Hasta el 2 de octubre se exhibirán ocho preestrenos de realizadores y realizadoras de nuestro país y dos películas latinoamericanas. En medio del reclamo por el tratamiento de la caducidad de los fondos destinados al arte y la cultura, el evento se resignifica y abre un espacio de reflexión sobre la realidad.
“Es el preestreno de películas con diversas temáticas y estilos narrativos bien diferentes” afirma Andrés Habegger, uno de los organizadores, de quien también se exhibirá un film en la muestra que tiene lugar en el Cultural San Martín. “El evento vuelve a la presencialidad para ser lo que fue siempre: un lugar para dar a conocer el trabajo de creadores que más adelante presentarán sus películas, siendo una ventana más para la difusión de las obras. Las pantallas tienen que multiplicarse para que se multipliquen las audiencias y los debates sobre un futuro con soberanía cultural.”
En tiempos de plataformas y consumo hogareño del cine, el encuentro cobra mucha importancia. “Nuestra apuesta es luchar para volver a las salas, que el cine no pierda ese espacio, aunque tenga que convivir con otras maneras de consumo. Pero que el cine se vea en el cine, esa es nuestra apuesta política”, afirma Habegger.
El catálogo para 2022 es bien variado. “Otros años hubo ejes temáticos más unificados, pero en esta ocasión, muchas de las películas fueron terminadas en pandemia, por lo que nos pareció mejor tener un universo audiovisual y exploraciones del lenguaje distintas. Lo heterogéneo es el perfil más atractivo de esta curaduría, creo. Para demostrar que se puede contar de todo, y de las maneras más diversas. Es una muestra de cómo el parate obligado nos llevó a usar la imaginación”, reflexiona el cineasta. “En lo divergente está el gusto, mirando lo social, lo histórico, hay de todo”.
Los títulos que participarán en esta edición son Llamarada, de Alejandra Almirón; Después de Catán, de Víctor Cruz; Reformadores, de Marina Zeising; y Casi todo sucede en los sueños, de Andrés Habegger. Además, se proyectarán Abandono de cargo, de Alejandro Vagnenkos; Los del fondo, de Gabriela G. Fuentes; Elan, impulso vital, de Dina Spivak; y Sean eternxs, de Raúl Perrone. Además, tendrá como filmes invitados a la cinta boliviana Achachilas, de Juan Gabriel Estellano, y Mujer perseverante, de Soledad San Julián, reciente ganadora del Festival de las Alturas en el rubro documental. “Las entradas tiene un precio muy popular, cuestan 200 pesos y los jubilados tiene un descuento”, aporta Habbeger para tratar de engrosar el número de espectadores
Como parte de la celebración por este décimo aniversario, también ofrecerán una muestra online gratuita, con una selección de títulos que integraron nuestra muestra a lo largo de estos años, una veintena de películas que representan el espíritu de este encuentro que se podrán ver de forma gratuita hasta el 26 de octubre, en OctubreTV. “Es una manera más de retomar historias valiosas que han pasado por aquí”, cuenta el organizador sobre esta otra posibilidad que ofrece la Semana.
El documentalista cree que el género tiene mucho por dar. “La esencia del documental es el encuentro. Está quien mira y quien es mirado, así nacen todos los films que exploran este camino. Es poner la mirada en cuestiones propias que quizá pasamos de largo. Se le da lugar a lo que no es tan visualizado, y sin un objetivo en lo comercial, lo que le da libertad para experimentar en el lenguaje del cine. Es el género que más se anima a probar herramientas y narraciones”, resume Habegger y celebra que sigan existiendo festivales como éste. “Todos los que hacemos esto disfrutamos de ver, a su vez, la mirada de otros, porque estimula, contagia. Lo colectivo es algo que no hay que perder, por eso lo hacemos”.
La producción nacional está pasando por uno de los momentos más difíciles, a partir de que el 31 de diciembre marca la fecha de caducidad de los fondos de fomento para la cultura que proveen de recursos al cine, al teatro, a la música, a los medios comunitarios y a las bibliotecas populares. “Sin esos fondos perderemos derechos como trabajadores de la cultura. Esta es una actividad artística ligada inevitablemente con políticas públicas que fomenten la producción. Sin esas políticas no es posible hacer nuestras películas. La crisis del sector es consecuencia de las falencias generales de la economía, pero los senadores tienen que entender que es importante para seguir haciendo cine: es parte de la identidad de un pueblo”. Habegger admite que se trata de una toma de conciencia para no poner en riesgo al cine nacional. “La mejor manera de luchar por la cultura es seguir construyéndola, eso lo que queremos”.
10ª Semana Del Cine Documental Argentino
Del 28 de Septiembre al 2 de Octubre se exhibirán ocho películas argentinas y dos peliculas invitadas de realizadores latinoamericanos. En el Centro Cultural San Martín, Paraná y Sarmiento.
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