El actor encarna uno de los personajes clave de “El empleado y el patrón”, el flamante film del director uruguayo Manuel Nieto Zas. La necesidad de hacer cine y los condicionamientos de la pandemia.
En pantalla, Pérez Biscayart interpreta al hijo de un acaudalado productor agropecuario (rol encarnado por Jean Pierre Noher) que lleva un estilo de vida moderno y alejado de lo que se espera de alguien ligado al mundo del campo. Por una serie de circunstancias coyunturales, contrata a un empleado y juntos comenzarán a tener una relación laboral hasta que un suceso imprevisto desatará una serie de situaciones donde diferentes aspectos de la vida social se ponen al descubierto. “La verdad es que hoy en día un estreno cinematográfico es un acontecimiento extraño, y mucho más si se trata de una instancia presencial en una sala de cine. Ya tuvimos la emoción de palpar algo de lo que despierta la película en el reciente Festival de Mar del Plata cuando tuvimos cuatro funciones a sala llena y donde se pudo sentir el interés del público, a pesar de los horarios de exhibición que nos dieron. Más allá de eso, esta es una linda oportunidad para poder presentar una película esencialmente uruguaya pero con producción compartida entre Argentina, Francia y Brasil”, aclara orgulloso Jean Pierre Noher.
Para el actor, haber sido parte de esta producción significó un honor, sobre todo porque la invitación para ser parte del elenco la recibió de parte del director del film. “Me siento honrado de haber sido convocado por Manuel Nieto Zas, pero también por haber trabajado junto a un actor que admiro mucho como Nahuel Pérez Biscayart, un orgullo nacional argentino que viene desarrollando una carrera extraordinaria tanto en cine como en teatro en toda Europa y en diferentes idiomas. Volviendo al tema, en este caso lo económico nunca fue importante para mí, sino el proyecto global de la historia. La trama me pareció novedosa y con una mirada completamente distinta sobre lo agropecuario, algo siempre que vibra con una frecuencia especial pero muy diferente a la urbana. Otra de las cosas que me sedujeron fue volver a hacer cine, porque estoy trabajando mucho en series en Brasil, pero siento que por lo menos necesito hacer este trabajo para pantalla grande al menos una vez por año. En definitiva, todo esto me permitió sentirme como un pez en el agua”.
Consultado sobre su personaje, Noher enseguida se pone a desgranar algunas características esenciales de su rol en pantalla: “En apariencia, a quien interpreto parece un personaje secundario en la trama, pero tiene mucho peso. Para mí, el patrón es él, que se dedica a comprar caballos, mientras que el hijo es el patroncito que se dedica a cosas más del campo. Pero cuando leí el guión me parecía que conocía a ese tipo de personajes, de tipos que andan en su camioneta 4×4, que andan bien económicamente y que tienen en apariencia cierto sentido social en relación a dar trabajo. Sin embargo, no me animé a componer nada en especial, más allá de una forma de vestirse, caminar y tratar a la gente con amabilidad. Pero detrás de eso siento que hay mucho poder porque en su figura se percibe eso, me refiero a ser el verdadero patrón de la estancia porque es el tipo que baja el martillo. Fue muy inteligente de parte del director hacer confrontar al patroncito con otro joven de su generación, un peón que tiene experiencia más allá de su edad y vivencias”.
Uno de los factores que se exponen deliberadamente en El empleado y el patrón es un mapeo de diferencias de clases sociales que decantarán en un choque notorio de personalidades. “Estoy de acuerdo con esa mirada que ofrece la película en pantalla”, dice Noher sobre uno de los aspectos centrales de la trama. “Yo creo que eso es un rescate por parte del director para exhibir cómo es la vida en el campo. Particularmente siento que eso puede suceder en cualquier campo argentino o de Brasil inclusive, porque la convivencia de dos culturas en el mundo agropecuario existe. Ahí hay dos posiciones económicas bien notorias, porque queda claro que el peón siempre trabaja para el dueño del campo y la plusvalía no la ve ni de cerca. Sin embargo, eso no está subrayado, por eso creo que la película muestra pero no subraya nada, sino más bien todo lo contrario: hicimos una película que de manera sutil invita a pensar. Creo que en ese sentido ese es uno de los puntos altos de una película como El empleado y el patrón”.
El empleado y el patrón
Una película de Manuel Nieto Zas. Guión: Manuel Nieto Zas. Actúan: Nahuel Pérez Biscayart, Cristian Borges, Justina Bustos, Fátima Quintanilla y Jean Pierre Noher, entre otros. Estreno: jueves 13 de enero en cines.
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