La Administración Federal de Impuestos (AFIP) recaudó a lo largo de 2017 un 29% más que en el año anterior, de acuerdo a la información que dio a conocer el organismo este martes. Los ingresos a lo largo de diciembre fueron de $ 235.210 millones, con un acumulado en los 12 meses de $ 2.537.661 millones, contra $ 1.963.385 millones de 2016.
La comparación arroja un incremento real de entre cuatro y cinco puntos en los ingresos tributarios por sobre la inflación anual, cuya cifra definitiva divulgará el Indec la semana que viene. Esto se traduce en que, a dinero constante, a la AFIP le entró más dinero que el año anterior.
La mejor performance del ente recaudador en términos reales se explica porque los rubros que le significan una porción mayor de sus cobranzas tuvieron una evolución superior a los índices de precios. Por IVA, un impuesto básicamente ligado al consumo, le entraron $ 765.336 millones (31,2% de variación interanual); por Ganancias, el segundo ítem más cuantioso, vinculado con la presión sobre las empresas y salarios de los trabajadores, consiguió $ 555.023 millones (28,2% más); y por contribuciones patronales y aportes personales, ligados a la evolución salarial, logró 30,8% y 31,2% más que el año anterior.
En cambio, fue magra la variación en Bienes Personales, un impuesto pronto a desaparecer (subió 13,4%, muy por debajo de la inflación). En Derechos de Exportación, además, la variación fue negativa en 7,5%: en la AFIP creen que los acopiadores de cereales retuvieron mercadería hasta este mes, cuando empieza a regir el calendario de disminución de las retenciones a las exportaciones agrícolas.
En el resumen no se incluyeron unos $ 40 mil millones que ingresaron a lo largo del año como consecuencia del blanqueo impositivo. La omisión busca hacer aislar la perturbación estadística que significó que la mayor parte de los ingresos extraordinarios originados en esa polémica medida del gobierno (a la que se incorporaron con entusiasmo muchos empresarios cercanos al poder y hasta familiares del Presidente de la Nación) se habían producido en el ejercicio 2016.
Este es el primer informe que divulga la AFIP desde que la recaudación del sistema de seguridad social fue excluida de la fórmula para la movilidad de los haberes jubilatorios, según la norma que impulsó el gobierno y que el Congreso aprobó antes de Navidad. Hasta ese momento, el ajuste de las jubilaciones y pensiones se hacía con un método que incluía el 50% de la variación salarial y el 50% de la variación en los recursos destinados al sistema previsional (aportes de los trabajadores, contribuciones de los empleadores y algunos otros de asignación específica).
En diciembre, los impuestos destinados a ese fin crecieron un 30,8% en relación al mismo mes del año anterior, mientras que en el acumulado anual la mejora fue de 31,3%. Con la reforma, ese ítem dejará de computarse y será reemplazado con la inflación, que no sólo fue bastante menor (se estima que el total anual rondará el 24%) sino que abarcará el 70% de la fórmula de ajuste, mientras que el 30% restante seguirá vinculado a los salarios de los trabajadores en actividad.
Eso significará aumentos entre 4 y 5 puntos menores para los jubilados y pensionados a lo largo de 2018.