La difícil situación financiera de YPF disparó la discusión en el seno del gobierno sobre la actualización en el precio de los combustibles. El ministro de Economía, Martín Guzmán, señaló en un reportaje concedido a FM Metro que “las políticas de precios las decidirá la compañía en un contexto de un plan más integral en el que el Estado tiene un rol de recuperar YPF, que es estratégica para el desarrollo del sector energético en Argentina”.
Este lunes, la petrolera (una sociedad anónima con mayoría estatal) publicó sus estados contables del segundo trimestre de 2020, que arrojaron un resultado neto negativo de $ 85.048 millones. Entre los factores que explican ese número, la empresa, que está integrada verticalmente (abarca todo el proceso, desde la extracción de crudo hasta el despacho de combustibles en sus propias estaciones de servicio), mencionó que la crisis detonada por el coronavirus hizo caer la venta de gasoil en 8% y la de naftas en 45% en comparación al año pasado. Los precios de la materia prima también bajaron: el barril local se pagó en promedio U$S 29 dólares y el gas en U$S 2,51 por millón de BTU, valores que están en la mitad de lo que se abonaba a mediados de 2019. Este cuadro de situación hizo que sus activos (propiedades, plantas y equipos) también se desvalorizaran, lo que empeoró el resultado.
“En los cuatro años previos hubo un deterioro muy profundo de YPF. Hubo caída en la producción y en la inversión. Lo único que creció es su deuda. Ese estado de deterioro es lo que hay que revertir. Desde el Estado se trabajará de una manera muy cercana para apoyar esos planes”, destacó Guzmán.
La semana pasada, el presidente Alberto Fernández había anticipado que si bien las tarifas de servicios públicos permanecerían quietas hasta fin de año, podría haber algún ajuste en los precios de los combustibles. “Por ahora están congelados, pero ahí tenemos un problema que estamos hablando con YPF”, había mencionado el mandatario, alertado de que los números de la empresa estaban adquiriendo un color rojo profundo. Por su condición de líder del sector, un incremento en los precios de la compañía también dispararía el de las demás petroleras.
El tema fue motivo de una reunión entre Guzmán y el CEO de la empresa, Sergio Affronti. Su presidente, Guillermo Nielsen, también había presionado para que se autorizara un aumento: «El sector energético necesita valores para invertir y seguir produciendo, porque YPF se financia con el precio del surtidor», dijo hace pocos días. Algunos diarios habían informado que la suba iba a ser del 7% y que entraría a regir esta semana. Sin embargo, hasta ahora no se produjeron esos cambios.
En la presentación de los resultados trimestrales, la empresa manifestó que encaró un programa de reducción de costos internos “para afrontar las deterioradas condiciones del mercado, pero las cifras más recientes van mostrando una recuperación”. También sostuvo que uno de los principales objetivos será “mantener la deuda neta dentro de los niveles de los últimos 12 meses”. En ese sentido, se logró canjear un bono que vencía en 2021 por otro que recién será amortizado en 2025. A pesar de las pérdidas registradas, el prospecto presentado a los inversores deja algunas señales positivas para el corto plazo. Entre ellas se cuenta la expectativa de una mejora en la producción de Vaca Muerta, que podría volver a ser rentable si se consolida la recuperación del precio del petróleo en las últimas semanas, y la puesta en marcha del Plan Gas 4, que el Ministerio de Desarrollo Productivo está diseñando para incentivar la producción de ese fluido.