El chamamé ya es Patrimonio Cultural de la Humanidad
Alcanzó ese estatus hoy a partir de una declaración de la Unesco. Su música y danza encuentran sus raíces en la cultura guaraní y constituyen uno de los emblemas más ricos de la Argentina.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró hoy al chamamé, la tradicional música y danza litoraleña, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por su trascendental aporte a la cultura en todo el continente.
«Para todos los que amamos el chamamé, hoy es un día de celebración y de júbilo. Nuestras más sinceras felicitaciones a la provincia de Corrientes y a todo el litoral. Y nuestro agradecimiento para todas y todos lo que trabajaron para que esta declaración tan importante sea posible. ¡Qué viva el chamamé! Esa música que nos pertenece a todas y todos los argentinos», afirmó el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, a través de un video difundido por las redes sociales.
El chamamé, que se convirtió de este modo en el tercer bien cultural argentino declarado patrimonio de la humanidad, luego del tango y el fileteado porteño, es una expresión que se vive, se baila y se canta; abarca la provincia de Corrientes, toda la zona del Litoral, y también tiene presencia en Paraguay, Uruguay y Brasil.
Curiosamente el primer chamamé grabado, que figura en los registros, es «Corrientes poty» (1930), compuesto por Francisco Pracánico, oriundo de San Fernando, provincia de Buenos Aires e interpretado por el paraguayo Samuel Aguayo.
Desde la provincia de Corrientes se realizó una vigilia para seguir la sesión del Comité Intergubernamental de la Unesco, que tuvo a su cargo en París la votación para definir la propuesta del Estado argentino.
El Ministerio de Cultura de Nación, de Conaplu (Comisión Argentina de Cooperación con la Unesco), la Cancillería Argentina y el Gobierno de Corrientes trabajaban en forma conjunta para la postulación desde 2016.
Esta decisión que tomó la Unesco implica una gran difusión del chamamé a nivel mundial, la circulación de artistas y canciones y también pensar en políticas públicas a largo plazo orientadas al género desde la difusión, la producción y la educación.
El chamamé compitió en París con otras 39 expresiones culturales de otros países del mundo, como el reggae de Jamaica, el Mwinoghe, danza de júbilo de Malawi; las parrandas cubanas, las tamboradas españolas.
Y añadió: «Es un bien heredado que está vivo y se transforma. Tiene un mensaje de amor a la tierra, respeto a la naturaleza, amor a la mujer y al hombre. Tiene un mensaje de fraternidad y de integración. Y nos une en una gran nación chamamecera con parte de Brasil, Paraguay y Uruguay. El chamamé es patrimonio vivo que nos enlaza y nos identifica».
Romero confió que la decisión de la Unesco ayudará a dar «gran difusión del chamamé a escala global» y consideró que la «vidriera» de la Fiesta Nacional del Chamamé, hace 30 años en la Ciudad de Corrientes y cuya edición 2021 en enero fue postergada por la pandemia, «ayudó a la difusión del género».