Para los argentinos 7 cajas (2012) fue una gran sorpresa y generó un entusiasmo creciente. Poco y nada se sabía del cine paraguayo y el retrato social, la aventura y el humor de la primera película de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori convocaron a propios y ajenos con el viejo arte del boca en boca. Pero en Paraguay el impacto de la película adquirió dimensiones casi revolucionarias. Rápidamente se transformó en el film más visto de la historia de ese país, determinó que se fundara la Academia de Cine de Paraguay, resultó fundamental para que el Senado apruebe la ley para la creación del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP) y multiplicó el entusiasmo de los jóvenes para sumarse a un mundo que hasta hacía poco consideraban inimaginable. Los segundos pasos nunca son sencillos. Maneglia y Schémbori enfrentaron dificultades de financiación, eludieron propuestas internacionales tentadoras y tuvieron que administrar la presión después de un gran éxito. Pero Los buscadores, el segundo largometraje del tándem de cineastas más famoso del Paraguay, ya conquistó una gran repercusión en su país y su reciente estreno en la Argentina obtuvo una muy buena recepción.
En términos formales Los buscadores cuenta la historia de Manu, un joven canillita que busca un tesoro por las calles de Asunción. Pero la película abre paso a múltiples observaciones y lecturas, que incluso también parecen darle lugar a un público joven. La película desarrolla un pulso aventurero que incluye persecuciones, intrigas y sorpresas varias, pero también retrata el abandono y la fragilidad del barrio de La Chacarita, deja constancia de los ecos todavía visibles de la Guerra de la Triple Alianza y despliega un humor que permite que la historia circule con fluidez y ritmo. Maneglia y Schémbori confirman que encontraron una forma de relato que articula tradiciones del cine global sobre todo del estadounidense, pero con los pies puestos en su lugar en el mundo, sus historias, sus ritmos y dolores.
Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori hablaron con Tiempo sobre su pasado, presente y futuro.
El guión de Los buscadores cuenta una historia muy concreta y al mismo tiempo da pistas sobre muchas otras. ¿Hasta qué punto fue algo buscado?
Tana Schémbori: El guión lo escribió Juanca, más allá de que en el proceso charlamos mucho y hubo un ida y vuelta importante. Pero te puedo adelantar que sí, que todo fue buscado. Es la forma de pensar y ser de Juanca. La búsqueda de la plata yvyguy nos resultaba atractiva desde lo narrativo porque perseguir un tesoro puede ser muy atrapante. Pero al mismo tiempo nos remite a la Guerra Grande (Guerra de la Triple Alianza) y toda la gran marca que dejó. En Paraguay había una cultura de enterrar dinero porque recién hubo bancos a partir del ’40 y la Guerra Grande y los conflictos internos exigían al menos intentar poner el dinero a salvo. De ahí se fue creando una cultura o mitología relacionada con encontrar esa plata y todo lo necesario para lograrlo. Pero volviendo a la pregunta original, sí, Juanca piensa hasta el último detalle de cada proyecto.
Juan Carlos Maneglia: Me interesan muchas cosas. Siento que nuestra cultura les da otra dimensión a estas historias. Imaginé la película con una idea fuerza potente, la búsqueda del tesoro. De alguna manera es una Indiana Jones paraguaya. Pero hay muchos otros elementos. Por ejemplo, la presencia del agua es recurrente. Al principio de la película, al final, en las inundaciones de La Chacarita. Paraguay vive casi de espaldas a sus ríos y sin embargo tienen mucho que ver con su historia. De alguna manera el agua es un personaje más. El tesoro, en realidad, es casi un ticket para escaparse del agua.
Se nota que miraron mucho cine norteamericano. Pero siempre cuentan historias que remiten y revelan al menos parte de la idiosincrasia paraguaya.
TS: Sí, es la forma en la que nos gusta hacer las cosas. Después de 7 cajas recibimos muchas propuestas para realizar proyectos afuera. Sobre todo con guiones que estaban armados en otros países. Eran ofertas tentadoras, pero con Juanca teníamos la necesidad de contar algo nuestro otra vez. Con nuestra onda, ritmos, idiosincrasia e idiomas. Necesitábamos afianzar nuestro lenguaje. Creemos mucho en pinta tu aldea y serás universal. Ya nos daremos tiempo para otro tipo de proyectos.
JCM: Sentimos que contando algo nuestro con honestidad podemos ser únicos. Tomando un guión de afuera no sé si podríamos aportar todo lo que sentimos que aportamos con nuestras películas. La idiosincrasia y el humor paraguayos son algo muy valioso y están muy poco explotados. En toda la historia de nuestro país se filmaron poco más de 20 películas. Por eso ahora que la producción se está intensificando la gente se engancha. Había una necesidad de reconocerse en el cine.
Trabajan juntos hace casi 30 años. ¿Cómo reparten las responsabilidades?
JCM: Nos conocemos del secundario. Empezamos a trabajar juntos en una productora que se llamaba Alta y no nos separamos más.
TS: Es impresionante. Estamos juntos desde hace 28 años. ¡Juanca me conoce más que mi marido! (risas). A grandes rasgos, él se encarga del guión y yo de la dirección de actores y la puesta. Pero charlamos todo. En esta película en particular también trabajé en la producción ejecutiva. Pensamos que después de 7 cajas sería más sencillo, pero demandó un esfuerzo enorme. De los resultados de la filmación traté de alejarme. Miraba cómo avanzábamos una vez por semana.
JCM: Ese método nos resultó muy efectivo. Porque cuando uno está metido todo el tiempo y todos los días en algo pierde perspectiva. La mirada de Tana era muy fresca y muchas veces me decía tal escena es muy larga o tal otra está muy acelerada. Ese diálogo favoreció mucho el resultado final.
En sus películas no siempre trabajan con actores profesionales. ¿Qué los lleva a tomar esa decisión?
TS: Priorizamos lo que pide la historia. Buscamos que cuando la gente mire la película crea en los personajes. Que no vea a un actor haciendo de. Para eso tenemos que trabajar muy bien en las convocatorias y después con el guión. En Los buscadores dimos un paso adelante en relación a 7 cajas. Pudimos sumar a jóvenes que ya habían pasado por escuelas de actuación. Entre otras cosas porque ahora hay más lugares para estudiar y más gente que lo hace. Esta vez también convocamos a algunos actores formados y estamos muy conformes con los resultados de la combinación.
7 cajas fue un éxito muy grande en Paraguay y generó mucho interés en otros países. ¿Hasta qué punto todos esos logros se transformaron en presión?
JCM: Sentimos muchísima presión. Sabíamos que después de 7 cajas la gente iba a estar muy atenta a nuestra segunda película. Que buscarían algo similar y a la vez distinto. No era sencillo estar a la altura. Nos resultó difícil encontrar el proyecto adecuado. Queríamos encontrar uno que diera en la tecla y nunca es fácil. Pero una vez que empezamos a trabajar la pasión le ganó a la presión.
¿Ya saben cuál será su próximo proyecto?
TS: Es muy probable que sea una serie. No podemos contar mucho más. Sería con vistas a una circulación internacional. No está cerrado, no me quiero adelantar, pero viene por ahí. Sería un gran desafío porque podría tener un alcance global y sobre todo porque tendremos que mantener nuestra forma de contar y nuestro estilo en un ámbito diferente. Esperemos que se concrete, nos parece una apuesta interesante. «
Machismo, matriarcado e igualdad
La película Los buscadores tiene una gran presencia femenina. No se trata de una casualidad o de una estrategia de empatía con las demandas globales de igualdad. Expresa una forma de entender y retratar la sociedad paraguaya. «Me gusta que Juanca escriba sobre mujeres porque es muy observador. Es otro de sus puntos fuertes», subraya Tana Schémbori. La cineasta también encuentra en esa particularidad de la película una forma de adentrarse en la historia del Paraguay.
«La Guerra Grande trastocó enormemente la estructura social de nuestro país. Tanto hombre asesinado dio paso a una sociedad conformada por una gran mayoría de mujeres. Se puede decir que el Paraguay salió adelante gracias a las mujeres. En algún punto nuestro país es una sociedad bastante matriarcal», señala Schémbori.
¿Cómo sobrellevan en la actualidad las problemáticas del machismo y la violencia?
TS: Desgraciadamente, con muchas dificultades. Por un lado Paraguay tiene un costado matriarcal, pero a la vez es una sociedad muy machista. La educación que daban las propias mujeres era machista. Todavía hay algunas madres que les dicen a sus hijos varones que no acomoden la mesa y que no laven los platos, por ejemplo. Es algo muy contradictorio. Hay mucha violencia de género en Paraguay. Ojalá que con esfuerzo y tiempo se pueda ir resolviendo. Es una necesidad para nuestro país y para todo el mundo.