La discusión por la expropiación de Vicentin continúa. Pero ya está resuelto que su gerenciamiento pasará por YPF Agro, la unidad de negocios de la petrolera pública con mayoría estatal. Con una buena red de distribuidores en toda la región de la pampa húmeda y en algunas provincias del norte, YPF Agro provee de bienes y servicios a los pequeños y medianos productores, desde combustible a granel hasta fertilizantes, plaguicidas y silobolsas. Además, como buena parte de su operación comercial la hace por medio de canje, exporta granos y derivados. En 2019, entre ambos sumó casi un millón de toneladas.
La decisión de sacarle el control de Vicentin al actual grupo empresario fue comunicada en la tensa reunión del jueves por la tarde en Olivos, en la que el presidente Alberto Fernández le dijo al hasta ahora CEO de la empresa, Sergio Nardelli, que avanzará con el proyecto de ley de expropiación. «Lo que guió la conversación fue el ánimo de que se la preserve en el ámbito nacional, con la intención de que la administre YPF», dijo el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra. A ese encuentro siguió otro el viernes en la sede de YPF, en la que el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el designado interventor, Gabriel Delgado, recibieron a Nardelli bajo la mirada del anfitrión, Guillermo Nielsen, presidente de la petrolera.
No hubo oposición a esa designación en el seno de Vicentin. «Dentro de las opciones bajo análisis estuvo siempre contemplada YPF Agro», señaló un comunicado del directorio de la firma.
El proyecto de expropiación que redactó la senadora oficialista Anabel Fernández Sagasti incluye a YPF Agro en el fondo fiduciario que se creará con los bienes de Vicentin, para evitar que sean sometidos a embargos mientras se renegocian las deudas. También dispone que los empleados de la firma sean transferidos a YPF conservando la vigencia de su convenio de trabajo.
En la óptica del gobierno, el manejo por parte de YPF Agro permitirá ser «testigo en un sector desregulado», como dijo Basterra. Servirá, entre otras cosas, para tener información de primera mano sobre los precios de los cereales y los montos y volúmenes de exportación. El manejo del día a día correrá por cuenta de Delgado. Será quien deberá lidiar con las deudas bancarias, los acreedores privados, el concurso judicial y la situación de los trabajadores, entre otros frentes abiertos.
Delgado no estará solo. Además del apoyo de la línea gerencial de YPF Agro, también podría contar con la colaboración de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que nuclea a unos 50 mil productores agropecuarios. ACA tiene interés en que Vicentin siga operando (es acreedor por unos $ 4900 millones) y tiene el know how para hacerlo. Su incorporación le daría sustento al mensaje oficial sobre el rescate de la empresa. Se cree que esa es la «alternativa superadora» que mencionó el gobernador santafesino, Omar Perotti, y que serviría para encolumnar a los pequeños productores de esa provincia tras el nuevo modelo de conducción propuesto.