La línea de pobreza para una familia tipo subió en febrero bastante más que el índice de precios al consumidor, según reveló el Indec. En el informe que el organismo publicó este martes, se señala que el costo de la canasta básica total para un matrimonio con dos hijos pequeños es de $ 17.537 y creció 3,3% con relación al mes anterior.
De la misma manera, la canasta básica alimentaria para ese mismo grupo familiar trepa a $ 6.987, con una suba de 2,9%. Ambas mediciones arrojan un alza mayor que el 2,4% que sufrió el IPC en febrero.
Los dos datos son insumos clave de los estudios socioeconómicos del Indec. La canasta básica total (CBT) abarca el conjunto de bienes y servicios necesarios para la vida cotidiana. Cuando la suma de ingresos de un hogar no alcanza ese valor, se considera que todos sus integrantes son pobres. De la misma manera, la canasta básica alimentaria (CBA), que incluye todos aquellos productos que aportan las calorías y proteínas imprescindibles para sobrevivir, fija el valor de la línea de indigencia.
De estos números se desprende que las familias de bajos recursos, que por su condición deben volcar a esas canastas la mayor parte de sus ingresos, sufrieron en sus bolsillos una inflación mayor que la de aquellas de mayor poder adquisitivo que pudieron distraer dinero para otras necesidades cotidianas por fuera de las básicas. En otras palabras, en febrero la inflación afectó con mayor fuerza a los sectores más pobres.
La tendencia se ratifica con la serie histórica que publica el Indec. En tres de los últimos cuatro meses, ambas canastas subieron por encima de la inflación general. En los últimos 12 meses, el índice de precios al consumidor creció 25,4% y la línea de pobreza subió 28,3%. En cambio, la línea de indigencia tuvo un alza levemente menor, de 24,2%, presumiblemente porque la canasta de alimentos no sufrió el impacto directo de los tarifazos y aumentos en los precios regulados por el Estado.
Debido a la demora en la elaboración de los informes, estos datos no impactarán de manera inmediata en las estadísticas sobre pobreza e indigencia que dará a conocer el Indec este miércoles y que sólo se referirán al segundo semestre de 2017. Sin embargo, establecen una tendencia que puede comprometer las futuras mediciones sobre el tema.