La aceleración de la inflación quedó ratificada con los informes oficiales que el Indec difundió este martes. El índice de precios al consumidor representativo de los hogares de todo el país subió 3,7% en junio y así acumuló 16% en el primer semestre. Es la variación mensual más elevada en dos años y la segunda más alta desde que el organismo retomó la confección del IPC, en mayo de 2016.
La medición refleja el impacto que causó la devaluación en la mayoría de los bienes. Uno de los que más lo reflejó fue el rubro Alimentos y bebidas, que subió 5,2% y llevó arriba el índice, ya que es el de mayor peso en su elaboración.El aumento en ese renglón castiga fundamentalmente a las familias de bajos ingresos, que por la carencia de recursos priorizan el consumo de esos bienes y postergan otros. Los derivados del trigo y otros cereales, que son exportables y por lo tanto reacomodan sus precios al valor del dólar, arrastraron al resto hacia arriba. A título ilustrativo, el Indec recogió aumentos promedio de 25,8% en la harina de trigo común, 10,8% en el pan francés tipo flauta y 11,8% en el aceite de girasol.
Pero los alimentos no fueron los únicos que subieron fuertemente. Lo mismo ocurrió con el transporte, que subió 5,9% a causa de las nuevas tarifas en el transporte urbano, y 2,7% en el rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, a consecuencia del reacomodamiento en los precios de las naftas y el gasoil. También se destacaron las alzas en salud (4,3%) y equipamiento del hogar (4,0%).
El salto llevó la inflación interanual (comparando junio con el mismo mes del año anterior) a 29,5%, el doble de lo que el gobierno se había propuesto como meta a principios de 2018 y medio punto por encima del límite de tolerancia que aceptó el Fondo Monetario Internacional para el programa económico que le presentó el gobierno. Su revisión, prevista en el acuerdo aprobado en Washington hace menos de un mes, ya empieza a tornarse posible teniendo en cuenta los otros datos conocidos este martes: la inflación mayorista (que suele trasladarse al consumidor en el corto tiempo) fue en junio de 6,5%, totaliza 14,4% en el bimestre y 44,1% en los últimos doce meses, presagiando una fuerte inercia para los próximos meses.
El cuadro estadístico se completó con otros dos indicadores de relevancia. Según el Indec, el costo de la construcción subió 2,5% el mes pasado. Y en la Ciudad de Buenos Aires, el gobierno porteño dio a conocer su propio índice de precios al consumidor que también dio 3,7% de variación en junio, exactamente igual al de alcance nacional.