El 25 de marzo es el día de les trabajadores de prensa en conmemoración del decreto ley N° 7.618 de 1944, base del actual Estatuto del Periodista Profesional (EPP) y que luego sería ratificado por el Congreso con la ley 12.908, sancionada el 24 de diciembre de 1946, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón. El Estatuto es un instrumento fundamental para les trabajadores de prensa y para la sociedad en general por su contribución a garantizar el acceso a la información, en tanto consagra numerosos derechos vitales para el ejercicio de un periodismo profesional y de calidad.
Casi ocho décadas después, a pesar de su carácter de ley nacional, muchos empresarios de medios buscan a toda costa desconocer el Estatuto e imponer un periodismo precarizado con trabajadores sin derechos. Los resultados de esa «propuesta» están a la vista: desde un periodismo sin calidad, con coberturas a distancia que también se precarizan y degradan, hasta la propagación de operaciones mediáticas, fake news y grandes medios al servicio del lawfare, como se demostró con el escándalo de Lago Escondido.
A nivel nacional, desde la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa nos encontramos en un plan de lucha por una negociación que ya lleva casi tres meses porque la Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina (ADIRA) se niega a pagar sueldos por arriba de la inflación. Al mismo tiempo, en Buenos Aires los principales medios se niegan a tener una paritaria con SiPreBA tras la conquista de la personería gremial, en una actitud criminal en este contexto inflacionario.
Por supuesto, la emergencia salarial del sector y el pluriempleo generalizado es sólo un aspecto que debe ser atendido en forma urgente, pero no el único ya que las transformaciones y cambios en la industria demandan una agenda integral para preservar el bien público del derecho a la información. En ese sentido, venimos promoviendo junto a la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios y con otros sectores de la comunicación un proyecto de democratización y federalización de la Pauta Oficial, que no quede concentrada en pocos grupos mediáticos, así como la regulación de las grandes plataformas digitales para que dejen de explotar el trabajo periodístico en forma gratuita. También exigimos la reglamentación inmediata de la Ley de Equidad en los medios.
Este día de lucha también es un día de memoria, porque el 25 de marzo también recordamos el secuestro y desaparición de Rodolfo Walsh, indudablemente uno de los mayores ejemplos de un periodismo profesional, riguroso, de calidad, comprometido y militante en nuestro gremio. Como dijo en su Carta Abierta a la Junta Militar, con el compromiso de dar testimonio en momentos difíciles.