Con el claro objetivo de recuperar audiencia perdida, El Trece renovó su programación para 2022. Si bien el año pasado el canal sufrió en todas las franjas el liderazgo de Telefe –e incluso, también, el éxito de algunos programas de El Nueve como Telenueve o Bendita– uno de los horarios más débiles fue el de la tarde, con la honrosa excepción de 100 argentinos dicen, el rendidor envío conducido por Darío Barassi. Esta tendencia se profundizó en el verano, con la escasa repercusión y consecuente baja de dos programas que comenzaron a finales de 2021: Match game y Hogar dulce hogar, este último, con mediciones que en los días de menor audiencia no llegaron ni siquiera a alcanzar los 2 puntos, apenas superando a Net TV.
Con este panorama sombrío, El Trece estrenó tres programas: dos en la franja vespertina y otro en el prime time. A fines de enero arrancaron las noches de El gran juego de la Oca, remake de un programa español de los ’80 que consiste en una versión del popular juego, pero con la diferencia de que el avance en el tablero se logra resolviendo pruebas de destreza física, al estilo de Combate –recordado programa de El Nueve– pero de manera individual. Al frente del envío, que va a las 21, ubicaron a una figura rendidora del canal, Joaquín “el Pollo” Álvarez y a Dani “La Chepi”, la actriz y cantante de reciente paso por Masterchef Celebrity y una figura de mucha popularidad en las redes. El programa fue una apuesta fuerte, pero comenzó de manera errática y hasta en lo técnico podían advertirse deficiencias en la edición y dirección de cámaras.
El gran juego de la Oca implicaba una movida arriesgada, teniendo en cuenta que se trata de un formato que supone ganar una audiencia fiel, capaz de seguir el desempeño de los participantes a través de los programa, tal como sucedía (y bien vale esta nueva comparación) en el ya mencionado Combate, que tanto en sus emisiones de lunes a viernes como las de los sábados y domingos, siempre apuntó a un nicho de audiencia adolescente. No obstante, el oficio del Pollo Álvarez le permitió a esta nueva apuesta importada de España mantenerse a flote en términos de audiencia, si bien desde sus comienzos el rating fue bajando y aún se mantiene muy lejos de Telefe.
Tanto el segundo como el tercer estreno de la emisora de Constitución para este año se dieron durante la segunda quincena de febrero, Se trata de Momento D y Turno tarde. El primero es un magazine periodístico conducido por Fabián Doman, a quien acompaña un ecléctico plantel de colaboradores compuesto por Carmela Bárbaro, Cinthia Fernández, Gabriel Schultz, Gastón Marote, Silvia Fernández Barrio, Darian «Rulo» Schijman y Sebastián “Pampito” Perelló. El envío combina una lógica muy similar a El diario de Mariana, el programa que condujo Mariana Fabbiani en el mismo horario entre 2015 y 2019. De hecho, Doman, además, ya fue conductor de Nosotros a la mañana y la escenografía de este nuevo programa también se vio en otros del canal. Evidentemente, la idea fue refritar cosas que alguna vez rindieron. Al aire desde la 14.30, la agenda de esta propuesta está cerca de las marcas de estilo de su conductor: agitar la indignación. Seguramente, ante el recalentamiento de la discusión política el programa retome el lugar de house organ del PRO (sería interesante comprobar a cuál de las líneas internas va a adscribir en estos agitados días) que ocuparon sus antecesores. En términos de audiencia, Momento D osciló entre lo aceptable y la decepción, con un promedio que ronda los 4 puntos de rating.
Finalmente, Turno tarde fue el programa que reemplazó al fallido Hogar dulce hogar, en ambos casos, envíos desarrollados por La Flia, la productora de Marcelo Tinelli. Con la conducción de Andrea Politti, se trata de una propuesta de entretenimiento donde un grupo de cuatro niños compite con cuatro famosos, en juegos de preguntas que giran alrededor de las asignaturas de la escuela. Los pequeños participantes están con guardapolvo, a la resolución de los desafíos se le llama “corregir” y la organización de preguntas y puntajes emula un pizarrón. Luego de dos años de clases virtuales y de discusión acerca de aulas abiertas o aulas cerradas, a «la televisión» se le ocurrió que era un buen momento para poner al aire un programa que tematiza la educación primaria de manera torpe y elemental. En términos de audiencia, Turno tarde logra números similares a los de Momento D.
Así las cosas, El Trece tiene aún dos nuevas propuestas por estrenar. Por un lado, Socios del espectáculo, que ocupará el espacio del mediodía en el que hoy se emite El Zorro, el único programa de la emisora que supera en audiencia a Telefe, y que contará con la conducción de Rodrigo Lussich y Adrián Pallares, que abandonaron América para pasar a la pantalla del canal de Constitución. Y por otro, se espera la puesta en marcha de El hotel de los famosos, la carta más fuerte que El Trece juega este año, un reality de convivencia conducido por Pampita en el que un grupo de personajes populares vivirá –o sobrevivirá– ante las cámaras. Por último, Tinelli regresaría con un nuevo programa, de formato desconocido por ahora.
Pese a la renovación de 2022, ninguno de los flamantes programas de la señal del Grupo Clarín logra vencer en sus franjas a Telefe: su competidor directo la sigue duplicando en rating. No obstante, el canal recuperó puntos respecto a 2021. En un panorama complejo, El Trece ya no aspira a ganar en audiencia, sino a perder lo menos posible, apostando a la suerte de los envíos ya cerrados que esperan salir próximamente a la arena.
Las nuevas apuestas, en números
6,5 es el promedio de rating que consiguió El gran juego de la Oca en su primer mes, ocupando la competitiva franja de las 21.
4,4 midió Momento D en los primeros cinco días desde su desembarco en las tardes del canal de Constitución.
4,2 son los puntos obtenidos por Turno tarde, la propuesta más ATP de la señal, en su semana de estreno.