ambientalismo popular, respectivamente. Porque es central para nosotros hablar sobre qué agricultura queremos, qué modo de relacionamiento podemos darnos y qué modo de producción necesitamos. Qué perfil de Argentina buscamos, en pocas palabras. La cuestión ambiental se debe transversalizar. Cuando hablemos de energía deberemos hablar también de economía y de cambio social, pero con una mirada más verde”.