Con un registro conmovedor y una sensibilidad única, Mercedes Sosa construyó una obra que la llevó a trascender géneros y fronteras. Renovó el folklore argentino, tendió puentes con múltiples artistas y, a diez años de su partida, sigue más vigente que nunca.
Casi como un designio, Mercedes nació un 9 de julio, según su mamá, su llanto estuvo acompañado por las bombas de celebración por el día de la independencia que se escuchaban a ocho cuadras de la plaza principal de la capital tucumana. Nacida de una familia humilde, sus primeros años estuvieron marcados por la pobreza pero también por el amor de su familia de donde aprendió a valorar los afectos y reconocer las injusticias.
“La música estuvo siempre en mí, yo escuchaba las canciones por la radio de otros porque nosotros no teníamos radio. Nunca pensé que iba a ser una cantante internacional”, cuenta Mercedes muchos años después en una entrevista.
Precisamente la radio fue la que le dio la oportunidad de abrirse camino en el canto, al principio como una aventura. Tenía 14 años y sus papás se habían ido en tren a Buenos Aires para participar de las celebraciones por el 17 de octubre. Junto a unas compañeras, la Marta Sosa, como en realidad la llamaba su familia y sus amigos en Tucumán, se presentó a un concurso en LV12 una emisora que quedaba a cuadras de su casa. La voz y el carisma de esta joven que, para despistar a sus padres usó el seudónimo de Gladys Osorio, la convirtió inmediatamente en la ganadora y el concurso terminó. A la semana, en la primera presentación, su padre la escuchó en la radio del vecino y reconoció su voz. Tuvieron que convencerlos entre familiares y amigos que permitiera que su hija se dedique a ser artista. Mercedes no abandonó nunca más los escenarios.
¿Qué es cantar?
“A veces, Fabián, es un gusto cantar. No abrir la boca sino saber que lo que se está arrojando afuera es hermoso. No siempre pasa, como sabrás”, le escribió la cantora en 1981 a su hijo Fabián. La frase define a la carrera de Mercedes Sosa, quien a principios de los 60 se autodefinió como cantora porque el concepto representaba lo popular.
Su llegada al mundo de la música popular fue clave. Perfiló su carrera dentro del folklore en una época en que el bolero intentaba imponerse como moda. En una peña de Tucumán, conoció al padre de su único hijo, Oscar Matus, con quien se casó y se fue a vivir en Mendoza. Las canciones de Matus enamoraron a Mercedes. Eran épocas de grandes convulsiones políticas y ellos como artistas no podían quedarse atrás. Así fue como en Mendoza, junto a otros músicos, poetas, bailarines, escritores y pintores participó del nacimiento del Nuevo Cancionero. Un movimiento que planteó las bases de una música popular y de un folklore menos paisajista y más social.
Mercedes, para entonces, ya era una artista que había recorrido varios escenarios del país, pero le faltaba uno: el escenario de la plaza Próspero Molina, en Cosquín, donde hacía unos años se realizaba el festival más grande del folklore. “La Comisión no me dejaba subir porque decía que yo era comunista y por entonces era mala palabra”, contó en una ocasión. Sin embargo, lo logró gracias a un gesto de Jorge Cafrune que ella, hasta su último concierto en ese escenario repitió: invitar nuevos valores para cantar en Cosquín.
“Yo me voy a atrever, porque es un atrevimiento lo que voy a hacer ahora y voy a recibir un tirón de orejas de la comisión, pero qué le vamos a hacer. Siempre he sido galopeador contra el viento”, comenzó diciendo Cafrune esa noche del 31 de enero de 1965. “Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo. Aunque se arme bronca, voy a dejar con ustedes a una tucumana: Mercedes Sosa”. Y apareció Mercedes con una caja como única compañía para interpretar “Canción del derrumbe indio”, de Fernando Figueredo Iramain. En la grabación se escucha la ovación del público cuando apenas comenzaba a cantar. Ahí fue contratada por primera vez por la Phillips. Ahí se fundó otra etapa de su carrera artística.
Tal vez por ese inicio, su relación con el Festival de Cosquín fue siempre muy particular. Sin embargo, era una figura adorada por los coscoínos y esperada por el público del festival. La feliz transgresión de Cafrune marcó ese vínculo. A tal punto que en 1997 invitó al escenario a Charly García. Los días previos a esa actuación fueron problemáticos, polémicos y dieron varios minutos de aire en las radios locales. “García sí o García no”, esa era la cuestión. “Hubo demasiados problemas, el recital era mío, yo ahora voy a cantar por primera vez esta canción de Spinetta y García, ‘Rezo por vos’ se llama”, dijo esa noche de enero para invitar a Charly. Fue una de las veces en que Mercedes le torció el brazo a la comisión de Cosquín.
Pero la rebeldía de Mercedes Sosa tenía el compromiso y la conciencia de testimonial. Es eso tal vez la que constituyó como una de las voces más importantes de América Latina y con reconocimiento en todo el mundo. “Estos premios colgados en las paredes de mi casa no son solamente porque canto, son porque pienso”, dice la artista en el documental de su último trabajo discográfico, Cantora, un viaje íntimo. “Pienso en los seres humanos, en la injusticia. Pienso que si yo no hubiera pensado de esta manera, otro hubiera sido mi destino. Hubiera sido una cantora común. Eso me hace pensar que no me equivoqué”.
Fue defensora del legado compositivo de Atahualpa Yupanqui y una de las difusoras más grandes del repertorio de Violeta Parra. En varias ocasiones, artistas como Milton Nascimento, David Byrne, Chico Buarque de Holanda, destacaron haber accedido a la compositora chilena gracias a Sosa.
Ese fue el otro trabajo de Mercedes. La búsqueda permanente de bellas canciones y de jóvenes valores. La defensa de ese repertorio testimonial que fue asumido por la cantora como una militancia fue la que le valió sus años de exilio, cuando la Triple A en 1975 la incluyó entre las listas negras de artistas considerados subversivos.
En esos años, Mercedes había recorrido Europa, era una cantora reconocida y había grabado grandes discos como Mujeres Argentinas, Cantata Sudamericana, Homenaje a Violeta Parra, Traigo un pueblo en mi voz, Mercedes Sosa interpreta a Yupanqui, A que florezca mi pueblo, que habían sido un éxito. Sin embargo, las posibilidades de seguir cantando ese repertorio en su país se fueron acortando.
En 1975, una amenaza de bomba le impidió cantar en Tucumán. Fue la primera de un serie de atentados que sufrió la artista y por las cuales, en febrero de 1979 tuvo que partir exiliada. Ese exilio de Mercedes marcó su vida y dejaron grandes secuelas en lo anímico y en su salud.
Sin embargo, jamás dejó de cantar aquellas canciones ni de decir lo que pensaba cada vez que le acercaban un micrófono. En el año 80, durante un concierto en vivo en Suiza, se la ve a Mercedes explicando con su tonada tucumana cada una de las canciones que cantaba, hablando de sus compositores y contando por qué era necesario cantarlas. Eso para ella también era cantar.
“Sacarme a mí fue una equivocación muy grande porque largaron al mundo a una artista que era famosa allá en Europa a hacer una prensa en contra de ellos, cuando yo tendría que haberme quedado” dijo años después la cantora respecto de su forzada partida del país.
En esa misma época y mientras anhelaba volver a su patria, Mercedes participaba en conciertos solidarios, así pasó por El Salvador y por el histórico concierto por la paz de Managua. Era una manera de sentirse también en su patria.
Más allá del folklore
Durante sus años de exilio, desde Francia o desde París, Mercedes vivía inquieta y pendiente de lo que sucedía musicalmente en la Argentina. Así fue conociendo, a través de su hijo el rock de la Argentina. Al primero al que accedió fue a León Gieco, a quien admiraba su manera de cantar.
Una vez que volvió a la Argentina citó a Charly García para otro histórico concierto en Ferro, en el año 1982 donde interpretaron juntos “Cuando ya me empiece a quedar solo”. Fue el comienzo de un amor que duró hasta el final de sus días.
También están en Cantora, sus compañeros de ruta: Teresa Parodi, Victor Heredia y León Gieco con quienes compartía escenario y charlas cotidianas desde hacía años. Eran su familia.
También podés leer: “Mercedes, la Patria cantada”
El legado
Después de un mes de convalecencia Mercedes Sosa murió la madrugada del domingo 4 de octubre. Mercedes era mi tía Marta. Esas inolvidables horas tuvieron el plus de la decisión: donde despedirla. Con timidez y la sensación de que el lugar era enorme, aceptamos la invitación para hacerlo en el Congreso, pensábamos que el lugar era demasiado grande. Solamente sus hermanos, mi papá y mi tío estaban convencidos. No se equivocaron. Dos horas después de anunciarlo, en el Congreso y sus alrededores ya había una multitud, que permaneció hasta el día siguiente.
Hablar de Mercedes Sosa, hablar de mi tía, es hablar de una porción de Patria, de una parte de la historia y del continente americano. Es hablar de quien le cantó a las mujeres, de la que se fue del país a denunciar lo que pasaba en la dictadura, la que trajo nuevos aires de democracia. La que demostró que la música, que el arte, que el canto popular es el futuro de los pueblos. «
Los shows que convocaron a la democracia“Cuando la Negra es obligada al exilio uno de los últimos recitales se pautó en el teatro Premier, con Rodolfo Mederos, y yo era el productor. Hubo una amenaza de bomba, tuvimos que desalojar la sala y no se pudo hacer. Ahí fue cuando ella me dijo ‘yo voy a volver y el primer recital lo vas a hacer vos’”, relató Daniel Grinbak, el encargado de esa potente vuelta de Mercedes, que marcó el fin de la dictadura, por lo menos en el ánimo de los argentinos.
“Habíamos puesto un rosa en cada butaca y cuando la Negra entra fue una lluvia de rosas sobre el escenario. Cuando ella arrancó el recital con esa voz, sentimos que venían nuevos aires en el país”, relató Grinbank. El histórico regreso de la tucumana quedó registrado en el emblemático álbum doble Mercedes Sosa en Argentina (1982).
La vicepresidenta sigue con su armado territorial. En su entorno sostienen que puede representar a…
Centenares de profesionales de distintas disciplinas realizaron una denuncia penal contra el gobernador cordobés, legisladores…
El sector está en alerta por la falta de una "política industrial" ante el posible…
El "ollazo" organizado por el Frente de Lucha Piquetero se desplazó por el centro porteño…
Lo admitieron voceros del organismo en Washington. El Gobierno quiere dinero "cash" para pagar vencimientos…
Una muestra fotográfica refleja las realidades de chicos y chicas institucionalizados. Hay más de nueve…
También anuló la prohibición para ejercer cargos públicos. Había sido condenado por el pago de…
El gobierno giró el proyecto de Ley para eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias…
El fallecimiento del fueguino Héctor Stefani abrió una pelea por la banca que se disputan…
El ndec registró un aumento del costo del 1% y las empresas registraron una variación…
Habrá tres tipos de evaluaciones: para servicios generales, administrativos y profesionales. El personal tendrá que…
Comenzará a las 19 horas en todas las universidades públicas del país, en conmemoración al…