Los domingos a las 19, María y Cosecha realiza su Ciclo de Presentación de videos Con Partituras. “Cumplimos 23 años este mes y fue una manera de festejarlo”, señala Chiqui Ledesma, referente de la banda y también directora del Ecunhi (Espacio Cultural Nuestros Hijos -Asociación Madres de Plaza de Mayo-).
“Ahora también los cinco somos docentes de la Escuela de Música Popular de Avellaneda, que es donde nos conocimos y empezó todo a fines de la década del 90. Y muchas veces vamos a dar recitales y charlas y clínicas en el interior, y estábamos con la idea de hacer un disco. Pero con la pandemia no pudimos seguir ensayando, así que pensamos en las cosas que teníamos pendientes, y una de ellas era que muchas veces las instituciones de música popular o conservatorios que abordan la música popular, nos pedían material. Entonces decidimos hacer cinco videos con partituras, eligiendo un tema de cada uno de nuestros cinco discos. Son autores argentinos -aunque también hacemos autores de toda Latinoamérica- y también especies situadas en esta región: por eso hay una cueca, una vidala, una zamba, una chacarera y un huayno. Sabemos que es para un público determinado, pero fue un trabajo que nosotros le debíamos y nos debíamos, porque siempre nos faltaba tiempo para emprolijar los arreglos.”
-Parece una apuesta distinta compartir partituras en plena época en que se confía tanto en la magia tecnológica.
-En la escuela se les da herramientas a los chicos para que puedan escribir música a través de programas, pero lo que siempre te da la escuela pública es un encuentro, el abrazo, la charla, compartir. Las escuelas de arte son mágicas porque entrás y están los chicos tocando. Pero para hacer música o ser un intérprete o un compositor, tenés que atravesar el instrumento, tenés que tocar, tenés que cantar, pasarlo por tu cuerpo; eso ninguna máquina te lo da. Si no practicás, no escuchás, no trasladás lo que aprendés al instrumento o a tu voz, eso nunca se va a materializar por más aparatos que tengas. Creo que la magia del arte del dibujante, el músico, el teatrero no se va a perder nunca. Los otros elementos pueden acompañar, ayudar sobre todo en este tiempo en el que estamos uno en cada punta y queremos seguir haciendo cosas, pero el contacto con uno mismo, con el interior de cada uno, con la escucha, con el compartir y el atravesar el instrumento desde el cuerpo propio, eso nunca se va a perder. Si querés ser un buen músico eso no lo vas a perder porque sino es imposible dedicarte a esto.
María y Cosecha son María de los Ángeles “Chiqui” Ledesma: voz; Pablo Fraguela: piano; Pedro Furió: guitarra; Matías Furió: percusión; Taty Calá: contrabajo. Y los temas de cada domingo de agosto que se pueden ver en el canal de Youtube del grupo, son: Alfonsina y el mar, zamba de Félix Luna y Ariel Ramírez; Madre Noche, chacarera de Pepe Núñez); La ollera, huayno de Julia Elena y Jaime Dávalos; El salitral, vidala de Carlos Marrodán (desde el domingo 23 de agosto) y La plumita, cueca norteña de Arsenio Aguirre (desde el domingo 30).
-¿Creés que ante tanto streaming algo de eso que da el contacto se pierda?
-Nosotros también hemos tenido varios ofrecimientos de hacer streaming en varios teatros. En un momento nos gustó la idea porque nos volveríamos a encontrar. Pero soy docente, convivo con los alumnos y doy clases a través de Zoom, y todos plantean: extraño el aula, a los compañeros, quiero abrazarte profe; hay una necesidad muy grande. Por lo menos en el ámbito de lo que es la música de raíz folclórica hay una cosa muy ligada al encuentro, al abrazo, al compartir, a comerte un choripán en la peña, a bailar una chacarera. Creo que eso no se va a perder nunca. En algún momento cuando se termine esto y se consiguen los medios para hacer la vacuna, eso se va a recuperar. Porque es sabiduría de nuestro pueblo, por lo menos dentro del ámbito nuestro, no sé en el ámbito de otras músicas. Yo lo que más extraño por supuesto son mis amigos, pero también poder cantarle a la gente a los ojos y bajar del escenario y abrazar, compartir una charla y tomar un vino. Eso lo vamos a recuperar seguramente.
Por eso el cierre del ciclo el domingo 6 de septiembre es precisamente con una chacarera. Y nueva. “Ese es un video con imágenes: La encendida, de Pica Juárez. La grabamos durante la cuarentena. Es un adelanto del próximo material que pretendemos grabar apenas podamos. Y lo grabamos online: mi hermano que vive en España es ingeniero en sonido y nos metió el Pro Tools en la compu de cada uno de nosotros vía remota, y armó toda la edición desde allá. Y se escucha como si fuera un disco. Así que lo estamos pensando si no lo grabamos así. Imaginate que para nosotros el hecho de no juntarnos a discutir los arreglos ya nos frena, porque hace 23 años que nos juntamos todos los martes a ensayar, tomar mate y charlar (ríe). Así que espero que cuando esto pase todo esté más cerca de los deseos que de lo que imagino, que no creo que sea muy diferente a este presente.”