“Grunge is dead”. Es 1994 y la frase tatuada a mano en la remera de Kurt Cobain grita lo que su suicidio ejemplar se encargaría de hacer carne: el final del grunge en los comienzos de la agitada década del noventa. ¿Pero crepó el grunge? “Ni a palos, vive en el pueblo”, contradice la muchachada ataviada de camisas leñadoras, jeans deshilachados y borcegos curtidos que hacen fila frente al C Art Media. Hay misa rockera en la noche del domingo.

Jerry Cantrell preside el ritual. El guitarrista de Alice In Chains, santo patrono del gremio nacido y criado en Seattle, llega al barrio de Chacarita en versión solista con sus pesados himnos oscuros. Presenta el jovencísimo I Want Blood, discazo parido el pasado 18 de octubre. En su cuarto disco solista, con producción de Joe Barresi (Tool, Queens of the Stone Age, Melvins), Cantrell recupera sin traumas los sonidos densos del pasado y deja atrás cierta luminosidad que había explorado en los años miserables de la pandemia con su disco anterior Brighten (2021). El pulpo Robert Trujillo de Metallica, el blondo Duff McKagan de Guns N’ Roses y rasta Mike Bordin de Faith No More le dieron una manito en el estudio al amigo Jerry. Quedó chocho el héroe de la guitarra.

Los locales Camionero se encargan de la previa. Rock and roll contra el capital, sucio y desprolijo, pura tracción a sangre. El dúo formado por Joan Manuel Pardo en guitarra y Santiago Luis en batería no defrauda. La mesa rockera está servida en bandeja para Cantrell.

La banda solista del fundador y líder de Alice in Chains llegó a la Argentina para presentar el flamante álbum
Cantrell y su banda en el escenario de C Art Media.

Con “Vilified” y “Off The Rails”, perlas con cicatrices del nuevo disco, el violero suelta amarras. La hinchada entra en calor. Y salta y salta y salta, salta, salta. Después llega una dosis de nostalgia, la primera de la velada. Estalla “Them Bones”, cerrás los ojos y aparecés en 1992, el año que vio la luz Dirt, esa sucia obra cumbre del parnaso grunge. Extrañamos tanto a Layne Stanley. Se lo llevó la hermana heroína en 2002. Más tarde en la noche más oscura suena “Down in a Hole” y su angustia más deseada. Con el agua al cuello llega “Would?”, y ya sabés: “Into the flood again” (En la inundación otra vez). Seguimos a flote.

Se desangran las guitarras de Cantrell en “Cut You In”, “Siren Song”, “Psychotic Breal” y “Held Your Tongue”. Una deriva  de casi cuatro tres décadas de carrera que va desde los discos solista Boggie Depot (1998) y Degradation Trip (2002) hasta el presente. Viaje pesado y difícil de sacarse de encima.

En los bises, Jerry sorprende a los fundamentalistas de AIC con “Got Me Wrong”, primera vez que suena en estos pagos luego de tres visitas.  El cierre es para “Rooster”, el tema que Cantrell dedicó a su padre, veterano de la Guerra de Vietnam. Ese poema despacho de trinchera antibelicista que arranca diciendo: “Aún no encuentran la manera de matarme”. No tengas dudas, Jerry. El grunge no murió.

Jerry Cantrell en vivo

Jerry Cantrell (voz y guitarra principal), Eliot Lorango (bajo), Roy Mayorga (batería), Lola Colette (teclados y guitarra acústica) y Zach Throne (guitarra). Domingo 10 de noviembre en el C Art Media.