Mañana será una nueva jornada marcada por el ritmo de las negociaciones de la deuda pública. Por un lado, vence el plazo que dio el gobierno de la provincia de Buenos Aires para que los tenedores del bono BP21 acepten una prórroga -hasta mayo- en el pago de un vencimiento parcial de capital por U$S 250 millones. Por el otro, el ministro de Economía, Martín Guzmán participará de una serie de reuniones en Alemania con el presidente Alberto Fernández y que tiene por objetivo consolidar los respaldos desde el exterior a la posición del gobierno argentino sobre la reestructuración de la deuda pública nacional que está emitida bajo legislación extranjera.
En rigor, febrero estará marcado por las idas y vueltas en este tema, el más importante de la agenda gubernamental junto con la lucha por superar el estado de hambruna que afecta a partes importantes de la población.
Último momento
La administración que dirige Axel Kicillof mantiene estricta reserva sobre los pasos que dará después del resultado de mañana. «Todo se define a última hora», le dijo a Tiempo una alta fuente de La Plata.
Lo cierto es que el gobierno bonaerense debe acumular voluntades de acreedores que posean como mínimo el 75% de los bonos. Este diario adelantó la semana pasada que los grandes fondos Fidelity, Gramercy y BlackRock ya habían aceptado la postergación a fin de facilitar la negociación de la deuda nacional. Pero aún no alcanza, aunque el número de adhesiones actual estaría a mitad de camino entre el 75% necesario y el 26% que dijo el ministro Guzmán en un encuentro en Nueva York la semana pasada.
Cronograma apretado
La semana pasada, Economía publicó el cronograma con las acciones que deben sucederse hasta fines de marzo. El plan es muy ajustado. «Es prolijo que salga una hoja de ruta porque baja el nivel de ansiedad del mercado, da cierta seguridad y orden. Pero los tiempos son muy ajustados. Hay que ser muy cauto», le dijo a Tiempo José Ignacio Bano, gerente de Research de Invertir Online.
Entre los operadores e inversores aseguran que desearían ver primero un plan económico que muestre cómo va a cumplir el gobierno su idea de crear una deuda sostenible. Pero algunos ya descartan esa posibilidad porque el gobierno parace encaminarse en otro sentido: primero la negociación con los acreedores y luego el plan.
Lo mismo sucede con la aspiración del sector financiero de que el Fondo Monetario avale a la Argentina, o, en otros términos, sea un garante ante los acreedores de que la Argentina cumplirá. «Para los bonistas es bueno que haya un acuerdo previo entre el FMI y el gobierno, pero tampoco es que eso es vital. Venimos de un acuerdo en 2018 y así estamos», agregó Bano.
En ruta
En este escenario, el ministro Guzmán partirá hoy rumbo a Berlín, donde se integrará a la comitiva del presidente Alberto Fernández. Mandatario y ministro participarán de un encuentro con la canciller alemana Ángela Merkel
Luego de esta reunión, el ministro seguirá viaje hacia el Vaticano mientras que el presidente irá a Francia y España, donde terminará su gira europea (ver página 6).
Guzmán tenía agendada con anterioridad su participación en el Vaticano en un seminario que realizará la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales (PACS) sobre «Nuevas Formas de Fraternidad Solidaria de Inclusión, Integración e Innovación», y que congregará a economistas de todo el mundo.
En ese marco fue pautada una reunión para el miércoles entre el ministro Martín Guzmán y la directora del FMI, Kristalina Georgieva, para avanzar en la renegociación del préstamo de U$S 44 mil millones que ese organismo le otorgó al país durante el gobierno de Mauricio Macri.
El FMI avalará a la Argentina en esta etapa. Tanto la propia Georgieva como el director para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, se mostraron satisfechos con las primeras medidas del gobierno del Frente de Todos. La misión del FMI que llegará a la Argentina el 12 de febrero vendrá con el mismo objetivo: darle un aval informal, declarativo, a las propuestas argentinas de renegociación de la deuda. «
Nuevo canjeEl Ministerio de Economía anunció el viernes la propuesta de un canje de deuda de un bono que vence el próximo 13 de febrero por 105 mil millones de pesos, un 10% de la base monetaria.
El bono es conocido como AF20. Economía ofrecerá mañana cuatro nuevos instrumentos para reemplazarlo, con vencimiento en agosto de 2021.
«Queremos construir un perfil de deuda sostenible en el tiempo», dijo el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, y agregó que el objetivo del gobierno nacional es alcanzar «un camino de normalización de los bonos» en medio de una evidente «ansiedad en los actores» que «puede generar ruido que no es provechoso para ese sendero de normalización».
Las opciones que ofrecerá Economía para la adhesión podrán ser combinables por los acreedores y estarán ajustadas por distintos mecanismos: Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), tasa BADLAR, evolución del tipo de cambio y Tasa de Interés Dual.
«Creemos que el menú de instrumentos es novedoso. Queremos que el mercado deje de operar por paridad y, por eso, planteamos estos instrumentos construidos de manera consistente», destacó Bastourre.
Este será el primer canje de bonos que enfrenta el gobierno nacional, que hasta ahora había canjeado sólo Letras del Tesoro (Lecaps) con vencimientos entre febrero y abril por un valor nominal de $ 99.612 millones por instrumentos en pesos conocidos como Lebads con vencimiento el 28 de agosto. «