Esta vez no son amigos, sino compañeros de trabajo. También hay un retiro en el medio de la nada y por supuesto, el infaltable asesino que anda suelto. Sin embargo, lo que puede parecer una vieja fórmula el director Patrik Eklund lo convirtió en La conferencia, uno de las más sorprendentes thrillers de terror que se puede ver hoy en Netflix.

Con condimentos de la comedia pero también de la tradción slasher, el film sueco está basado en la novela del escritor Mats Strandberg, y muestra una reunión de equipo en el sentido moderno y capitalista que se le suel dar al asunto: muchas personas que se “retiran” juntas para “crear” nuevas estrategias que sirvan al trabajo que comparten. En este caso, se trata de unos empleados municipales, quienes se van a una casa en el bosque para empezar a despertar el supuesto “talento”.

Pero pronto, las cosas resultarán mal, en más de un sentido. Lo primero que aparece -casi inevitable- son los rencores y las acusaciones cruzadas por temas laborales. Casi funcionando como el inconsciente colectivo de esos compañeros que parecen, en un punto, no serlo tanto, un extraño asesino escondido detrás de una más cara empezará una verdadera cacería sangrienta.

«La conferencia», un éxito impensado.

Con los actores Katia Winter y Adam Lundgren con macados roles protagónicos dentro del grupo, hay que remarcar que entre la tensión, la masacre y las corridas, todavía hay tiempo para preguntarse acerca del mundo del trabajo, la desigualdad, la competencia y todas esas otras situaciones horrorosas que pasan desapercibidas en el cotidiano.