Las cuentas que está haciendo Sergio Massa para poder llegar a fin de año sin sobresaltos

“La situación todavía no es cómoda, es crítica”. La frase ya se volvió una muletilla en labios de Sergio Massa. Algunos hechos de los últimos días invitaron a mirar el vaso medio lleno. Las divisas que están ingresando al Banco Central gracias al dólar soja (bastante menos que en septiembre, cuando se hizo la primera edición de este programa) y la desaceleración de la inflación fueron las buenas noticias que el ministro de Economía pudo computar en el haber.

En particular, Massa celebró el buen resultado de la última licitación de títulos. Contra los pronósticos más agoreros, el gobierno obtuvo el doble del dinero que necesitaba para cancelar los vencimientos ya comprometidos: debía abonar $ 412 mil millones y obtuvo $ 830 mil millones, entre la ronda inicial del miércoles y la del día siguiente, reservada a las entidades del grupo de creadores de mercado.

El logro es destacable teniendo en cuenta que en noviembre el rollover (la proporción de compromisos que logran ser refinanciados) había sido de 99%; dicho de otras manera, lo que prestó el mercado no alcanzó para cumplir las obligaciones ya emitidas y el Tesoro tuvo que poner plata propia para cubrirlas.

“Es la presentación de ofertas más grande desde 2020”, se vanaglorió Massa en una serie de tuits. “Se presentaron ofertas por 1,2 billones de pesos. Se aceptaron 770 mil millones. El resto se rechazaron por no ser tasas convenientes. Se completó la renovación que vencía y se amplió el financiamiento al sector público por más de 360 mil millones de pesos”, resumió.

Por las dudas, dejó en claro que “estamos cerrando el año cumpliendo el compromiso de financiar el funcionamiento del Tesoro sin la utilización de adelantos transitorios del Banco Central”. Así se refirió a la promesa que había realizado cuando asumió en el cargo, en agosto de este año.

Todo pintaría bien si no fuese porque es diciembre y, por una cuestión estacional, los gastos del Estado se multiplican y el déficit primario crece. En 2021 el saldo negativo del último mes del año fue de $ 496 mil millones, lo que actualizado por inflación equivale a una cifra cercana al billón de pesos de la actualidad.

Truco legal

En ese contexto, en el que el financiamiento obtenido del mercado es mucho menor que el déficit esperable, en los últimos días se anotó una venta de DEG (los derechos especiales de giro) realizada por el gobierno al Banco Central. A cambio de esos instrumentos otorgados por el Fondo Monetario Internacional, que básicamente sirven para repagar la deuda con el mismo organismo, el Tesoro obtuvo otros $ 200 mil millones.

La operación, un truco legal que permite obtener pesos sin vulnerar las promesas al FMI, se realizó el martes 6 y fue confirmada a través del informe monetario diario del Central.

Rezándole a la soja

¿Pueden las mayores retenciones derivadas de las agrodivisas cubrir el remanente de ese bache? Sólo en parte. En septiembre, cuando los productores de soja liquidaron un plus de U$S8 mil millones a una cotización preferencial, el Estado embolsó un plus de $ 443 mil millones por derechos de exportación correspondientes a estas operaciones. Para esta segunda etapa del Programa de Incremento Exportador, las expectativas son más bajas (se habla de U$S 3000 millones) y la recaudación adicional esperable para el Estado es de unos $ 190 mil millones.

En Economía confían en que con todas esas fuentes de recursos podrán cerrar la brecha. Para reafirmarlo, sostienen que el déficit viene bajando sensiblemente en los últimos meses. Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso avala esa posición: señala que en los once primeros meses del año “el déficit primario resultó en términos reales 7,7% menor que el acumulado en el mismo período del año anterior y el financiero retrocedió 4,1%”. También apunta que “en los últimos cinco meses los gastos primarios cayeron 18,8% año contra año, lo que contrasta con la suba de 12,5% del primer semestre”.

Un análisis hecho por Consultora Sarandí puntualiza algunas acciones tomadas para conseguir esa reducción del déficit. Allí se citan la reducción de recursos para seguridad social, la quita de subsidios tarifarios y una contracción en el ritmo de transferencias a las provincias. “Así, y a pesar del crecimiento macro, proyectamos una compresión del gasto de 0,4 puntos del PBI para el último trimestre del año, comparando con igual período en 2021”, dice el informe.  «