Una fauna variopinta pulula por la zona de Flores en la noche del jueves. Curtidos metaleros de estricto paladar y etiqueta negra, coloridos pibitos y pibitas alternativos tatuados hasta la médula y unos cuantos curiosos que escapan a la soledad del insufrible diciembre. Personajes que parecen salidos de un aguafuerte del floresino Roberto Arlt, máximo cronista del barrio anclado al oeste de la ciudad de la furia larretista. Sobre la avenida Rivadavia, a pasitos del Teatro de Flores, se amuchan los fundamentalistas de Mike Patton. Ansiosos, cortando clavos ante el demorado debut de Mr. Bungle en estas pampas. Es el proyecto más ambicioso e iconoclasta parido por el cantante californiano allá lejos en los ‘80, década de gloria del nefasto neoliberal Reagan en Gringolandia, el país donde la libertad es una estatua.
Mr. Bungle llegó presentan su último disco, una desquiciada reversión de su primer demo. El EP grabado en low fi vio la luz en el mundialista 1986. ¡Elegimos creer! Se titulada The Raging Wrath of the Easter Bunny Demo -algo así como “La furiosa ira del conejito de Pascuas”. En la previa de Navidad, la casa del Teatro de Flores no está en orden. Más bien se prepara para las llamas.
Poco minutos antes de las 21:30, en las fauces del boliche se canta por el general Patton y su furiosa milicia. El pelotón de Mr. Bungle versión 2022 –más thrashero, menos experimental– cuenta en sus filas con los históricos Trey Spruance en guitarra líder y Trevor Dunn en bajo, más dos refuerzos peso pesado: el pelado Scott Ian de Anthrax en la segunda viola y el pulpo cubano ex Slayer Dave Lombardo apaleando platillos, doble bombo y cualquier objeto que le pongan adelante. Equipazo: la naranja metálica.
La imagen del cráneo de un conejito de colmillos afilados es la única decoración que muestra el lampiño escenario cuando se corre el telón. Entonces, suben los muchachos, prenden la parrilla con “Won’t You Be My Neigbord” y al toque se desata un averno. Pegaditos suenan “Anarchy Up Your Anus”, “Raping Your Mind” y una versión fogosa de “Loss of Words” de los Corrosion of Conformity. El pogo es un infierno digno del fresco “El triunfo de la muerte” de Pieter Brueghel.
En la orgía de cuerpos tórridos sigue con vida Marcos. Esquiva codazos, abrazos, confiesa: “Es la quinta vez que lo veo a Patton. Faith No More, Mondo Cane, Tomahawk… Bungle era la figurita difícil. Ahora falta Fantomas”. Antes de volar en el mosh, dispara: “Miguel Patton es de los artistas más grosos de la historia. El Miguel Ángel de la voz”.
Sobre las tablas, el frontman hace gala de sus enormes capacidades como cantante. Se sabe, Patton es un crooner que puede saltar en un segundo del death metal al swing sin pifiar una nota. Esta noche sus cuerdas vocales recorren con furia la mejor enciclopedia del hardcore thrash y algunos subgéneros aún más extremos. Con “Speak Spanish Or Die” –la reversión del clásico de SOD, que belleza verlo al bocha Ian tocando un clásico de su primera banda-, Patton se pone al público en el bolsillo cuando grita que la cucaracha ya no puede caminar por la falta de marihuana.
Se sumarán más homenajes durante la noche: Slayer, Van Halen (“Loss of Control”) y The Exploited (“Fuck the U.S.A.”), con el público elevando el dedito para saludar durante todo el estribillo. Cumplidos especiales también recibió el seleccionado franchute: “Fuck You France”. Patton lució todo el show la casaca celeste y blanca con el 10 en la espalda, deseó suerte para la final contra los galos y hasta entonó el hit del momento “Abuela, la la la la la”.
Para liquidar un show épico, Mr. Bungle eligió un cover de una banda sudaca: “Territory”, de los brasileños Sepultura. El Teatro, como se dijo, quedó en llamas.
Mr. Bungle en el Teatro de Flores. Viernes 15 de diciembre de 2022.