Protagonizan "Los domingos mueren más personas", una tragicomedia que en las emociones y trastornos que desata el deceso de un ser querido.
David es un joven judío, gay y de clase media, que regresa al país desde Europa –donde cursa una maestría en Comunicación– para asistir al velorio de su tío. Una vez aquí, se entera que su madre decidió desconectarle el respirador a su padre, quien padece una larga agonía.
El protagonista ya arrastra un duro pesar por el abandono que sufrió por parte de su pareja, según puede verse el inicio de esta tragicomedia: una escena en la que el joven se humilla a sí mismo en su afán por retener al amor perdido, tal vez porque era la única certeza en una existencia que, con el correr de la historia, se revelará vacía y plagada de falencias.
Es que David se debatirá en Buenos Aires entre una madre (Rita Cortese) enajenada por la enfermedad de su esposo, una hermana (Juliana Gattas) resignada a cargar con todo el peso de la dura historia familiar, los problemas de comunicación y la incomodidad de sentir que no encaja en el ecosistema al que pertenece.
“La idea de la película es una comedia que indaga en el dominó de emociones y trámites que impone el fallecimiento de un ser querido. Mi personaje está completamente absorbida por su rutina”, analiza Gattas.
“Ella siente que está donde le corresponde porque tiene muy delineado su rol. Ya aceptó todo, no se la ve nunca ni muy feliz ni muy angustiada, sino completamente resignada. Es la que está más cómoda de todos”, agrega.
Said puntualiza que a la hora de seleccionar a las actrices que lo acompañarían –el protagonista se mueve en un universo familiar delimitado por mujeres- optó más por “la humanidad” de cada una de ellas que por su capacidad histriónica.
“Sobre todo quería que tuvieran algo en la mirada, algo literal en los ojos. Estaba buscando que tuvieran ojos claros porque para mí representaba algo de la transparencia y que fueran cuerpos distintos entre sí, que no hubiera un patrón de determinada corporalidad”, explica.
“Juliana es mi amiga y necesitaba conectar con ese lugar más sensible, buscaba algo más humano que actoral, además de confiar en mi intuición de que las personas elegidas iban a poder hacer el trabajo de la mejor manera”, señala el realizador.
Los domingos mueren más personas es un film que trabaja sobre lo no dicho, los sobreentendidos que muchas veces no son tan así y generan tensiones, por lo que las miradas y el espacio que ocupan los cuerpos adquieren una especial relevancia.
“Yo creo que la palabra economía refleja mucho al personaje de Juliana y a todos. No hay nada hecho por demás, nada sobreexplicado. Cada personaje hace lo necesario. Actuar es habitar, estar, y me parece que Juliana especialmente estaba presente en los momentos en los que aparecía”, considera Said.
“A mí me encanta que la película empiece con ese shock, ese despliegue de emociones y después baje un montón, haya una economía de emociones. Queda todo en un lugar mucho más apagado, con un misterio en torno a lo que les pasa”, acota Gattas.
“Siempre hay una dificultad en expresar algunas cosas y es lo que le pasa a David –retoma el director y actor-. Creo que no hay una sola manera de comunicar el dolor y eso es lo que hace a los personajes tan distintos, tan especiales o tan personales. Me parece que estos personajes tienen algo en el lenguaje que no se juzgan, nadie está midiendo al otro por la forma en que está expresando su dolor”.
En otro orden de cosas, el actor, director y guionista no se mantuvo al margen del complicado momento para el cine argentino en que la película será estrenada e hizo hincapié en la importancia del apoyo estatal a la industria audiovisual: “Es una bendición poder estrenar una película nacional en este contexto tan apocalíptico para la industria. Lo que mucha gente no entiende es que el Estado tiene que estar presente para que a partir de eso muchas veces aparezca el capital privado o para que las personas que no tienen acceso a las empresas privadas tengan la igualdad de condiciones para generar una película”.
“Hay muchas historias que merecen ser contadas, hay muchas personas que trabajan de esto y creo que estar castigándolas no es productivo para nada -puntualiza-. Es muy injusto que solo puedan trabajar las personas que ya tienen una carrera hecha, por eso tiene que estar el Estado, para impulsar nuevos talentos. El primer impulso que tuvo esta película fue del Incaa y, a partir de eso, aparecieron inversiones privadas”. «
Dirección: Iair Said. Guion: Iair Said. Elenco: Iair Said, Juliana Gattas, Rita Cortese y Antonia Zegers.
En cines.
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