Del encuentro entre dos hombres de ciencia durante la primera mitad del siglo pasado nació una propuesta que postula los misterios y controversias de la física cuántica. Así es el contexto de Copenhague, la obra dirigida por Mariano Dossena basada en un texto original de Michael Frayn, que en su versión local es protagonizada por Patricio Contreras, Alejandra Darín y Sergio Griffo.
En escena la construcción del trío actoral rescata y resalta los vaivenes de una disciplina de estudio compleja, al mismo tiempo que exhibe de la misma forma las profundas disputas en torno a un objeto de conocimiento entre Heisenberg y Bohr, los dos personajes masculinos de Copenhague. Entre ellos y siempre de manera presente, Margarita (esposa de Bohr) oficia de relatora y nexo de todo lo que sucede en escena.
Alejandra Darín destaca que «esta es una obra de naturaleza y espíritu independiente. De manera que tiene en sí misma una especie de interior propio de este tipo de teatro, que no por nada siempre ostenta una pujanza grande donde la resistencia está presente. El teatro independiente es todo eso, pero también es un gran refugio para actores y espectadores. Esta vez un lugar como el Centro Cultural de la Cooperación nos ofrece su escenario en la avenida Corrientes y estamos contentos con eso, más allá de que esa avenida no siempre sea un lugar habitual para las propuestas independientes».
La actriz encontró más de un motivo para sumarse con entusiasmo al proyecto comandado por el director Mario Dossena. «No había visto la obra, pero tenía muy buenas referencias. Así que la primera propuesta que me hicieron para participar del proyecto fue muy significativa y tuvo un efecto profundo en mí. Por otro lado, la idea de trabajar junto a Patricio (Contreras) siempre me interesó, sobre todo porque nunca lo habíamos podido hacer. Lo mismo me pasó con el director y con Sergio Griffo, con quienes conecté laboralmente de la mejor forma. Siento que al encontrarme con la obra en su totalidad me terminó cerrando y conmoviendo de manera muy genuina. Esta propuesta es algo grande, sobre todo porque habla de algo muy profundo ligado al hombre, su existencia y un riesgo muy importante que la amenaza».
En Copenhague, Darín interpreta a una mujer que, entre otras cosas, oficia de puente entre dos hombres en pugna. «Ponerle el cuerpo a Margarita es algo que me gusta mucho porque es femenina, ácida y muy inteligente –destaca–. Pero más allá de esas particularidades, se trata de un producto neto de su tiempo y espacio, lo cual no es un detalle menor para esta historia. Durante toda la obra hay una cruza entre realidad y ficción, que es otro punto a tener en cuenta a la hora de entenderla y disfrutarla. En Copenhague existe un diálogo genuino que atravesó a toda la humanidad y que persiste hasta el día de hoy. Se trata de la amenaza latente que tenemos todas las personas en cuanto a la posibilidad de conflicto entre las grandes potencias del mundo. Cualquiera de ellas puede desatar un suceso como el que se vivió en el pasado en Hiroshima y Nagasaki, es decir, un contexto de muerte masiva».
Darín subraya que no se trata de una problemática menor: «Es algo muy actual por más que haya pasado hace mucho tiempo. Todo ese miedo transita un contexto moderno de permanencia psíquica y social. Podemos decir que sería algo así como lo que representa la muerte, porque no es que tengamos a esa contingencia en todo momento presente. Sin embargo, en algún lugar de nuestra psiquis esa idea está siempre activa. En definitiva, lo que plantea Copenhague es algo que existe, puede suceder y de alguna manera nos acompaña, aunque no estemos del todo conscientes de que lo hace». «
COPENHAGUE
Autor: Michael Frayn. Dirección: Mariano Dossena. Elenco: Patricio Contreras, Alejandra Darín y Sergio Griffo. Viernes a las 20:30 y sábados a las 22. CC de la Cooperación, Av. Corrientes 1543.