La joven actriz da cuenta del aprendizaje que exigió formar parte de “El paraíso”, un thriller vertiginoso y atrapante. Memoria, balance y lo que vendrá.
El film está ambientado en 1926, cuando Magdalena y Anna llegan a la ciudad de Rosario, procedentes de Polonia, en busca de un nuevo futuro en nuestro país. Pero esos sueños rápidamente naufragarán, cuando caigan en manos de una organización criminal conocida como «Los Abramov», un clan extendido en la región que maneja una red de prostitución a gran escala.
Pensada esencialmente como una propuesta para adultos en formato de animación 3D, El paraíso cuenta con las participaciones vocales de actrices y actores como Norma Aleandro, Maite Lanata, Nicolás Furtado, Jorge Marrale, Mariano Chiessa, Cesar Bordón, Ernesto Larrese y Alejandro Awada, entre otros.
«Esta producción es algo que toda actriz espera que le ofrezcan alguna vez en la vida. Esta es la ópera prima de Fernando Sirianni y Federico Breser, pero más allá de eso esta es una historia muy particular, súper original y por sobre todas las cosas distinta», reflexiona Maite Lanata, que interpreta a Magdalena, la protagonista del film.
Uno de los elementos que resultan atractivos de El paraíso es su cuidada puesta en pantalla, algo que Lanata destaca: «La estética de esta película es verdaderamente fantástica. Creo que el espectador se enganchará mucho con ese aspecto, porque la animación es tan detallada como particular. La mayoría de la película es en blanco y negro, pero juega con partes en color. Sin dar a conocer el guión porque no quiero revelar nada, en pantalla aparece el personaje de Magdalena, una de las polacas que da a conocer su historia de una manera muy original. Particularmente, cuando vi la película terminada me gustó mucho que tenga voces argentinas, algo que no es muy normal en el mundo de la animación porque siempre se buscan voces neutras».
Para la actriz, interpretar con su voz por primera vez a un personaje animado resultó un desafío: «Así fue desde un primer momento. Lo que habitualmente se piensa de la animación es que las voces se hacen en un estudio, pero acá hubo que ponerle el cuerpo a mucho de lo que se decía. Digamos que en base a nuestros cuerpos se basó cada uno de los dibujos y eso, para mí, era otro de los elementos atractivos de esta película. En definitiva, siento que lo que nos dio a los actores este proyecto es que de varias formas trabajamos con el cuerpo, y no solamente con la voz que le pusimos a cada uno de los personajes. Cada dibujo se basó en expresiones humanas reales. Por eso los personajes se nos parecen. Eso se nota muy claramente en los personajes de Alejandro Awada y Norma Aleandro, por ejemplo».
Si bien esta fue la primera vez que Maite Lanata trabajó en el mundo de la animación cinematográfica, los directores no le pidieron nada en especial para con su interpretación vocal. Así lo recuerda la actriz: «Lo único que me pidieron es que escuche los ritmos, las cadencias de las voces, sobre todo para transmitir lo mejor posible la idea que transmite el guión. Lo que sí hice fue trabajar la voz y construir desde ese punto de vista estético, aunque me ayudó mucho entender ciertas particularidades del sonido que se utilizaba para cada parte. En ese sentido, entendí cómo ubicar el micrófono según cómo se ubica uno en el contexto de la escena, si es íntima, si no lo es, y si se necesita cierto aspecto particular de tu voz. Aprendí que una cosa es grabar en una circunstancia controlada que te da el estudio y otra grabar en una pecera. El mundo de la animación tiene sus limitaciones, algo que uno aprende y que te lo explican luego los directores, por eso la técnica del Live Action, es decir lo que uno actúa para que luego te dibujen, es más que importante».
Un antes y un después es lo que sintió Maite Lanata a la hora de comprender la importancia que tiene la voz en el mundo del cine. Para ella, la experiencia más parecida a trabajar con la voz en el pasado fue un podcast, algo que no se puede comparar con lo vivido y expresado con su trabajo en El paraíso: «Sinceramente, tomé más conciencia de lo gravitacional que representan las voces. Cuando hacés o trabajás en otro tipo de audiovisuales es algo que lo das por sentado, no te das cuenta. Un película animada exige un trabajo mucho más minucioso y rico con la voz. Únicamente con la voz, sin el uso del cuerpo, una puede sentir y vibrar con docenas de sensaciones. Espero que la gente que vaya a ver esta película pueda disfrutarla tanto como yo al ser partícipe de ella». «
El paraíso
Un film de Fernando Sirianni y Federico Breser. Actúan: Norma Aleandro, Nicolás Furtado, Maite Lanata, Jorge Marrale, Mariano Chiessa, Cesar Bordón, Ernesto Larrese y Alejandro Awada, entre otros. En cines.
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